VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Europa

26 de febrero del 2004

La mayoría se sitúa en la "indiferencia religiosa" y uno de cada 10 se declara ateo
Sólo el 35% de los jóvenes españoles es católico, frente al 95% de 1960

Periodistas Digital

Los jóvenes españoles escapan de la Iglesia. En una auténtica desbandada. En las últimas cuatro décadas, el porcentaje de los jóvenes católicos practicantes pasó del 95% al 35%. Esta es una de las principales conclusiones del Informe Jóvenes 2000 y Religión, de la Fundación Santa María.

En las últimas cuatro décadas, el porcentaje de los jóvenes católicos practicantes pasó del 95% al 35%. En 1960, la práctica totalidad se identificaba como católico practicante (95%) y el 58% de la población juvenil no faltaba nunca a misa dominical.

Más aún, los jóvenes españoles no sólo desertan de los templos, sino que "la Iglesia es la institución pública en la que menos confían y que más rechazo suscita", como explica el sociólogo Francisco Carmona, uno de los autores del informe, junto a los también sociólogos Javier Elzo, Pedro González Blasco y Juan González Anleo.

El documento, que será presentado mañana, constata también que los jóvenes huyen de la Iglesia porque no encuentran en ella soluciones a sus problemas vitales ni ayuda para dar sentido a sus vidas. ¿Y a dónde se han ido? La mayoría ha pasado a la "indiferencia religiosa", puesto que el número de ateos se mantiene en torno al 10%.

Según los autores, las causas de esta desbandada son múltiples.Por ejemplo, las familias ya no transmiten las creencias y los valores religiosos. Es el fin de lo que la jerarquía llama "la iglesia doméstica".

Por otra parte, influye "la implantación de las llamadas religiones de sustitución", como la ecología, el consumo o el culto al cuerpo.Al mismo tiempo, está claro que "sigue creciendo la secularización de la vida española y el silencio religioso global".

Los obispos suelen echarle la culpa de esta debacle en exclusiva a la secularización, entendida como "eclipse de lo sagrado", y a la posmodernidad, a la que acusan de ser la causa de todos los males. Pero los sociólogos del informe no están de acuerdo.

"Hay otras muchas causas, algunas que apuntan directamente a la responsabilidad de la propia Iglesia. Una Iglesia que no ha asumido el cambio de modelo que representó en su día el Vaticano II", dice Carmona.

Según el profesor de la Universidad de Granada, "al no conectar con las aspiraciones y valores del hombre que hay que evangelizar, la Iglesia española asume los rasgos sociestructurales, la mentalidad y las actitudes propias de una secta". El liderazgo interno, además, ha sido entregado «a los movimientos conservadores (que) sofocan el pluralismo eclesial".

De ahí el "constante y creciente enfrentamiento" con la sociedad y el repunte del anticlericalismo. En definitiva, como dice el profesor Carmona, "la Iglesia huele a rancio, al menos para los jóvenes que huyen de ella".