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Medio Oriente

31 de agosto del 2002

Argelia: Las agresiones a los familiares de los «desaparecidos» deben acabar

Amnistía Internacional
Los que reclaman la verdad sobre las miles de «desapariciones» ocurridas en el país no deben sufrir el acoso de las autoridades, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
Por segunda vez en dos semanas, hoy la policía de Argelia ha dispersado violentamente una manifestación pacífica protagonizada por los familiares de los «desaparecidos». La concentración tenía lugar ante la sede del órgano oficial argelino para los derechos humanos, la Comisión Nacional Consultiva de Promoción y Protección de los Derechos Humanos (Commission nationale consultative de promotion et de protection des droits de l'homme, CNCPDH). Según testigos presenciales, algunos manifestantes que se negaron a obedecer la orden policial de dispersarse fueron arrastrados por los brazos y otros fueron golpeados con porras. Según informes, la policía amenazó a los familiares de los «desaparecidos» para que no volvieran a protestar ante la sede de la Comisión.
«Las autoridades argelinas deben garantizar no sólo la libertad de expresión de los familiares de «desaparecidos», sino también que no sufren malos tratos, amenazas o intimidación» ha señalado la organización.
Los familiares de «desaparecidos» temen que las autoridades argelinas intenten cerrar el capítulo de las «desapariciones» sin que antes se esclarezca la verdad y los autores comparezcan ante los tribunales. Recientemente se han ofrecido indemnizaciones a algunas familias, pero no se ha llevado a cabo investigación alguna sobre la suerte de sus familiares «desaparecidos».
Amnistía Internacional ha recordado a las autoridades argelinas que, en virtud de las normas internacionales de derechos humanos, tienen la obligación de ayudar a los familiares a localizar a sus parientes «desaparecidos» de inmediato y de investigar cada violación del derecho a la vida y a la seguridad.
Información general
Decenas de familiares de «desaparecidos» han celebrado esta mañana su concentración semanal ante la sede de la Comisión Nacional Consultiva de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. Como las oficinas estaban cerradas, celebraron su protesta pacífica a las puertas del edificio. Alrededor de las 10 de la mañana, los familiares fueron rodeados por decenas de policías que les ordenaron marcharse. Algunas madres de «desaparecidos» se sentaron en el suelo para demostrar su determinación a continuar con la protesta, y fue entonces cuando las fuerzas de seguridad empezaron a dispersar violentamente a la multitud.
En un suceso parecido ocurrido el 23 de junio de 2002, la policía dispersó con violencia una manifestación de familiares de «desaparecidos» cuando éstos se encontraban reunidos ante un edificio gubernamental para pedir al gobierno argelino recién constituido que investigara los miles de casos de «desaparición» que le habían sido presentados.
En torno a 4.000 personas han «desaparecido» en Argelia desde 1993 tras ser detenidas por las fuerzas de seguridad. Desde entonces sus familiares buscan información sobre su paradero en comisarías de policía, cuarteles del ejército, prisiones, depósitos de cadáveres y cementerios. También han hecho peticiones a las autoridades judiciales y han apelado al gobierno, al Parlamento y al presidente de la república. Si bien el gobierno se ha comprometido reiteradamente a investigar estas «desapariciones», ni un solo caso individual se ha investigado hasta el fondo y de manera independiente.
Durante años, el miedo ha impedido a la mayoría de los familiares de «desaparecidos» protestar públicamente. Pero, desde agosto de 1998, cientos de familiares, sobre todo madres, celebran manifestaciones periódicas en la capital, Argelia, y en otras localidades para exigir noticias de sus familiares desaparecidos. Aunque en general la celebración de estas protestas cuenta con la autorización oficial, en los últimos tres años las fuerzas de seguridad las han disuelto en varias ocasiones recurriendo a la fuerza y maltratando o deteniendo a los participantes.