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Medio Oriente

Mataron a 30 personas en Kabul y atentaron contra el presidente en Kandahar

Un día para recordar a la Talibania afgana A seis días del primer aniversario de los atentados del 11 de setiembre, desconocidos detonaron ayer un coche bomba en Kabul que mató a 30 personas y atentaron contra la vida del presidente Hamid Karzai. Puede ser un recordatorio de que los talibanes siguen vivos.
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Que el presidente afgano Hamid Karzai no pueda controlar todo el territorio de su país, no parece ninguna novedad. Pero sí quizá lo sea que algunas zonas le son tan hostiles que mejor no aventurarse en ellas. El automóvil de Karzai fue profusamente baleado mientras iba a un cementerio en Kandahar, en el sur del país, antiguo bastión talibán. El francotirador que cometió el ataque fue ultimado por las fuerzas norteamericanas que protegen a Karzai, en un tiroteo que dejó tres muertos. Mientras tanto, en el atentado más sangriento desde la caída de los talibanes, una bomba estalló en un mercado céntrico de la capital afgana Kabul, dejando 30 muertos y unos 50 heridos. El gobierno afgano sospecha de Al-Qaida, la organización de Osama bin Laden, y del partido Hezb-e-Islami del ex presidente afgano Gulbuddin Hekmatyar.
No es la primera vez que Karzai escapa de un atentado mortal: el anterior ocurrió el 29 de julio. Los comandos de elite de Estados Unidos garantizan día y noche la protección de Karzai desde que en julio fuera asesinado el vicepresidente de Karzai, Haji Abdul Qadir. Casualmente, o no, el Pentágono se mostró ayer favorable, aunque con condiciones, a ampliar el mandato de la Fuerza Internacional (ISAF) más allá de Kabul, pedido formulado por Karzai y por la ONU. Desde anteayer han sido reforzadas las medidas de seguridad en la capital afgana, sobre todo en las inmediaciones de las embajadas de Estados Unidos y de Alemania, tras recibir informaciones sobre amenazas terroristas, indicó una fuente militar de ISAF.
El canciller afgano, Abdulá Abdulá, explicó que "el presidente salía de la residencia del gobernador cuando un hombre armado uniformado apareció delante de su automóvil y abrió fuego. Un guardaespaldas le disparó. Ambos murieron en el acto. Dos balas penetraron en el automóvil, pero afortunadamente nadie resultó herido en el vehículo". Abdulá dijo que "yo mismo he hablado con el presidente Karzai después, está bien y con ánimos", e informó que el gobernador de Kandahar, Gul Agha, resultó "levemente herido", aparentemente en el cuello. Karzai había ido a Kandahar para asistir a la boda de Ahmad Wali.
Karzai emitió un comunicado por la noche. "El gobierno luchará contra estas acciones antiislámicas e inhumanas y garantizará la seguridad de sus compatriotas. Las fuerzas de seguridad del país llevarán a la justicia a los responsables de este trágico incidente", declaró. El atentado se produce a cuatro días de las ceremonias del primer aniversario de la muerte del jefe militar de la Alianza del Norte, Ahmed Shah Massud, y a seis del 11 de setiembre.
Unas horas antes, a las tres de la tarde, un coche explotó en un mercado céntrico, cercano al Ministerio de Cultura. "Hemos encontrado la placa de matriculación y buscamos al propietario", indicó un vocero del Ministerio de Interior. Durante el mes pasado hubo varios ataques pequeños con bombas en Kabul, a pesar de que, en la medida en que la ciudad está repleta de diplomáticos y trabajadores sociales extranjeros, hay unos 4000 soldados de la ISAF patrullando constantemente las calles.
Las fuerzas afganas e internacionales han previsto un plan especial de seguridad ante la proximidad del aniversario del 11 de setiembre. Tanto los talibanes como algunos elementos de Al-Qaida han repartido volantes en los últimos días advirtiendo sobre futuros ataques, especialmente contra las tropas extranjeras. El otro sospechoso, Gulbuddin Hekmatyar, envió esta semana un mensaje grabado a un diario paquistaní llamando a los afganos a rebelarse y derrocar a Karzai. "¿Cómo puede esperarse que este régimen restaure la paz y la seguridad para Afganistán? Estados Unidos está sembrando las semillas de otra guerra civil en nuestro país", dijo. Pero siempre ha insistido en que su grupo, el Hezb-e-Islami, no tiene conexión alguna con los talibanes o Al-Qaida, como denuncia el gobierno afgano y como lo hizo recientemente el nuevo jefe de la ISAF, el general turco Hilmi Akin Zorlu. Hekmatyar permanece oculto hace siete meses,cuando dejó Irán, el país donde vivía cuando los talibanes tenían el control de Afganistán.
Tanto el presidente norteamericano George Bush como el secretario general de la ONU, Kofi Annan, expresaron ayer su "alivio" de que Karzai saliera ileso del atentado. "Esto hace notar que hay un clima de inseguridad permanente en Afganistán", declaró el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.