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Medio Oriente

"Tememos por la seguridad del presidente Yasser Arafat"

Por Eduardo Febbro

Bloqueado dentro del cuartel general del presidente de la Autoridad Palestina en medio de la ofensiva israelí, el director general del ministerio palestino de Cooperación Internacional habló con Página/12 gracias a un teléfono celular. Ahmed Sobeh contó el contexto de la intervención militar israelí, al tiempo que denunció un plan sistemático de Ariel Sharon para asesinar a Yasser Arafat y negar toda soberanía a los palestinos.

–¿Cómo es la situación ahora?

–Estamos muy cerca de las oficinas del presidente Arafat. De los 200 tanques nuevos que han entrado para ocupar la ciudad, 70 se encuentran en las plazas y en las inmediaciones de las oficinas del presidente situadas dentro del complejo presidencial. Hay más de 3000 soldados desplegados. Los tanques han destruido todos los muros y parte de los edificios adyacentes, ocupando la totalidad de estos edificios, que son siete. En este momento hay tiroteos entre la guardia personal de Yasser Arafat y las fuerzas invasoras israelíes. Tenemos serias preocupaciones por la seguridad personal de Arafat. No creemos absolutamente nada en lo que se ha dicho acerca de que los israelíes no pretenden dañar físicamente al presidente Arafat. Todo el poderío de la máquina militar israelí nos prueba lo contrario, tanto más cuanto que el operativo de hoy no es una casualidad, ni tampoco una reacción a los atentados. Se trata de la culminación de un plan que Sharon trajo cuando llegó al poder y que apunta a destruir todo lo que queda del proceso de paz y todo cuanto significa la soberanía palestina.

–Todo indica que hay una reocupación programada de Ramalá.

–No cabe la menor duda de que, con un enfermizo rencor contra Arafat que tiene más de 20 años, es decir, desde que Sharon fue derrotado en Beirut y quedó como un criminal de guerra, no hay dudas pues de que Sharon está intentando saldar cuentas anteriores. Sin embargo, Sharon nunca aceptó ningún aspecto de los sucesivos procesos de paz: hace 24 años, el Parlamento israelí votó contra los acuerdos de paz entre Egipto e Israel. Luego, votó en contra del acuerdo de paz con Jordania y, finalmente, se opuso a todos los acuerdos de paz firmados entre palestinos e israelíes. Sharon siempre intentó imponer por la fuerza militar sus posiciones. Cuando salió electo primer ministro, Sharon contrajo una promesa electoral: prometió aportar la seguridad a Israel en un plazo de 100 días. Pero en los últimos 14 meses ha traído más muertes al pueblo israelí que las que hubo desde la fundación del Estado de Israel. A nosotros, los palestinos, Sharon nos trajo enormes tragedias y hoy está destruyendo los últimos vestigios de un proceso de paz que hubiese podido llegar a buen puerto. Su política guerrerista y criminal nos condujo a un camino sin salida.

–¿Este contexto cierra acaso para siempre la posibilidad de la paz?

–Nosotros tenemos dos problemas. De uno de ellos ya hablé, es Sharon. El otro es la falta de sensibilidad del gobierno de EE.UU. hacia el sufrimiento del pueblo palestino. Hasta ahora, ha sido un mediador parcial, injusto y aliado a la política de Sharon. Eso explica la falta de acuerdos.

–La propuesta de Arabia Saudita aceptada por la Liga Arabe durante la cumbre de Beirut, ¿ofrece una alternativa?

–Por primera vez y sin reservas, la cumbre árabe aprobó la propuesta saudita que ofrece reconocimiento y seguridad de todos los árabes para Israel. Ante esta oferta generosa y grande la respuesta de Sharon consistió en enviar los tanques, ocupar Ramalá e intentar asesinar al presidente Arafat. Pero Sharon terminará vencido porque tiene una enorme crisis de credibilidad con su pueblo. En vez de reconocer su fracaso y renunciar a la jefatura de gobierno, Sharon transfiere su fracaso hacia el pueblo palestino. Arafat está cercado desde hace más de cuatro meses y desde hace 18 meses, todos nosotros, los ciudadanos palestinos, no podemos movernos de nuestras ciudades, aldeas, pueblos, campamentos. Y en medio de esta situación se le exige a Arafat que garantice la seguridad de los israelíes en cualquier parte. Esto es inconcebible. Sharon fracasó y lo único que hace es acarrear más muertes y tragedias para nuestros dos pueblos. No cabe la menor duda de que todos los pueblos quieren la paz. Pero lo que ocurre ahora es que Israel está bajo una fiebre, un miedo colectivo que les infunde Sharon diciendo que los palestinos, con actos suicidas, están matando israelíes. ¿Pero nadie se preguntó qué empuja a jóvenes de 17 y 18 años a morir de esa manera?: es la ocupación israelí, es la desesperación, la falta de esperanza, es la falta de un horizonte político mejor. La ocupación israelí es la causante de estos males. Esa causante debe terminar para que lleguemos a la paz con los israelíes. Sin Sharon llegaremos a eso, a una paz justa y duradera.

–Pero incluso sin Sharon los grupos radicales como Hamas siguen activos.

–En una situación como la nuestra, a todos los partidos políticos, buenos o malos, no se los puede juzgar hasta que no se ponga fin a la ocupación israelí. Aunque a veces es difícil de entenderlo, todos esos partidos justifican lo que hacen como una respuesta a la política de ocupación. Mire, las tragedias nunca se contabilizan con macabros recuentos de muertes. Sin embargo, en los últimos 18 meses hubo 1600 palestinos muertos y 400 israelíes. La muerte de un israelí es una historia mientras que la muerte de los palestinos son meras cifras. Es inconcebible.