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Argentina: La lucha continúa

Los 119 despedidos de artes gráficas rioplatenses pelean la reincorporación

En el marco de la conciliación obligatoria dictada en la noche del viernes pasado, entre Artes Gráficas Rioplatenses –una de las plantas impresoras del Grupo Clarín- y los trabajadores, la empresa licenció a los 119 despedidos durante los 15 días que durará la medida cautelar, incluyendo a los 10 integrantes de la Comisión Interna. La patronal se negó a su reincorporación y a cambio ofreció al Ministerio de Trabajo tomar 119 obreros "nuevos". Próxima reunión: jueves 9.

El Grupo Clarín, después de hacer desplegar un operativo de 500 efectivos de la Guardia de Infantería de la Policía Federal -incluyendo al Grupo Geo, bomberos y grúas- en torno a los talleres de AGR con 100 obreros presentes, en la madrugada del viernes 3, y despedir dos horas después a 119, de los 350 trabajadores que tenía la planta, acudió a ayer lunes 6, a una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, arbitrada por el tercer funcionario de la cartera, Shuster, como parte de la conciliación obligatoria, dictada el mismo viernes por la noche. El ministro Tomada parece haber seguido las conversaciones por informes telefónicos.
El descomunal operativo, fue la respuesta a la retención de tareas iniciada por el personal el domingo 29 de agosto, en reclamo de: recomposición salarial, erradicación de cámaras de TV en circuito cerrado de los ámbitos de producción, reconocimiento de fines de semanas trabajados según convenio y vale de comida. La argucia: el rescate de parte de la tirada de la revista Viva, para ser distribuida con la edición dominical del diario Clarín, en una planta totalmente paralizada pero con presencia de los trabajadores en los distintos turnos. Los grupos especiales entraron en los galpones, encerraron al personal allí presente y retiraron las publicaciones con ritmo de operativo comando. Luego abrieron una causa penal a todo el cuerpo de delegados.
En el Ministerio de Trabajo
El encuentro de representantes de los trabajadores y la empresa, en el ámbito del Ministerio de Trabajo, ayer lunes, fue el corolario o la continuidad por otros medios, de una relación asimétrica por definición, entre las pretensiones sin límites de la flexibilización laboral y los reclamos de su personal, sistemáticamente desoídos a lo largo de los últimos dos años, en momentos en que ha trascendido que AGR habría comprado las amplias y generosas instalaciones de lo que fuera pinturas ALBA, lindantes con la planta impresora del Grupo Clarín.
Según el acuerdo del viernes 3, en el Ministerio de Trabajo, AGR debería haber dejado ingresar a los 119 despedidos (muchos de ellos sin telegrama e impedidos de ingresar a trabajar), ayer lunes, a su planta de Pompeya, Corrales 1393, en virtud de la conciliación obligatoria dictada ese día.
El caso es que, el lunes, en el marco de aplicación de esa medida cautelar, licenciaron a los 119 despedidos por los 15 días que durará la conciliación, sin haberles pagado todavía la quincena, y pusieron en marcha a la imprenta con el resto del personal. Un buen artilugio legal del que no suele privarse el Grupo Clarín, por contar con un poderoso multimedio, y por lo tanto con una cadena de complicidades que no reconocen límites, leyes ni Estado.
La parte laboral, representada por la Comisión Interna y la Federación Gráfica Bonaerense, hizo centro del debate en la reincorporación de todos los despedidos y el cumplimiento de los reclamos sindicales, que ya lleva más de dos años, además de exigir el respeto a la libertad sindical y los fueros de la Comisión Interna.
El Grupo Clarín, representado por el gerente general de AGR, Raúl Sialaba, se avino a tomar 119 operarios , pero "nuevos", aparentemente para no aumentarle al Gobierno el ya escandaloso índice de desocupación y a, supuestamente, cumplir con los cuatro puntos del largo reclamo, además de permitir que ingresaran a la planta pero sin tarea efectiva, en los próximos 15 días, los diez delegados que constituyen la Comisión Interna. Un punto, éste último, que merecerá varias consideraciones por parte de los mismos trabajadores.
La reunión, pasó a cuarto intermedio hasta el jueves 9. La planta sigue rodeada por agentes de calle, de Infantería de la Policía Federal y numerosos parapoliciales que merodean los callejones lindantes, oscuros y silenciosos de Pompeya
Ex delegada de prensa de Clarín, despedida 4/11/00