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Argentina: La lucha continúa

Béliz, Kirchner y la SIDE

por Hugo Alberto de Pedro
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm

Gustavo Osvaldo Béliz ha realizado una denuncia -puesta en escena mediante- muy fuerte sobre el funcionamiento de los servicios de inteligencia del Estado, la SIDE en éste caso, que merece que la Justicia Federal actúe rápida y seriamente realizando las investigaciones necesarias para esclarecer el tema de las mafias y corrupciones políticas. Si la actuación judicial es la misma de siempre sería preferible que no se gasten recursos públicos para terminar no haciendo nada, y menos aún que sea un motivo más de distracción, como los tantos que se inventan a diario. Este tema no puede quedar solamente en tomar algunas declaraciones para luego terminar en las "faltas de mérito".
"..., los movimientos pendulares de sus convicciones políticas son demasiados conocidas, la forma de cambiar su camiseta partidaria es demasiado rápida, sus compañeros de ruta representan lo más retrogrado de las ideas y sus denuncias siempre van acompañadas de un gran operativo de prensa y muy poco de una investigación y seguimiento para su corrección y búsqueda de las sanciones respectivas."
Lo precedente es parte de un artículo del 21 de mayo del 2003 (
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/justicia.htm) en el cual cuestionaba el nombramiento por parte del presidente electo Néstor Carlos Kirchner como Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del hoy echado Béliz.
Por supuesto que en lo más mínimo lamento el alejamiento del Gobierno Nacional de Béliz por muchos motivos, que me hacían considerarlo una persona no capaz -tampoco seria para el cargo- y con antecedentes generales por demás de cuestionables. Debemos recordar que obviamente al momento de su nombramiento no había comenzado el "show setentista".
Utilizó la palabra "show" con el mayor de los respetos por todos los que realmente lucharon y se jugaron por un país muy diferente a éste. Respeto por cada uno de los que hoy no están físicamente con nosotros y que seguramente no convalidarían las políticas de los que ahora nos quieren convencer que alzan banderas que jamás tuvieron y menos defendieron, porque en los momentos que deberían haber estado les interesaba más hacerse de un "patrimonio económico" y "rosquear políticamente". ¿Está claro no?
Todos sabemos que los servicios de inteligencia son una lacra y sus personeros elementos de los más despreciables, alcahuetes y delatores que entre todos pagamos. Así lo verifican los antecedentes e historiales institucionales que nadie duda que han sido represivos y fascistas.
Por eso llama la atención que ahora "no lo sean" para el presidente Kirchner, pero sin embargo "si lo eran" en su campaña electoral cuando decía ser víctima de ellos. ¿Porque debemos tener memoria, no?
La historia se repite en muchas oportunidades, o mejor dicho casi siempre.
Es imposible no aborrecer la realidad que nos ofrece la política vernácula y cada uno de sus esténtores, por más que intenten hacernos creer otras realidades inexistentes. Tienen una forma de ejercer la política, más precisamente vivir de ella, que está en un estado de putrefacción tan avanzado que solamente le espera su desaparición. Es el pueblo argentino el que tiene la obligación de firmar su certificado de defunción. ¿Una asignatura pendiente, no?
Mienten los que aseguran que del presupuesto de la SIDE no se derivan fondos hacia la política partidaria. De ser así, los gobernantes no estarían tan interesados por colocar allí a sus hombres de máxima confianza y con total independencia de sus cualidades y capacidades para entender algo sobre el tema -aunque sea lo más elemental-. No ha existido un solo secretario de Inteligencia con algún conocimiento previo del tema. Ninguno. Pero si han estado y están los que tienen una íntima relación -funcional políticamente- con los fondos que necesita el aparato partidario y los funcionarios "democrática y representativamente" elegidos para "hacer política" y "vivir de la política".
Que nadie espere que alguna vez se pueda conocer que hacen los servicios de inteligencia y a dónde van los millonarios presupuestos que disponen secretamente. Lo único que debemos exigir es que no sigan mintiendo, que no nos sigan robando y que no nos "sigan espiando". En síntesis que dejen de existir.
Porque esto es así desde la creación de los "servicios" y sus posteriores incrementos de funciones y atribuciones que algunos ejemplos vale la pena recordar:
Década del 30: "División de Orden Político – Sección Especial en la Policía Federal" - ("presidente-general" Agustín P. Justo) para controlar y perseguir a los militantes políticos opositores,
Década del 40: "Coordinación de Informaciones de la Presidencia de la Nación" - ("presidente-coronel" Juan Domingo Perón) se aumenta y perfeccionan las funciones y arbitrariedades con la finalidad de delatar y perseguir a los opositores,
Década del 50: "Secretaría de Informaciones de Estado - SIDE" - ("presidente-general" Pedro Eugenio Aramburu para controlar, perseguir y asesinar a ciudadanos civiles,
Década del 60: "Central Nacional de Inteligencia" y el "Consejo Nacional de Seguridad" - ("presidente-general Juan Carlos Onganía) con toda la furia de la Doctrina de la Seguridad Nacional,
Década del 70: "Triple A" - ("cabo-comisario general" José López Rega) agregó tortura, represión y muerte -tercer gobierno constitucional de Perón-,
"Batallón 601 de Inteligencia del Ejercito", la "Escuela de Mecánica de la Armada" y el "Servicio de Inteligencia Aérea" – ("generales, almirantes y brigadieres genocidas") que hicieron esa terrible noche de miedo y sangre del pueblo que fue la Dictadura Militar.
Una muy buena oportunidad tiene la clase política y especialmente el transversalmente progresista presidente Kirchner de terminar con los "espías" si realmente nos quieren permitir vivir en libertad y en una democracia seria, aunque sea solamente representativa.
Los Servicios de Inteligencia deben desaparecer.