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Argentina: La lucha continúa

SE VINCULA DIRECTAMENTE CON LA POBREZA

Niños argentinos comen cada vez peor

PL

La obesidad y el sobrepeso de los niños son producto de una mala alimentación a base de comestibles con alto contenido calórico, mientras cada vez consumen menos nutrientes esenciales, reveló un estudio.

El 22 por ciento de los chicos tiene sobrepeso y entre un seis y un ocho es obeso, cifras que para nada se relacionan con la opulencia y las hamburguesas y helados que engordan a los pequeños del llamado Primer Mundo, dijo el doctor Alejandro O´Donell.

Para el director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), esas estadísticas se vinculan de manera directa con la pobreza y la mala alimentación a base de harinas.

Los menores que hoy comen así, opinó el especialista, se aseguran un futuro complicado respecto a la salud, pues tienen todas las posibilidades de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis y deficiencias renales.

Esos peligros se agudizarán en los próximos 10 años, a menos que se revierta la situación de miseria en la cual vive el 60 por ciento de los pequeños argentinos, advirtió.

Hay más niños con sobrepeso que desnutridos, aseguró O´Donell, quien explicó que la obesidad es resultado de la pésima nutrición, compuesta por dietas ricas en harinas y grasas y muy pobres en proteínas y micronutrientes.

El también jefe del Departamento de Pediatría del Hospital Alemán pronosticó que si la situación económica del país no mejora, la base de la alimentación seguirá siendo el pan, los fideos y otros derivados de la harina, pues comer bien es caro.

Al respecto, el médico nutricionista Sergio Britos destacó que después de la crisis del 2001, la cual repercutió en forma directa en los hogares con escasos recursos, la calidad del consumo empeoró más que la cantidad.

El CESNI difundirá hoy una investigación sobre 1.800 casos de niños, de uno a 13 años, residentes en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba y Río Negro y pertenecientes a diferentes contextos socioeconómicos

La conclusión del análisis es que los fideos, el pan y el azúcar son los productos que más consumen los infantes, mientras escasean las comidas con hortalizas, verduras y frutas.