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Argentina: La lucha continúa

La movilización del pueblo M’byá

La sociedad misionera ante un nuevo protagonista

Estamos viviendo unos días muy especiales. Casi 40 comunidades indígenas de Misiones, pertenecientes a la Nación M’byá, están, desde hace dos semanas, en la Plaza 9 de julio exigiendo al Gobierno Provincial un reconocimiento de derechos que, difícilmente, el sector blanco de nuestra sociedad misionera podrá seguir obviando.

Alguna vez, un presidente de los argentinos, a quien dicen guardar el mayor de los respetos, tanto los actuales gobernantes de la provincia, como la principal fuerza de oposición, dijo: "la única verdad es la realidad".
¿Estamos dispuestos los misioneros, gobernantes y gobernados, a reconocer de una buena vez que entre nosotros vive una Nación Guaraní, la de los M’byá?
¿De que esta Nación tiene una lengua propia y derecho a que las escuelas donde concurren sus hijos sean bilingües?
¿Vamos a aceptar o vamos a "hacernos los chanchos rengos" frente al hecho, incontrastable, de que los M’byá son diferentes, quieren ser diferentes y solo se integrarán CON nosotros a una unidad superior, plural y respetuosa de las identidades, tal como lo manda la Constitución Nacional Argentina en su artículo 75, y NUNCA SE SUBORDINARÄN para poder formar parte de esta sociedad que, hasta ahora, los margina, no les reconoce sus derechos ancestrales a la tierra, a su lengua, sus medicinas y su derecho a la igualdad EN LA DIVERSIDAD, jamás en la uniformidad?
¿Hasta cuando vamos a negarnos a incorporar en nuestra Constitución Provincial los derechos consagrados en la Nacional y en el Convenio 169 de la OIT, firmado por esa unidad (que también debería ser en la diversidad del federalismo, superando de una buena vez la injusticia del unitarismo vigente) que constituye el país de los argentinos, nuestra República?
¿Hasta cuando vamos a querer tutelar a gente sabia, adulta, con una concepción de la armonía entre los seres humanos y la naturaleza superior a la nuestra, poniéndole un Director de Asuntos Guaraníes blanco? ¿No a llegado la hora ya de que ese lugar lo ocupe un M’byá, elegido por ellos mismos, para hacer mas creíble esas rimbombantes declaraciones de democracia a que nos tienen acostumbrado los que se dedican a la política y la administración de lo público?
¿Puede seguir, el Señor Gobernador justificando su violación de los derechos constitucionales al negarse a darle una audiencia (pública en la medida de la honestidad, para que toda la población sepa que piensa y dice, de verdad, cada uno) a 40 comunidades, representadas por sus caciques, autónomamente elegidos?
¿Cómo puede alguien que se pretende democrático y representativo negarse a dialogar frente a un conflicto, sometiendo al sector popular del mismo a incontables sufrimientos en la plaza para poder hacer oír su voz?
Ya de nada servirá el pueril y ridículo pretexto de que "si no esta conmigo es porque está con la oposición". El mundo es mucho mas amplio y diverso (felizmente).
No estamos frente a una "jugada política" de la o las oposiciones. Mas allá de que las mismas hagan todas las jugadas políticas que quieran (ya que aún vivimos en democracia y el juego de la política es algo legal, aunque a veces poco ético).
Estamos, y esto es lo que caracteriza al momento de tan especial, frente a la emergencia de un nuevo (aunque ancestral) sujeto social. Un nuevo protagonista de lo social, lo cultural, lo económico y lo político: un movimiento reivindicador de los derechos guaraníes protagonizado por ellos mismos.
¿Seremos capaces, gobernantes y gobernados, de reconocer esto? ¿De asumir que estamos ante un pueblo excluido y marginalizado que no quiere mas ocupar ese lugar y se moviliza para lograr sus derechos?
No perdamos esta oportunidad histórica de desandar los pasos con los que transitamos políticas agresivas, paternalistas y discriminatorias ante los mas antiguos dueños de esta provincia.
Ellos, con autonomía, pacíficamente y en el pleno ejercicio de sus derechos democráticos nos están interpelando. Ya no podremos, aunque alguno así lo quiera, seguir dando la espalda y guardando silencio, ante el sufrimiento de las comunidades M’byá de Misiones.
Ellos, los diferentes hermanos nuestros de la plaza solo piden que se respete el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional cuando reconoce "la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos" y establece garantías de que el Estado va a reconocer "personería jurídica de sus comunidades, posesión y propiedad comunitaria de las tierras tradicionalmente ocupadas..., educación bilingüe e intercultural, derecho a la participación en el manejo de sus recursos naturales y de todos aquellos intereses que los afecten..." (el subrayado es nuestro).
A efectos de saber y asumir la única postura que puede solucionar este conflicto, adjuntamos, en un recuadro, la Declaración que en Peruti, el día 23 de abril de este año, durante la Semana Nacional de los Pueblos Originarios, dieron las comunidades, iniciando así la movilización que los trajo a la plaza.
Raúl Aramendy
Director
CEMEP-ADIS (ONGD)
Angela Sánchez.
Yuquerí 437
3370 Iguazú.
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