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Argentina: La lucha contin�a

Pat�ticos "intelectuales

"El Quinteto de Buenos Aires tambien contra Cuba

Pablo E. Chac�n
Argenpress

En un pat�tico remedo de las innumerables cr�ticas de intelectuales al r�gimen cubano (las de Juan Goytisolo, Guillermo Cabrera Infante, Reynaldo Arenas, Virgilio Pi�era), cinco argentinos que no se toman vacaciones y que son considerados 'intelectuales' (Sylvina Walger, Juan Jos� Sebreli, Fernando Ruiz, Marcos Aguinis y Mar�a S�enz Quesada), exigieron por carta al canciller Bielsa un cambio en la orientaci�n de la pol�tica argentina hacia la isla.
La comentarista de chismes Sylvina Walger , el docente de la Universidad Austral (que financia el Opus Dei) Fernando Ruiz , el ensayista Juan Jos� Sebreli , la historiadora Mar�a S�enz Quesada y el m�dico Marcos Aguinis , ambos formados ideol�gicamente en la Uni�n C�vica Radical (UCR), acaban de hacer p�blica una misiva dirigida al canciller Rafael Bielsa, solicitando una urgente revisi�n de la actual pol�tica argentina hacia Cuba.
Seguramente motivados por razones ecum�nicas (y por la pr�xima votaci�n en la ONU sobre el estado de los derechos humanos en la isla), los 'intelectuales' (as� los llama el matutino La Naci�n), no s�lo piden que se atienda el reclamo sino que adem�s se instruya a la legaci�n en La Habana para que el embajador, Ra�l Taleb, reciba a disidentes y opositores a Fidel Castro.
'Es hora' , puede leerse en la 'Carta de reconocimiento al movimiento c�vico cubano', 'de que nuestros gobiernos (en referencia a los de esta regi�n) instruyan a sus embajadas en Cuba para que se abran a todo el pueblo cubano (sic), tanto en sus actividades culturales como en sus recepciones oficiales'.
Aguinis (que tambi�n ejerce la psicoterapia y la escritura, con suerte diversa), afirm� que 'resulta vergonzoso que los argentinos, que recordamos las violaciones de los derechos humanos cometidas por la (�ltima) dictadura, no nos expresemos con la debida energ�a para defender los derechos humanos en otras partes. Esto es contradictorio y aberrante' .
El m�dico acaso olvida que form� parte - fue secretario de Cultura - del gobierno de Ra�l Ricardo Alfons�n (que dict� las leyes de obediencia debida y punto final), y que en las �ltimas elecciones form� parte de los equipos 't�cnicos' que asesoraron al candidato de la centroderecha, Ricardo L�pez Murphy, quien result� votado masivamente por nost�lgicos de aquella dictadura (candidatos provinciales, entre ellos su compa�ero de f�rmula, polic�as y militares); y tambi�n por radicales de derecha (la redundancia es inevitable).
Entretanto, Walger, especialista en ventilaci�n de chismes, sostuvo que la idea fue juntar 'intelectuales' (sic) que mantengan 'equidistancia' (sic) respecto de las posiciones m�s extremistas a favor y en contra de Castro, pero confes� que la tarea no fue sencilla. 'Hay mucha gente que no quiere decir lo que piensa' , agreg�.
En sinton�a con Aguinis, quien compar� al l�der cubano con Stalin, la autora de 'Pizza con champ�n', acaso crea que en la Argentina de Kirchner, sobre la cabeza de los intransigentes, en alg�n momento, tarde o temprano, caer� la guada�a, la proscripci�n, la censura o el juicio sumar�simo seguido de traslado compulsivo al penal de Ushuaia, en v�as de refacci�n.
En los mentideros pol�tico-literarios circul� esta tarde el rumor de que todo se trata de una operaci�n de prensa y difusi�n: las cifras de ventas no acompa�an a Walger como lo hicieron durante el decenio de Carlos Menem; tampoco las de Aguinis (aunque su p�blico es m�s fiel); las de Sebreli se mantienen estables, mientras que S�enz Quesada conoci� la gloria -si aquello fue la gloria- durante los a�os de Fernando de la R�a; Ruiz, hoy como antes, es un desconocido para la mayor�a de los argentinos, excepto para sus alumnos, sus prebostes y sus sponsors, todos vinculados al ex vocero carapintada Daniel Hadad.
Consultados por La Naci�n , Aguinis, Walger y Ruiz, dijeron adem�s que Taleb, el embajador argentino en Cuba, 'tiene poco nivel pol�tico y diplom�tico' . S�lo falt� agregar 'intelectual' y que alguno de ellos, 'intelectuales', se propusiera para el cargo, vacante de toda vacancia.
Sebreli, otro de los cooptados por L�pez Murphy, mantuvo silencio; en su juventud frecuent� las obras de Hegel, Marx, Carlos Astrada, Sartre y Merleau-Ponty; fue miembro de la revista 'Contorno', amigo de Oscar Masotta y Carlos Correas; de m�s grande conoci� los escritos de Jacques Lacan y Claude L�vi-Strauss, pero prefiri� los de Jurgen Habermas, John Rawls, Charles Taylor y Robert Nozick: de ah� sus �ltimos libros, tan sofisticados como reaccionarios.
Walger, que parece haberse quedado sin fuentes, ech� el gargajo del final. ' A la gente de izquierda (argentina) no le importa el pueblo cubano, le importa Fidel (por Castro). Se apoya o no se apoya a Fidel. Y arreglan todo diciendo que 'son todos de la CIA''. Se arriesga, o se adelanta: habr� que ver qu� pasa cuando en lugar de Fidel (Castro) llegue al poder Ra�l, su hermano' .

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