CONVOCAR A LAS FUERZAS ARMADAS PARA ¨PONER ORDEN¨ EN LA CASA…

La derecha se abroquela

Las últimas noticias muestran a dos políticos actuales; uno desde el campo del peronismo, ex presidente de la Nación y otro de la derecha, empresario, familia responsable de la pésima administración de la concesión de CORREOS, antes ENCOTEL, del mal servicio de Manliba, dirigente del fútbol argentino; sostener las mismas cosas, la utilización de las fuerzas armadas para terminar con los problemas de inseguridad. ¨…es producto de la estupidez ideológica¨ afirma Mauricio Macri, ¨que nos limita, pero es una obviedad que, por ley, las Fuerzas Armadas pueden participar en apoyo logístico¨. Mientras el ex presidente Duhalde sostiene ¨algún día se deberá debatir cual es el rol de las Fuerzas Armadas que, por suerte, han perdido las hipótesis de guerra tradicionales que tenían en nuestros vecinos a los potenciales enemigos¨.

Bien, algunos aspectos que valen la pena para desmenuzar estas afirmaciones, por un lado Macri muy preocupado por los secuestros expresos, afirma que para perseguir a los delincuentes se debe utilizar a las fuerzas armadas, que por suerte la ley permite que con apoyo logístico salgan a solucionar los problemas de seguridad que no resuelven las fuerzas de seguridad.

En el caso del ex presidente se refiere al tiempo anterior a la implementación de la Doctrina de la Seguridad Nacional, cuando las hipótesis de conflicto eran los enemigos externos, a partir del ´62, y con el ejemplo de Argelia, la ocupación por parte de Francia y luego Norteamérica en Vietnam, la irrupción de la Revolución Cubana, las luchas de Liberación Nacional en el continente africano, en Asia y en América; los nuevos mandatos del país imperial, fueron cambiar el enemigo externo por uno interno. La lucha contra el comunismo internacional, en medio del proceso de la guerra fría y la disputa de los dos bloques. En ese marco hace su aparición nefasta la Doctrina de la Seguridad Nacional.

Este cambio de enemigos ha dejado en la historia de nuestro continente miles, aún no determinados, de muertes, desapariciones, tortura, campos de concentración, de similar magnitud a la Alemania nazi. Porque los genocidios no son cuantificables, lo que hay que analizar son las consecuencias y las secuelas que ha dejado.

En nuestro país es claro, los ochenta y noventa no son accidentes, sino producto de la dictadura, la desastrosa democracia que hemos tenido no saldó las deudas de aquella dictadura, al contrario, las profundizó.

Por otro lado, la Cámara de Casación sostiene en su sentencia que los crímenes que cometieron las Fuerzas Armadas no es un agravio a la institución, que las afirmaciones de Ramón Díaz Bessone, Reynaldo Bignone y Albano Harguindeguy que justifican, entre otras aberraciones, la tortura no agravian a la institución. Esto está en la reciente producción documental, estrenada la semana pasada: Escuadrones de la Muerte. La Escuela Francesa, donde el tribunal sostiene que: ¨no se advierte en el contenido de las entrevistas afirmaciones que ofendan, injurien o deshonren el honor militar, puesto que lo allí afirmado no revela falta de respeto, agravio o desacreditación a la institución o a sus miembros¨. No hay delitos, dice el Tribunal, y uno se pregunta y contesta, sí es delito torturar, pero se justifica, primero por los torturadores intelectuales y materiales y luego por el Tribunal de Casación que lo legitima. De ahora en más ¿cómo se pude condenar por protestar?

Bien, arrecia nuevamente la derecha buscando chivos expiatorios, los medios, sobre todo los audiovisuales, que tanto les gusta hacer investigaciones, les falta desnudar quienes están detrás de estos secuestros, que tienen una logística nada despreciable, que pueden mantener oculto a un secuestrado durante semanas, que poseen equipos, casas y personal suficiente para burlar a las fuerzas de seguridad.

Sobre estos aspectos de los secuestros expresos se oculta, deliberadamente, a los responsables, lo que se descubre son los denominados: perejiles en la jerga policial y del secuestro, pero no a los jefes intelectuales.

Las problemáticas de inseguridad no estaban entre estos sectores, que durante décadas han gozado de toda su seguridad, lo que sucede es que la ostentación inmoral de la riqueza atrapa, y al pobre se le roban moneditas, mientras estos niveles de robo existían, poco importancia se les daba; ahora les tocó a ellos.

Los noventa dejaron eso, inmoralidad, ostentación y farándula.

Las fuerzas armadas y de seguridad han sido condenadas socialmente por las aberraciones cometidas en nombre de una sociedad sin pobres, sin díscolos, sin lenguas… hoy desde estos lugares se intenta volver a reverdecer el espacio del enemigo interno. Por eso es más importante el copamiento a la comisaría 24 de la Boca, que el asesinato de Martín, el Oso, Cisneros. Es más importante para el asesor de Blumberg, Carlos Medina, que ¨los limpiavidrios y prostitutas son terroristas urbanos¨, por lo tanto hay que perseguirlos, como sostuvo en la provincia mediterránea, que los altos niveles de pobreza que hay en nuestro país. Por eso se exige en los despachos oficiales y la legislatura nacional apruebe leyes que responsabilizan aún más a los ¨menores¨ porque los niños son para estos otros sectores sociales.

Por eso se llora por la madre secuestrada, y no se entrevista a la mamá de Miguel Bru, a la Kosteki, o Santillán, a la Teresa Rodríguez, o la madre de Sebastián Bordón, entre otras… Es así de sencillo, quieren inducir, una vez más, que las fuerzas armadas y de seguridad vuelvan a servir, nuevamente, como fuerza represora, con el pretexto de reprimir el ¨desorden que hay en la casa¨. Pero en realidad buscan volver a utilizar a las fuerzas armadas para que cuiden sus intereses y les garanticen la paz de los cementerios. Servirán para buscar al enemigo interno responsable de los secuestros expresos y los niveles de inseguridad, de su inseguridad, mientras no se desprocesan a los miles de trabajadores que protestan por un puesto laboral, un bolsón de comida o un plan trabajar.

El llamado de la clase política a las Fuerzas Armadas hace recordar a otros momentos, cuando se golpeaban cuarteles para voltear gobiernos constitucionales y después se utilizaba el estado de sitio para la persecución sistemática.

El narcotráfico internacional, el flagelo continental y las profundas secuelas que va dejando en nuestra sociedad, no es responsabilidad de la pobreza extrema. De los motivos de la indigencia son responsables quienes dirigieron los estados nacionales. El estado no es una entelequia, son instituciones, administraciones, fuerza coercitiva que la utilizan y conducen aquellos que tienen compromiso político e ideológico y ganan esos espacios.

La convulsión social actual, los díscolos ¨ no se combaten con las fuerzas armadas y de seguridad, se solucionan buscando las salidas a estos inmensos niveles de pobreza y exclusión. El llamado de las Fuerzas Armadas es para regar nuevamente, de sangre el suelo argentino…no se trata de exabruptos, son afirmaciones no ligeras, responden a una concepción ideológica.

Por otro lado el ejército en la voz de su responsable máximo, el general Bendini afirmó que las fuerzas armadas están para custodiar la soberanía y los recursos del país.

Por otro lado, la escuela francesa, muchos hoy despertarán que existió, convivió con la escuela norteamericana por varios años, en el mismo Edificio Libertador, unos asesores funcionaban en un piso y otros en otro lugar del edificio, allí se planificó lo fue después el Terrorismo de Estado.

Por eso debe haber una respuesta de conjunto, las Fuerzas Armadas, nuevamente, no pueden ser las fuerzas de ocupación del territorio nacional… al territorio nacional sólo lo debe ocupar el pueblo…

Notas:
(1) Memoria Debida - D´Andrea Morh, José Luis - Colihue - 1999 - pág.39.
(2) USARSA (United States Army School of the Americas) Zona del Canal.
(3) Memoria Debida - idem - pág. 41.
(4) Idem - pág. 41.
(5) Idem - pág. 44.