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Argentina: La lucha continúa

No llamamos a blumberg ni lo vamos a llamar

CORREPI

En su discurso del 26 de agosto, Juan Carlos Blumberg cargó contra los organismos de DDHH, acusándolos de defender 'los Derechos Humanos de los delincuentes'. Ya en su convocatoria del 1º de abril, como lo consigna el diario La Nación del día siguiente, el empresario devenido experto en seguridad 'recriminó al Poder Judicial la existencia de magistrados más preocupados por los derechos humanos de los delincuentes que por los derechos de nosotros'.

Como siempre, Blumberg no inventa nada, sino que reproduce ampliado el discurso de los sectores reaccionarios. Lo de 'derechos humanos de los delincuentes', usado en oposición a los 'derechos humanos de la gente decente', es un viejo recurso de la derecha que sintetiza el fraude ideológico con el pretenden apropiarse de un concepto completamente ajeno, pues justamente su desarrollo teórico fue fruto de la derrota del fascismo y el avance de las luchas anticoloniales y antiimperialistas a mediados del siglo XX.

El 29 de julio de 1997, el torturador confeso Luis Abelardo Patti aseguró al Diario Clarín que el caso Cabezas 'no se resuelve porque el juez y los funcionarios respetan los derechos humanos de los delincuentes'. El 29 de septiembre de 1998, en la contratapa de Ambito Financiero, Bernardo Neustadt se preguntaba, ante la reforma del código procesal bonaerense que en teoría prometía cierto garantismo, '¿Otra ley para defender los derechos humanos de los delincuentes?'. Nuevamente Patti, en un programa radial del año 2000, repitió que 'si los delincuentes quieren que se respeten sus derechos humanos, deben irse a Costa Rica.' Lo hicimos en el caso Bulacio. La lista sigue con Toma, Ruckauf, Rico, Hadad, Feinmann y toda la 'barra' de Radio Diez, entre otros 'decentes', sin olvidar a la inefable Mirta Pérez.

Es notable la perversión de quien pide justicia para su hijo reclamando más poder para quienes muy probablemente sean los responsables de su asesinato. ¿O hay alguna duda todavía de que los secuestros extorsivos, como todo el 'crimen organizado' en Argentina es gerenciado, o al menos tiene fuertes vínculos con el aparato represivo del estado?

No es casual que los 'petitorios Blumberg' excluyan cuidadosamente de la lista de delitos aberrantes a la tortura y la tortura seguida de muerte. Es que esa es su metodología, la de los sectores que Blumberg representa. Con criterio de autopreservación, no escupen la mano del que protege sus intereses a patadas, aplicando la bolsita o con 220 voltios.

Blumberg no eligió rodearse con los organismos de Derechos Humanos en su hora de mayor dolor. Prefirió a Ruckauf, Casanovas o Durrieu, y vincularse con la Fundación Fores, bancada por varios de los más grandes estudios jurídicos de la Capital, incluido el de Mariano Grondona hijo, que llegó a la fama por hacer campaña contra la llegada de Eugenio Raúl Zaffaroni a la Corte (ver Página 12, 22/08/04), el Manhatan Institute, John Timoney, William Bratton, y otras luminarias de la mano dura y la tolerancia cero.

Con esas compañías, no sólo afirmamos que no lo llamamos, sino que jamás lo llamaremos, como no estuvimos en ninguna de sus marchas. Es más: mientras la 'gente decente' se movilizaba al Congreso, compañeros de CORREPI corrían a José León Suárez, para estar con los cartoneros represaliados por la policía.

CEAMSE: basura policial

Pocas horas antes de que la 'gente decente' se movilice, las cientos de personas que todos los días revuelven la basura para sobrevivir ingresaban al CEAMSE-Norte, en José León Suárez. A la dos horas de estar allí, la vigilancia privada del basural y la policía bonaerense iniciaron un operativo de 'desalojo forzado', a balazo limpio, donde participaron las comisarías 5ª de San Martín, seccionales vecinas, el Cuerpo de Infantería y Caballería.

Entre la basura fue encontrado Freddy Biaggi, un cartonero de 16 años, con una bala en un pulmón, que en estos momentos se debate entre la vida y la muerte.

La indignación de los vecinos y la represión se generalizaron en el barrio cercano, y hubo 50 detenidos, casi el 10% de la gente que ese día había ido a esperar los camiones que esa noche descargarían desechos de los supermercados.

Mientras se producía la balacera, que comenzó a cerca de las 19:00, la Delegación Departamental de Investigaciones de San Martín declaraba a las agencias de noticias que 'no había recibido denuncias, ni tenía reportados heridos hasta las 23:00'. Ahora, como la represión tomó estado público, la policía 'encuentra' elementos que califican de 'extraños', como una 'escopeta tumbera', en medio de toneladas de basura, demostrando mucha más eficiencia en la pesquisa que hace 5 meses atrás, cuando el cartonero Diego Duarte, de 15 años, fue sepultado por toneladas de basura para nunca más volver a aparecer.

En realidad, la represión en los basurales de José León Suarez viene de larga data. En el boletín N° 184, del 15/09/02, informábamos sobre cómo la policía amenazaba, corría a tiros y con gases lacrimógenos a los cartoneros. 'La mayoría de los vecinos -decíamos entonces- van al CEAMSE a buscar lo que hay allí tirado: pañales, leche en polvo, galletitas, fideos, puré de tomate, herramientas, y sobre todo por la posibilidad de levantar los materiales reciclables como el papel, el cartón (...) En los últimos tiempos, también se encontraron alimentos que no están vencidos'.

Además denunciábamos que 'Los efectivos policiales que cuidan el lugar recogen esa mercadería en vehículos y la sacan de allí para venderla en los mismos barrios cercanos al CEAMSE'. Conociendo esa situación, en Setiembre del 2002, CORREPI presentó un Habeas Corpus preventivo a favor de 40 cartoneros, que recayó en el juzgado de Garantías nº 1 de San Martín, a cargo del juez Fernández Gannon. El magistrado, que tiene muy aceitadas relaciones con la policía bonaerense, rechazó con costas la presentación, argumentando que 'no existirían elementos suficientes para presumir que en forma actual e inminente alguna de las personas nombradas pudiera ser privada ilegítimamente de su libertad'. El juez, además, mandó a investigar los 'delitos contra la propiedad' (de la basura) que los cartoneros podrían estar cometiendo. Dos años después, mal que le pese a Fernández Gannon, hay mayor represión, un niño muerto, y otro en terapia intensiva.

En la madrugada del 26, los abogados de la CORREPI que estuvieron presentes en el lugar y se pusieron a disposición de la familia del joven baleado, informaron que el ingeniero Juan Carlos Blumberg no se hizo presente durante la represión ni llamó por teléfono a la familia.