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Medio Oriente

Tres israelíes murieron este martes por un ataque de las Brigadas de Mártires de Al Qasa

REUTERS, PL, AFP Y DPA

Ariel Sharon anuncia "una verdadera guerra frente al enemigo cruel y sanguinario"
Tel Aviv recrudece su ofensiva sobre territorios palestinos; ayer mató a 19

Tel Aviv, 5 de marzo. Tres israelíes murieron esta madrugada durante el ataque de un miliciano de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, horas después de que las fuerzas israelíes mataron a 19 palestinos, entre ellos cinco niños, en una serie de acciones en la franja de Gaza y Cisjordania.
Además, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, prometió "golpear duro" el levantamiento palestino, e intensificar las operaciones del ejército de su país tras la muerte de 22 israelíes en atentados de extremistas palestinos, el fin de semana.
Ante la creciente violencia en Medio Oriente, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, propuso en Washington una nueva cumbre entre Sharon, y el líder palestino, Yasser Arafat, a fin de tratar de calmar la situación; planteó que el encuentro se celebre en la localidad de Sharm el Sheikh.
El presidente Estados Unidos, George W. Bush, condenó la violencia que se incrementó en los últimos días en Medio Oriente y llamó a Arafat a aumentar los esfuerzos para devolver la calma a la región.
Pero para Sharon, los palestinos todavía tienen que sufrir muchas bajas para que sepan que no lograrán nada mediante el terrorismo. "Estamos comprometidos en una verdadera guerra frente al enemigo cruel y sanguinario", sostuvo ante la prensa.
La noche del lunes, después de estas declaraciones, helicópteros de combate israelíes dispararon dos misiles contra el principal edificio de los servicios de inteligencia palestinos, situado a unos metros de la oficina de Arafat, en Ramallah, Cisjordania.
"Arafat estaba en su oficina; se encuentra bien y sigue trabajando", declaró Nabil Abu Rudeina, principal consejero del líder palestino, confinado en Ramallah desde el 3 de diciembre pasado.
La armada israelí también disparó un cohete en Gaza que cayó cerca de las oficinas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), mientras un caza F-16 atacó en Belén otro edificio de los servicios de inteligencia palestinos y de la Fuerza 17, la guardia personal de Arafat.
Se "castigará" a Israel
El secretario palestino de Gobierno, Ahmad Abdelrahman, amenazó con "castigar" a Israel. "La respuesta a la escalada será la escalada", advirtió, mientras el ministro y negociador de la ANP, Saeb Erekat, instó a la comunidad internacional a intervenir para detener la ofensiva de Israel en Cisjordania y la franja de Gaza.
El movimiento extremista Hamas, responsable de la mayoría de ataques suicidas en Israel, amenazó con responder a los "crímenes" realizados el lunes por Tel Aviv.
Un tanque israelí lanzó un obús cerca del campamento de refugiados de Al Amari, próximo a Ramallah, matando a seis palestinos que viajaban en dos autos, entre ellos la mujer y los tres niños de un responsable de Hamas.
El ministro israelí de Defensa, Banjamin Ben Eliezer, lamentó estas muertes en un comunicado, y aseguró que el tanque apuntaba a un vehículo que transportaba palestinos armados, y que los civiles "fueron muertos por error".
Hamas acusó al ejército israelí de intentar dar muerte al responsable local de su movimiento.
En el campamento de refugiados de Jenin, en Cisjordania, un médico responsable de la Media Luna Roja palestina murió tras ser alcanzado por disparos de militares israelíes contra su ambulancia, que transportaba a una niña herida, la cual sobrevivió.
Las fuerzas israelíes afirmaron haber disparado con armas ligeras contra un vehículo que había forzado un control policial, pero la Cruz Roja denunció la falta de respeto que padecen los servicios médicos de emergencia en el conflicto.
También en Jenin, el ejército israelí mató a por los menos siete personas, así como al jefe local de las Brigadas de los Mártires de al Aqsa, grupo armado ligado al movimiento Fatah de Arafat, mientras que en Rafah, en Gaza, ultimó a otros tres palestinos.
En la región de Nablus, soldados israelíes mataron a un palestino que corría hacia ellos con un cuchillo, gritando: "Dios es grande".
Además, unidades del ejército penetraron a los pueblos palestinos de Wadi al-Salqa y Abu al-Hole, en el sur de la franja de Gaza, e impusieron el toque de queda.
La madrugada del martes, un palestino armado disparó indiscriminadamente contra dos restaurantes ubicados en una zona céntrica de Tel Aviv, con un saldo de tres israelíes muertos y más de 30 heridos. Las Brigadas Mártires de Al Aqsa se atribuyeron el ataque en represalia, indicaron, "por la matanza de mujeres y niños en Ramallah y Jenin".
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó que el baño de sangre en los territorios palestinos e Israel no debe impedir que se siga buscando una solución duradera al conflicto en Medio Oriente, y calificó de muy útil la propuesta saudita de que Israel se retire a las posiciones previas a la Guerra de los Seis Días, en 1967.
A su vez, el presidente del gobierno español, José María Aznar, expresó su preocupación por la "alarmante" situación en Medio Oriente, y exigió a israelíes y palestinos declarar el regreso al diálogo, al destacar que la situación es cada vez más grave y se encuentra al "borde de la guerra".