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Argentina: La lucha continúa

Argentina
Historia piquetera. Una visión desde adentro

Daniel Campione

A propósito de Del piquete al movimiento. De los orígenes al 20 de diciembre de 2001. de Mariano Pacheco (MTD Almirante Brown)

Este trabajo constituye una narración, 'desde adentro' del proceso de luchas y discusiones que dio lugar a la conformación de un sector del movimiento de trabajadores desocupados, desde los arranques iniciales hasta las vísperas del 20 de diciembre de 2001. La ahora publicada es la primera parte de una secuencia que llegará hasta nuestros días. En décadas pasadas, existió una vasta tradición en Argentina de testimonios de militantes y dirigentes obreros y populares, publicados en forma de libros y folletos. Cuando no intervenían terceros convirtiendo lo que podía ser relato vívido y apasionado en rígida hagiografía, los resultados solieron ser auspiciosos.

Tiene el valor primordial del rescate, preciso y detallado, de aconteceres que suelen escapar a los periodistas y a los estudiosos, que con frecuencia son incluso difíciles de reconstruir mediante entrevistas u otros métodos de acercamiento. Nos encontramos con un prolijo inventario de acciones, grupos, uniones y rupturas, alianzas y dispersiones. Queda claro que el autor es un militante, integrado a los MTDs que tuvieron desarrollo sobre todo en el sur del Gran Buenos Aires. Y lo que nos transmite es el gradual crecimiento de esas organizaciones, el desarrollo de nuevas prácticas, el rescate de otras antiguas. La convergencia de distintas tradiciones: La militancia cristiana, el peronismo radicalizado, la izquierda marxista... Y señala también el cruce de dos orígenes diferentes: los piqueteros autónomos y los "de estructura", identificados sobre todo con la entente FTV-CCC, y en segundo lugar con las organizaciones ligadas directamente a partidos de izquierda.

Así le coloca un punto inicial, poco recordado, al movimiento piquetero, un 1° de mayo de 1996, en un acto en Plaza de Mayo que se dio en paralelo a otro de la izquierda partidaria. Ese pequeño acto donde convergían sectores del GBA de variadas orientaciones, dataría el comienzo de un camino, el de los movimientos piqueteros no ligados a partidos políticos, entre "...la base social y la militancia dispersa y golpeada"...

El 19 y el 20 de diciembre de 2001 no fueron un repentino despertar. Así los presentó cierta prensa, interesada en celebrar los acontecimientos, con una interpretación que permitiera poderlos 'enterrar' más rápidamente. Los piqueteros surgieron antes, en la evolución que va desde los cortes de ruta en lugares desmantelados por la privatización, hasta la asunción del 'piquete' como identidad y la vinculación primordial de esta herramienta con la situación de los desocupados. Constituyen una gran respuesta a las reformas estructurales del capitalismo concentrador y excluyente, pero también al vaciamiento de contenido de la democracia representativa y a la virtual muerte de la política. Sus primeros antecedentes deberían rastrearse en los años 80', en las diferentes tomas de tierras y fundación de barrios populares que se dieron sobre todo en el Gran Buenos Aires. Todavía no se había consumado parte central del proceso de reformas inspiradas por el gran capital local y mundial, pero ya aparecían formas de lucha nuevas. Mientras la dirigencia sindical abandonaba progresivamente los modos del vandorismo para entregarse a una práctica más directamente orientada a la colaboración permanente con las patronales, sectores amplios de las clases subalternas se enfrentaban a la realidad de que ya no tenían trabajo, no los defendía un sindicato, y dónde vivir y cómo subsistir se convertía en un interrogante acuciante, cuya resolución era más que dudoso esperar del 'exterior'. Lo que después va a ser el movimiento de trabajadores desocupados reconoce como causas la desocupación y la pobreza, pero dista de ser una mera 'reacción' frente a las mismas.

Pero es a partir de 1996, en Cutral Có y General Mosconi, en pequeñas ciudades prácticamente anuladas en su razón de existir por el cierre de YPF, que el trabajador desocupado emerge como sujeto visible, como centro de una movilización. Qué como se señala en el escrito, recupera, cambiándole de sentido, el 'piquete', una práctica del movimiento obrero. El piquete a la entrada de las fábricas y lugares de trabajo posibilitaba la huelga. Hoy, situado sobre las rutas, da lugar a un corte fundamental de la actividad económica, en una etapa del capitalismo en que el transporte y las comunicaciones tienen un protagonismo mucho mayor que en el pasado.

Los piquetes están sostenidos por la organización de trabajadores desocupados, tendencialmente horizontalista, basada en mandatos imperativos y revocables, y con un método muy específico, el corte de calles y rutas. Una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.

Sería más que interesante que este trabajo fuera estímulo para otros del mismo tipo, producidos por militantes que procuren aunar reconstrucción de experiencias con reflexión. Y que esto ocurriera desde distintos ámbitos geográficos, vertientes ideológicas y pertenencias organizativas. Serviría no sólo para dejar testimonio, sino para fogonear la discusión articulada con las experiencias concretas, para dar lugar a reflexiones que luego puedan volver al movimiento para alimentar nuevos avances del mismo. La fragmentación, la tendencia a la división perpetua que aqueja a los movimientos contestatarios argentinos, no exceptúa a las organizaciones piqueteras. La forma de convertir algo de esa multiplicidad en una riqueza aprovechable para el movimiento social, es la discusión abierta, reflexiva, de las distintas experiencias, de los diferentes modos de pensar y las prácticas diversas, que incluya a los militantes junto con los cientistas sociales y los comunicadores (y a los que son todas esas cosas a la vez, por supuesto). Vivimos una época en que al golpe de la caducidad de los paradigmas revolucionarios vigentes hasta los 70', le sucede la búsqueda de quienes, rechazando las convocatorias a la adaptación o la resignación, buscan nuevos caminos para construir un orden nuevo, generador de igualdad y justicia sustantivas. Esperamos con fervor que este escrito sea el primero de una serie...