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Europa

26 de febrero del 2004

Menard y el asesinato del camarografo José Couso
Reporteros sin vergüenza

Jean-Guy Allard
Granma Internacional

La paz es aburrida era el título de un artículo de la revista alemana Der Spiegel, publicado en mayo del 2003 cuando las tropas norteamericanas creyeron haber tomado Bagdad. Y el "héroe" del texto apologístico de aquella conquista, bajo la firma del reportero Klaus Brinkbäumer, era el teniente coronel Philip de Camp, de la US Army. Meses más tarde, De Camp ordenará el criminal bombardeo del hotel Palestina, en la capital iraquí, y será el testigo central del informe trucado de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la muerte del camarógrafo español José Couso.

"Si estás a pie, la guerra no es tan divertida. Es mucho más divertida en un tanque", comentaba De Camp quien, según Brinkbäumer, se pasó la invasión en un M1A1 Abrams de 4,3 millones de dólares.

-¿Cuántos iraquíes alcanzó, sir?, preguntó el reportero, usando el "sir" reglamentario del Ejército norteamericano cuando un subalterno se dirige a un superior.

- ¡No me importa!, le contestó el oficial.

De Camp nació en Fort Benning, Georgia, de un padre con grados de General, en una familia donde uno es militar por tradición. Nombró a su hijo Alexander-Philip, "según Alejandro-El- Grande y Philip de Camp".

De Camp vivió en West Point, Nueva Orleans, Washington y Vilseck, en Alemania. Participó en la Guerra del Golfo desencadenada por George Bush, padre.

La entrevista tuvo lugar en la residencia de un hijo del Jefe de Estado iraquí derrocado. De Camp, tomándose una Coca-Cola, contó entre muchas otras anécdotas que había encontrado en un gabinete unas botellas de champán Don Perignon 1985 y que se las llevaría a Fort Stewart, su base hogar en los EE.UU.

Poco antes, el mediático Teniente Coronel concedía otra entrevista, esta vez con David Zucchino, de Los Angeles Times, siempre con esta misma arrogancia imperial. Recorría en este caso la residencia presidencial.

"De Camp recomendó que este palacio sea utilizado como sede del nuevo Gobierno de transición", señalaba el reportero. Y así fue.

¿A QUIEN BENEFICIA EL ENGAÑO?

Estas anécdotas no tendrían gran importancia si no fuese que este mismo De Camp es quien ordenó el bombardeo del Hotel Palestina de Bagdad, ocurrido el 8 de abril del 2003, donde se encontraban cientos de periodistas extranjeros, y provocó la muerte del camarógrafo español José Couso y de su colega ucraniano Taras Protsyuk. Y tampoco tendría importancia si Jean-Paul Mauri, periodista del semanario francés Le Nouvel Observateur, el autor del informe condescendiente de Reporteros Sin Fronteras sobre este criminal acto, no fuese un amigo personal de este oficial de la US Army.

"Las conclusiones de este informe exculpan a los autores materiales y reconocidos del disparo al Hotel Palestina en base a la dudosa imparcialidad de los (periodistas) empotrados, y al propio testimonio de los autores y responsables del disparo, trasladando esa responsabilidad a personas no identificadas", señalaron los familiares de José Couso en el documento donde rechazan contundentemente las conclusiones de RSF.

La familia indicó cómo el documento está basado sobre los testimonios de periodistas integrados a las fuerzas militares norteamericanas (empotrados), tales como Chris Tomlinson, un representante de la Associated Press, quien perteneció durante siete años a los servicios de inteligencia del Ejército de los Estados Unidos.

"Nos parece, además, de una absoluta falta de delicadeza la biografía tan 'humana' que se hace de los asesinos de José Couso Permuy y Taras Protsyuk, culminando el agravio con el agradecimiento a estos militares norteamericanos por la colaboración en el informe", añade el texto emitido el 16 de enero último.

Sin embargo, este agradecimiento sí confirma la relación de compromiso del "izquierdista" Ménard con la ultra derecha de los EE.UU. y queda aún más consolidada y garantizada con ella la subvención financiera que instituciones como la USAID, la USIA y la NED le ofrecen para su trabajo contra Cuba y otros países que no son del agrado de EE.UU., tales como Venezuela y China.

A Ménard, no le pagan por defender causas justas sino para desplegar campañas contra Cuba y Venezuela, en todos los países donde RSF tiene representaciones, ocultar verdades como la de Couso cuando peligran los intereses norteamericanos, financiar a seudo "periodistas independientes" cubanos en su labor de informantes de los servicios de inteligencia estadounidenses y otras tareas similares.

Los hechos que rodean el bombardeo del Hotel Palestina son bien conocidos. Y Mauri hubiera podido encontrarlos expuestos de manera transparente en la propia querella depositada por la familia Couso ante la Justicia española.

Ahí queda claro que su buen amigo De Camp fue quien dio la orden criminal a los tripulantes de uno de sus tanques Abrams M1A1 -cuyo elogio hacía meses antes con Der Spiegel- de disparar contra el hotel que sabía que estaba repleto de reporteros. Aquí está el texto.

LOS "KILLERS" DE LA COMPAÑIA "A"

(...) A las 10.46 h. del día 8 de abril, los tanques del 64 Regimiento Blindado, 4º Batallón, pertenecientes a la 3ª División de Infantería del Ejército de los Estados Unidos, se sitúan en un extremo del puente Jumhuriya, que se encuentra a un kilómetro y medio del Hotel Palestina. En el Hotel Palestina se alojaban cerca de 300 enviados especiales de la prensa internacional, hecho conocido tanto por la coalición angloamericana como por los iraquíes.

Poco después de las 11.00 h de la mañana, el carro de combate estadounidense, Abrams M1, perteneciente a la compañía A del 64 Regimiento, gira su torreta, apunta al Hotel Palestina y, después de varios minutos, dispara un proyectil contra el mismo a la altura de la planta 15.

José Couso Permuy, cámara y reportero de Tele 5, de nacionalidad española, de treinta y siete años de edad, casado, con dos hijos de seis y tres años, es alcanzado por el impacto, mientras se encontraba filmando desde la habitación 1403 del Hotel Palestina, situado en Bagdad, falleciendo pocas horas después en el Hospital Ibn Nafis, de Bagdad, a causa de las heridas recibidas (...).

El carro de combate Abrams M1, que disparó de forma intencionada contra el Hotel Palestina, pertenecía a la Tercera División de Infantería Acorazada de los Estados Unidos, 2ª Brigada, Regimiento de Blindados 64, Compañía A.

La persona que disparó desde el carro de combate Abrams M-1, fue el sargento Gibson. El mismo fue, tal como emitió Telecinco el día 8 de mayo en los informativos de las 20.30 h y según su propio relato, la persona que descubrió que alguien les observaba con prismáticos desde el hotel. El sargento Gibson, en imágenes emitidas por la cadena relata: "No disparé inmediatamente sobre él. Llamé a mis jefes y les dije lo que había visto. Diez minutos después me llamaron y me dijeron que disparara sobre él y eso hice" ( Cinta B. 1h.11' 45'').

Su inmediato superior, el capitán Philip Wolford, fue quien autorizó el disparo, según manifiesta en una entrevista a Le Nouvel Observateur, al ver un artillero de uno de los tanques observar cómo alguien les mira con unos prismáticos desde el Hotel (...).

Philip Wolford es el responsable de la unidad de blindados de la Compañía A, (conocida por el apodo "the killers", "los asesinos", según publicó Boston Herald), perteneciente al Regimiento de Blindados 64, y se encontraba justo detrás del tanque en los momentos previos al disparo.

La persona que ordenó disparar contra el Hotel Palestina, fue el teniente coronel Philip de Camp, superior del capitán Philip Wolford y responsable del Regimiento de Blindados 64, al que pertenecía la compañía A, según reconoció en una entrevista concedida en Los Angeles Times del día 11 de abril (...).

AZNAR EN LA CAMPAÑA DE ENGAÑO CON BUSH Y POWELL

Con su informe cojo, RSF no ha innovado. Ha añadido simplemente a la campaña de engaño que ya había desarrollado el Gobierno norteamericano y su servil aliado de Madrid, José María Aznar, sembrando la confusión a fuerza de desinformación y de mentiras.

"Un mes después, recuerda el investigador James Hollander (La muerte de José Couso en Bagdad, www.rebelión.org ), el presidente José María Aznar viaja a Washington para reafirmar a Bush su lealtad. En una rueda de prensa conjunta, un periodista español tiene el arrojo de incomodar a George con el tema de José Couso, planteando si Estados Unidos debería disculparse."

"Creo que la guerra es un lugar peligroso, y creo que nadie mataría a un periodista intencionadamente", contesta airadamente el presidente norteamericano.

"Entonces, Aznar añade que Estados Unidos reconoce que ha sido un error (lo cual es simple y llanamente falso), cosa que Estados Unidos aún no había hecho. Demostrando estar dispuesto a sacrificar cuantos ciudadanos españoles fueran necesarios ante el altar de la lealtad a su jefe imperial, Aznar declara que eso debería ser suficiente."

Hay que recordar que Aznar fue uno de los vasallos que utilizaron los EE.UU. para condicionar y contrarrestar la posición de muchos países iberoamericanos en relación con la inmunidad de los soldados norteamericanos ante un Tribunal Penal Internacional. Si no le importó al "Presidente de la República de España" (así lo nombró Jeb Bush) la muerte de miles de civiles iraquíes ni el rechazo que la población española hizo a la guerra imperial, sería ingenuo pensar que la muerte de un periodista lo conmueva.

PIRUETAS IMPERIALES

Para RSF, la muerte de José Couso es un incidente más que se puede borrar gracias a algunas piruetas, absolviendo cómodamente a los autores identificados del crimen, con la complicidad de esta prensa comercial que se pretende libre y dejando a la responsabilidad a una gigantesca maquinaria estatal que ya descartó el tema.

Característico del método Ménard: 48 horas después de la muerte de Couso y Protsyuk, RSF - ¡la ONG que evita mencionar una sola vez a los Estados Unidos en su último informe anual sobre la libertad de prensa!- consagraba todo el home page de su sitio web a la "falta de libertad de expresión" en Cuba.

Casos como el de José Couso han puesto al relieve el verdadero sentido de los constantes esfuerzos de Ménard para orientar su organización, financiada por los EE.UU. y multinacionales de las comunicaciones, de acuerdo con las orientaciones de los servicios de inteligencia norteamericanos.

Desde la muerte del reportero, la familia de José Couso mantiene un sitio web -www.josecouso.info- donde se publican cientos de mensajes de solidaridad y de comentarios, entre los cuales, éste, aparecido hace poco, bajo el título Reporteros sin vergüenza.

"Protégeme de los 'Compañeros Sin Fronteras' de Couso, escribió el autor anónimo, que de los enemigos, me encargo yo."