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Europa


21 de marzo del 2004

¡Con los muertos no se juega!

Lecciones en español para la democracia de EE.UU

Paul Street
ZNet en español

La serenidad y coherencia política del público español ante los atentados del 11 de marzo contrastan con el camino peligroso y paranoico seguido en EE.UU. después del 11-S.

Más allá del bien y del mal: una sorpresa poco grata para la Casa Blanca.

Estados Unidos podría aprender un par de cosas sobre política, medios, moralidad pública y el significado de la democracia de España. Sacudido por un evidente atentado terrorista de Al Qaeda, el pueblo español se negó a seguir el peligroso y paranoico camino posterior al 11-S de la doctrina y la política de EE.UU. Ha rechazado el mojigato parloteo sobre el conflicto entre el mal encarnado por el Islam y el bien absoluto de Occidente. Se negó a absolver de manera axiomática a su gobierno de toda culpa por los atentados en Madrid del 11 de marzo (11-M) y a denunciar cualquiera discusión elemental de la responsabilidad del Estado español como si fuera prueba de un insidioso 'anti-españolismo' y un equivalente a la justificación del asesinato masivo. Sin disculpar el terrorismo, han rechazado la afirmación doctrinaria de EE.UU. de que Al Qaeda y su calaña lanzan ataques al azar contra Occidente simplemente por odio rencoroso, satánico, contra la 'libertad' occidental.

Los españoles salieron a manifestar su dolor consecuentemente, en público, sin y contra el militarismo nacionalista y fuera del alcance del sesgo político y mediático. Rechazaron los esfuerzos de los medios gubernamentales y dominantes de gestionar la crisis mediante el control del pensamiento, marcharon en oposición a cualesquiera y a todas las barbaries, incluyendo las de los estados poderosos, cuyos amos se ocultan en mansiones fortificadas mientras inocentes civiles son destruidos en la 'guerra contra el terrorismo' terrorista. Ellos, ciudadanos, rechazaron al gobierno pro-Bush de Aznar porque consideraron que el gobierno español realizó una contribución fundamental al 11-M al alinear al estado español con la invasión de Bush en Irak.

No perdieron la cabeza ante la calamidad, vieron más allá del esfuerzo orwelliano, evidentemente motivado por puro interés propio, del gobierno de Aznar ayudado por los medios, de culpar a los separatistas vascos antes de poseer evidencia alguna y a pesar de los tempranos indicios de la participación de Al Qaeda. "Las guerras son vuestras, los muertos son nuestros" gritó la multitud enfurecida en Madrid la noche antes de que España eligiera Primer Ministro a un candidato socialista que ha criticado consecuentemente las políticas imperiales de Bush y que prometió retirar las tropas españolas de la sangrienta, ilegal, ocupación dirigida por EE.UU. en Irak.

¡Qué sorpresa tan poco grata para la administración Bush, uno de cuyos 'altos asesores' predijo recientemente que un ataque terrorista en Europa "acercaría a Europa a Estados Unidos y a su guerra contra el terror"! (New York Times, 15 de marzo de 2004, A1)

El espacio democrático para reconocer la realidad

En un reflejo de cultura política nacional que es significativamente menos totalitaria que la que prevalece en Estados Unidos, la ciudadanía de España ha sido capaz de reconocer que Al Qaeda y otros terroristas islámicos no atacan simplemente al azar objetivos occidentales, por odio generalizado contra el 'mundo libre'. Sin excusar a carniceros como Ben Laden, la mayoría española sabe que los terroristas islámicos atacan objetivos cuidadosamente elegidos y se concentran en algunas políticas muy específicas de EE.UU. y Occidente que muchos en Medio Oriente (y en otros sitios) consideran inaceptables. El resultado es que los españoles tienen la libertad de reconocer realidades básicas sin ser estigmatizados como cómplices 'anti-españoles' del terror.

Pueden captar una perspectiva fundamental en el excelente estudio de Gilbert Achcar "El choque de las barbaries: el 11 de septiembre y la construcción del Nuevo Desorden Mundial": "Sin 'excusar' de modo alguno el terrorismo masivo", señala Achcar, "se puede responsabilizar al gobierno de Estados Unidos [o España, P.S.] por sus propias acciones y por el odio que provocan". Cuando se permite a un ciudadano que haga esta simple, democrática, conexión, señala Achcar, puede reconocer que un gobierno occidental 'tiene una parte de responsabilidad por lo que sucede a sus ciudadanos cuando terminan siendo utilizados como objetivos por los que cometen el crimen - indiscutiblemente reprehensible e injustificable - de vengarse por la opresión impuesta por Washington [o Madrid, P.S.] asesinando a civiles de EE.UU. [o de España, P.S.] (Achcar, The Clash of Barbarisms: Sept 11 and the Making of the New World Disorder [NY: Monthly Review Press, 2002], p. 14).

Oportunidades en EE.UU.

Los ciudadanos de EE.UU. tienen algunas excelentes oportunidades de mostrar que son capaces de aprender de los últimos eventos en España y de las lecciones de su propia experiencia nacional desde el 11-S. En Estados Unidos y en todo el mundo se planifican manifestaciones para este fin de semana para marcar el vergonzoso primer aniversario de la sangrienta, inmoral e ilegal, absolutamente innecesaria y cínicamente presentada, invasión de Irak - una acción que fue posibilitada por la manipulación por parte de la Casa Blanca de los temores de los estadounidenses después del 11-S.

Según "el último cálculo conservador", señala John Pilger, la invasión estadounidense- británica ha matado "entre 21.000 y 55.000", causando la "muerte cada mes de 1.000 niños por las bombas de dispersión" (John Pilger, entrevista de Australian Broadcasting System, 11 de marzo, www.zmag.org). Más de 500 soldados de EE.UU. han muerto en Irak, pero el presidente Bush ha estado demasiado ocupado con los grandes donantes para su campaña electoral para asistir a alguno de los funerales. Miles de soldados estadounidenses han sido horriblemente heridos, una desagradable realidad que la administración hace todo lo posible por ocultar a la vista del público. Seguramente la última consigna contra Aznar "Las guerras son vuestras, los muertos son nuestros" resonaría para muchos en las comunidades y familias predominantemente de clase obrera que han ofrendado a sus hijos e hijas en aras de la miserable aventura empapada en petróleo y bañada en sangre de Bush II en el Medio Oriente.

Respecto a las elecciones, los estadounidenses tienen una oportunidad bastante atrasada en noviembre próximo para retirar a su Mentiroso-en-Jefe, peligroso, dogmático, estrecho de miras, predador y obseso por el poder, George W. Bush y su camarilla de asesores doctrinarios corporativos, cripto-fascistas, que se han beneficiado demasiado y durante demasiado tiempo de un terrible ataque contra civiles de EE.UU. que la Casa Blanca no hizo nada por impedir y mucho por alentar. Mientras tanto han tramado y diseminado una sorprendente serie de engaños estatales transmitidos por los medios, incluyendo la ridícula afirmación de que el miserable régimen de Sadam Husein, constituía una seria amenaza para los estadounidenses (o incluso para los propios vecinos de Irak) y que estuvo vinculado de manera significativa a los perpetradores del 11-S.

Las vidas de la gente corriente dentro del país y en el exterior se han hecho inmensamente más precarias y difíciles en casi todos los ámbitos debido a la reacción imperialista, racista, regresiva, plutocrática, orwelliana y represiva de la administración Bush ante el 11-S, que la Casa Blanca trató como una oportunidad bienvenida para hacer avanzar el imperio en el exterior y la desigualdad (y la represión) en casa. ¿ Puede sorprender que el 11-S haya sido 'la estrella' en la apertura de la publicidad de la campaña de Bush? En las calles, en la red, por teléfono, y en las cabinas de votación, ya es hora de que el pueblo de EE.UU. le diga a George II y a sus cómplices, en las palabras de los manifestantes españoles del fin de semana pasado: "¡ MENTIROSOS... CON LOS MUERTOS NO SE JUEGA!"

* Paul Street (pstreet@cul-chicago.org) es un investigador en ciencias políticas en Chicago, Illinois. Sus publicaciones incluyen: "Our Tears, Their Opportunity," ZNet Daily Commentaries (16 de noviembre de 2002), at www.zmag.org/sustainers/content/2002-11/ 13street.cfm.

Autor: Paul Street ; March 17, 2004
Link: http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=33&ItemID=5163
Traducido por Germán Leyens