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Medio Oriente

Exige la UE a Sharon retirar sus
tropas de los campos de refugiados de Balata y Jenin

Atentado suicida en Jerusalén provoca la muerte de al menos 10 israelíes
Responsabiliza Tel Aviv a la ANP y Arafat por el ataque de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa
El asesinato de ciudadanos inocentes sólo perjudica los intereses del pueblo palestino, dice EU
DPA, REUTERS Y AFP

Jerusalen, 2 de marzo. Un atentado suicida perpetrado en el centro de Jerusalén provocó la noche de este sábado la muerte de por lo menos 10 israelíes, y la del propio autor del ataque. Entre los muertos se cuenta un bebé de 18 meses, además de que alrededor de 57 personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad.
El ataque fue reivindicado por las Brigadas de Mártires de Al Aq-sa, y condenado de inmediato por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), mientras el gobierno is-raelí responsabilizó del atentado a la dirigencia de la organización y su presidente, Yasser Arafat.
"Un terrorista que llevaba encima una carga de explosivos la hi-zo estallar en medio de un grupo de personas", en el barrio ultraortodoxo de Beit Israel, en el mo-mento en que los israelíes salían de la sinagoga tras la oración del sábado, declaró a la prensa el co-mandante de la policía de Jerusalén, Micky Levy.
Testigos indicaron que el atacante se había disfrazado de judío ultraortodoxo con tocado tradicional en la cabeza, y llevaba la bom-ba en una bolsa.
La explosión destruyó por completo un vehículo que estaba estacionado cerca del lugar, por lo que en un primer momento se pensó que se trataba de un coche-bomba.
A sólo una calle de donde ocurrió la explosión, y justo en el momento del ataque, alrededor de 3 mil israelíes llevaban a cabo una marcha por la paz y en protesta contra la ocupación israelí de Je-nin y Balata.
Convocados por el movimiento israelí La Paz Ahora, los manifestantes se dirigían hacia la residencia del primer ministro de Israel, el derechista Ariel Sharon, cuando tuvo lugar el ataque.
Condena de Yasser Arafat
El atentado fue condenado por el presidente Arafat. "Por principio la ANP está contra el asesinato de civiles de ambos bandos", indicó una declaración publicada en la ciudad cisjordana de Ramallah, donde el mandatario palestino se halla confinado.
No obstante, el titular de la ANP dijo que la responsabilidad es de lo que calificó de "política de agresión contra el pueblo palestino" del primer ministro israelí, a quien también culpó por la agresión su-frida en los campos de Balata y Jenin, donde el ejército realiza desde el jueves una operación de envergadura que ha causado al menos 22 muertos, de ellos 20 pa-lestinos y dos militares israelíes.
Las autoridades israelíes, de su parte, culparon a Arafat del atentado suicida por no controlar a los elementos terroristas.
"Este acto perpetrado en el corazón de un barrio religioso en el momento en que muchas personas salían de la sinagoga pretendía causar el mayor número de víctimas", declaró Raanan Gissin, portavoz de Sharon.
Otro portavoz del gobierno is-raelí, Arye Meckel, indicó que el atentado es resultado de la estrategia de Arafat, que según él dio luz verde a todas las organizaciones palestinas al decirles "id a matar".
También Estados Unidos condenó el ataque suicida y volvió a pe-dirle al líder palestino que detenga a los responsables de esos actos, que calificó de "horribles".
El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, sub-rayó que los asesinatos de ciudadanos inocentes no se pueden justificar y sólo perjudican los intereses del pueblo palestino y su progreso hacia un mejor futuro.
Las Brigadas de los Mártires de al Aqsa, grupo armado ligado a Fatah, movimiento político del presidente Arafat, se responsabilizaron del atentado.
Ya el viernes palestinos radicales amenazaron vengarse de las incursiones del ejército israelí en los campamentos de refugiados de Jenin y Balata, en Cisjordania.
La Unión Europea, en un comunicado emitido en Madrid por la presidencia española de su consejo, exigió este sábado al gobierno de Israel que retire sus tropas de los campamentos de Balata y Je-nin, tras advertir que no hacerlo podría traer graves consecuencias.
El documento añadió que Israel debe abstenerse de realizar este tipo de operaciones, e insiste en la necesidad de restaurar la paz en la región para reanudar las negociaciones entre palestinos e israelíes.
Concluida, operación en Jenin
Este día, precisamente, el ejército israelí se retiró del campo de refugiados de Jenin. Testigos indicaron que blindados y unidades de infantería salieron del campamento.
"La operación en Jenin prácticamente terminó. En Balata todavía sigue, pero hemos alcanzado prácticamente todos nuestros objetivos", declaró el vocero Gissin.
El presidente libio, Muammar Kadafi, anunció hoy un plan de paz para terminar con la violencia en Medio Oriente que prevé el reconocimiento de Israel por parte de las naciones árabes, pero bajo ciertas condiciones, entre ellas el regreso de los refugiados palestinos, la retirada de las armas de destrucción masiva de todos los países de la región, especialmente en Israel, y la celebración de elecciones libres bajo la égida de la Organización de Naciones Unidas.
De acuerdo con el plan de Kadafi, estas elecciones tendrían que celebrarse en Israel y en los territorios palestinos, en el marco de instituciones comunes.
Pero la violencia en los territorios autónomos no concluyó con la salida de los soldados israelíes de Jenin, pues un bebé palestino murió después de nacer a bordo de una ambulancia que fue interceptada por tropas israelíes en la ciudad de Ramallah.
Soldados israelíes mataron anoche a tiros en el norte de la franja de Gaza a un palestino presuntamente miembro del movimiento radical Hamas, mientras el cuerpo de un israelí muerto a tiros fue encontrado esta madrugada en la ciudad cisjordana de Belén.
La Jornada