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Medio Oriente

"Los estadounidenses están ahora
más cerca de nuestras posiciones"

El mundo debe presionar a Israel para que cambie su posición. Los que ligan a Al Fatah con el terrorismo mienten. También mienten los que dicen que la Autoridad Palestina recibe dinero y armas de Irán. Estas son algunas de las definiciones de Yasser Arafat en el siguiente reportaje.
Deudos palestinos cargan el cuerpo de un activista muerto el domingo por Israel en Gaza.

Por Angeles Espinosa

Desde Ramalá
El helicóptero jordano que tendría que sacarlo de Ramalá tal vez estuviera ya listo, pero en la noche del lunes al martes ni el presidente palestino ni sus ayudantes más cercanos soltaban prenda sobre su eventual viaje a Beirut. A sus 72 años, Yasser Arafat sigue guardando cartas en la manga. "Lo que diga el gobierno israelí no me parece muy importante", asegura desafiante. "La Intifada ha mostrado que es imposible doblegar la voluntad colectiva del pueblo palestino", declara a este diario en su despacho sin dejar de atender el papeleo que se acumula sobre su mesa. "La paz no es sólo para nosotros, sino también una necesidad para los israelíes", subraya convencido. Ni siquiera la ambigüedad de Estados Unidos lo desanima: "Todavía tengo esperanza de que el presidente Bush cumpla lo que inició su padre para alcanzar una paz justa y global".

–¿Qué aporta de nuevo la iniciativa saudita para que la cumbre de Beirut haya despertado tantas expectativas?

–Por primera vez se proyecta un acuerdo árabe total y además ya ha sido aceptado en principio por los ministros de Exteriores de la Liga Arabe en sus sesiones preliminares.

–¿Significa eso que se va a dar un paso adelante en la resolución del problema?

–Es algo nuevo, aunque algunos de sus elementos ya estaban presentes en iniciativas anteriores, el plan Fahd de 1981, con contribuciones egipcias, jordanas y de otras partes que quieren lo mismo: un tratado global con Israel.

–¿Cómo interpreta la actitud de Estados Unidos? Por un lado, el vicepresidente Cheney pasa por aquí sin hacerle una visita. Por otro, impulsan la resolución 1397 del Consejo de Seguridad de la ONU que reconoce el Estado palestino. ¿Ha habido un cambio de actitud o está Washington motivado por otros intereses, como por ejemplo Irak?

–Cheney me había pedido que me reuniera con él ayer en El Cairo y esta reunión no se produjo. Sólo puedo decir que ha sido aplazada. Por tercera vez, tenemos aquí al general Zinni, como enviado especial del presidente. El secretario de Estado Colin Powell me acaba de hablar hace un par de horas por teléfono y está en contacto telefónico conmigo. Efectivamente, la resolución 1397 es redacción estadounidense, no es sólo que ellos la hayan presentado. Es su decisión y la valoramos. El tema palestino es algo mucho más profundo como para que pueda ser utilizado superficialmente para cubrir otras cosas. Impone la agenda. Recuerdo siempre que el presidente Bush padre inició la Conferencia de Madrid. Nosotros continuamos el contacto con el presidente Clinton y seguimos esperando que Bush hijo siga estos pasos de un interés genuino de Estados Unidos en la zona. Todavía tengo esperanza de que el presidente Bush cumpla lo que inició su padre para completar una paz genuina, duradera, justa y global en esta zona.

–Tras un millar de muertos, decenas de miles de heridos, pérdidas millonarias, parálisis económica y social, ¿qué ha traído esta Intifada al pueblo palestino?

–Ha mostrado que es imposible doblegar la voluntad colectiva del pueblo palestino de conseguir sus derechos. Nuestro pueblo es hoy el único que está bajo ocupación extranjera en el mundo. ¿Es eso aceptable para el mundo? Contamos con una unidad nacional inquebrantable, con un excelente apoyo internacional, del que estamos satisfechos. No tiene más que ver el último comunicado de la cumbre europea de Barcelona, la tercera visita de Zinni cuando Estados Unidos no quería inmiscuirse... Además, algo novedoso: los estadounidenses están ahora más cerca de aceptar nuestra idea de que se desplieguen observadores internacionales.

–Ese apoyo no es nuevo. ¿Qué le permite creer que ahora hay elementos para salir del atolladero? –La única solución es cumplir lo que está acordado y firmado. ¿Es que todas estas fuerzas internacionales no pueden influir en la posición de Israel? La paz no es sólo para nosotros, sino también una necesidad para los mismos israelíes, para todo Medio Oriente y se reflejará en la estabilidad mundial. ¿Acaso carecen de importancia todas las fuerzas internacionales para cambiar el curso de lo que quiere el gobierno de Israel? También tiene un interés geopolítico para Europa.

–¿Tiene la Autoridad Palestina capacidad para cumplir las exigencias del plan Tenet en cuanto a decomiso de armas ilegales y detención de quienes atenten contra Israel?

–Hay una gran diferencia entre el texto de lo que es Tenet, lo que acordamos en junio, y lo que hoy dicen los israelíes que es Tenet. Ellos entraron en todas las ciudades y supuestamente recogieron todas las armas. ¿Para qué quieren que yo lo haga de nuevo? Han detenido a miles de personas. ¿Queda alguien por detener? Han destruido las instituciones de seguridad, casas, industrias, la agricultura... Han arrancado el 50 por ciento de nuestros olivos.

–El jueves pasado usted condenó el último atentado, pero desde Israel se duda de su sinceridad porque uno de los grupos atacantes (las Brigadas de Al Aqsa) está vinculado con Al Fatah...

–No es correcto. Es un pretexto que usan los israelíes para justificar su escalada. Por favor, pregúnteles a los pocos observadores europeos que hay desplegados. Son pocos, pero muy eficientes. Yo confío en su palabra y en el esfuerzo que estamos haciendo para cumplir nuestra parte de los compromisos con Israel. Pero este cierre total... llevamos 47.000 víctimas, entre muertos y heridos, en los últimos 18 meses, con humillaciones permanentes y diarias en los puestos de control israelíes. Han destruido toda la economía palestina y sus factores de producción. El 66 por ciento de la población de Gaza y el 45 por ciento en Cisjordania están por debajo de la pobreza...

–Además de poner observadores, ¿qué están haciendo los europeos en esta crisis?

–Es importante el papel de los observadores y ojalá que pueda crecer. Segundo, es el esfuerzo permanente de la UE en la comisión cuatripartita. Tercero, su ayuda financiera. Y cuarto, el interés político europeo a través de sus enviados, en especial del embajador Moratinos.

–Un diario estadounidense acaba de publicar que la Autoridad Palestina ha firmado un pacto con Irán para que le dé armas y dinero. ¿Qué tiene que decir al respecto?

–No merece ningún comentario. Lo hemos desmentido por activa y por pasiva. Le reitero de una manera categórica no tener ningún tipo de relaciones militares ni ahora, ni antes, ni después con Irán. Y también lo han afirmado todos los responsables del gobierno iraní. Desafío a que me den una sola prueba de lo que dicen.

–¿Sigue convencido de que verá ondear la bandera palestina sobre Jerusalén?

–Cuando salí de Beirut hace 20 años, me preguntaron adónde iba y respondí que a Palestina. Muchos pensaron que no estaba en mis cabales. Ahora estamos hablando aquí. Y sigo repitiendo que sí voy a ir a Jerusalén, a Jerusalén Oriental, que es parte del territorio ocupado en 1967 y la capital del Estado palestino. Allí están además los Santos Lugares cristianos y musulmanes.