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Europa

 

18 de marzo del 2004

Aznar, una renuncia al poder calculada

François Musseau
Rebelión

A Aznar, un líder que contaba con retirarse con la cabeza bien alta y entrar directamente en la historia, se le ha aguado completamente la fiesta. La salida del escenario político de José María Aznar quedará empañada por la mayor tragedia terrorista que se ha vivido en España. En efecto, el líder de la derecha no saldrá indemne de lo que la prensa ha bautizado como "el 11 de septiembre español". Sin embargo, en lo que a él le concierne, la suerte ya está echada: a pesar de ser joven (51 años), el Presidente no optará a un tercer mandato. Lo había prometido algunos meses después de su llegada al poder, en la primavera de 1996 y lo hacía realidad a finales del pasado mes de agosto con el paso del relevo a Mariano Rajoy, hasta entonces numero dos del ejecutivo y el favorito en las votaciones del [pasado] domingo.

Esa retirada resulta aún más sorprendente cuando el líder indiscutible de la derecha española, fundador del Partido Popular (PP), del que es presidente desde 1990, goza de gran autoridad dentro de su formación, en buena parte porque ha sabido limpiarlo de sus residuos franquistas, disciplinarlo y llevarlo al poder. Pero resulta que Aznar es un "hombre de principios y convicciones": "Como todo en la vida, el poder deber durar solo algún tiempo. [...] Soy consciente de lo singular de mi decisión. [...] Lo fácil habría sido dejarse arrastrar por la tentación de seguir, de escuchar a los que te dicen que eres irremplazable –¡y son muchos! afirmaba, no sin una buena dosis de autosatisfacción, en una entrevista aparecida en Le Monde del 9 de marzo.

"Su gran obsesión es no caer en los errores de Felipe González, su eterno enemigo", señala el sociólogo Ignacio Sánchez-Cuenca. El socialista González, en el poder desde 1982 hasta 1996, vivió un fin de reinado difícil, puesto en entredicho por los escándalos de corrupción e implicado en el terrorismo de Estado de los GAL (1). Sin embargo, esta figura carismática, que desde entonces es un simple diputado, sigue ejerciendo una fuerte influencia en el partido socialista (PSOE), cuya imagen se ve todavía oscurecida por su sombra. "Aznar quería evitar a cualquier precio este proceso de decadencia política" comenta Pedro J. Ramírez, director del periódico El Mundo. Aznar no aspira a ningún escaño y ha prometido que abandonara la presidencia del PP el próximo año.

"En la retaguardia"

Aznar asegura que haciendo las maletas le hace un favor a su partido, mientras que, según las encuestas de opinión, entre el 60% y el 70% de los españoles lo encuentra "arrogante e intolerante". Durante su segundo mandato (2000-2004), ha personalizado a ultranza la ofensiva contra los nacionalismos vasco y catalán y encarnado una especie de autoritarismo castellano cargado de malos recuerdos. Otros piensan que desapareciendo de escena, Aznar hecha cuentas más personales: "Da un golpe maestro ya que se va en la cumbre de la gloria" decía el politólogo Enrique Gil Calvo en una entrevista anterior a los atentados de Madrid. "Con él al frente, el PP, ha seguido una curva ascendente hasta convertirse en un partido hegemónico, unitario y con posibilidades. Sin él, el PP, que ya ha alcanzado el cenit, tiene todo que perder: luchas internas, escándalos, retroceso electoral. De ahora en adelante, Aznar aparecerá como una referencia, en la retaguardia". Una posición envidiable si, como piensan algunos, vuelve un día a llamar a las puertas de la política nacional para aspirar a un mandato oficial o convertirse en "un poder en la sombra".

¿Y qué hay de su futuro inmediato? Aznar ha hablado de una "nueva vida", mientras que parece regodearse en alimentar su propio enigma. Lo único seguro es que va a presidir la Faes (2), gabinete estratégico del PP, conocida por sus tesis ultraliberales inspiradas en el tacherismo. Para Charles Powell, del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, "Aznar quiere investirse a fondo en la batalla de ideas a escala mundial. Su principal ambición es convencer a los europeos para que sigan el modelo de flexibilidad liberal a la americana y creen una amplia zona de libre comercio entre los dos continentes."

"Recompensa"

En los dos próximos años, muchos le ven también ocupando un papel de primera línea en el ámbito de las relaciones entre el mundo hispanohablante y Estados Unidos. "Su apoyo a Washington en el tema iraquí ha sido tan incondicional que podría obtener una bonita recompensa por parte de los americanos" dice Gil Calvo. A condición, claro está de que su amigo Bush sea reelegido".

(1) Los Grupos Antiterroristas de Liberación, dirigidos por altos dirigentes españoles, asesinaron en los años ochenta a una treintena de separatistas vascos.

(2) La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales fue creada en 1989 por Aznar y dispone de un presupuesto anual de cinco millones de euros.

* François Musseau es corresponsal de Libération en Madrid.