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Medio Oriente

18 de agosto del 2002

Zimbabwe: Se intensifica la violencia política
en vísperas de las elecciones locales de septiembre

Amnistía Internacional

Amnistía Internacional considera motivo de gran preocupación que, en vísperas de las elecciones locales de septiembre, se repita la práctica de utilizar la violencia contra la oposición política y de hacer uso indebido de la neutralidad policial para apoyar al gobierno y a la "milicia" patrocinada por el Estado.
Entre el 28 y el 29 de julio fueron detenidos siete miembros del Movimiento por el Cambio Democrático (Movement for Democratic Change, MDC), acusados de prender fuego a tres tractores en un complejo estatal de Chipinge North. Los siete, entre quienes se encontraban el vicepresidente del MDC por Manicaland, Prosper Mutseyami, y el candidato del MDC por Chimanimani, Michael Shane Kidd, estuvieron bajo custodia de la policía hasta el 5 de agosto, cuando quedaron en libertad bajo fianza de 20.000 dólares zimbabuenses cada uno. Según informes, durante el tiempo que permanecieron detenidos fueron objeto de amenazas e intimidación psicológica. En la orden de libertad bajo fianza, el juez de primera instancia T. Khumalo manifestó que no había relación alguna entre el incendio de los tractores y los siete acusados. En los dos últimos años, tanto Mutseyami como Shane Kidd han sido detenidos y sometidos repetidas veces a hostigamiento por la policía y por los partidarios de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (Zimbabwe African National Union-Patriotic Front , ZANU-PF), que a menudo se organizan en "milicias" financiadas por el Estado.
La creciente represión ejercida durante el periodo previo a las elecciones en Chimanimani se hizo notar ya el 27 y el 28 de julio en las recientes elecciones a la alcaldía de Kadoma, provincia de Mashonaland West, en las que presuntos miembros de la ZANU-PF arrojaron bombas incendiarias contra la casa de Daniel Mugomba, candidato inicial del MDC. Según informes, el periodo preelectoral se caracterizó por los actos de intimidación y las detenciones arbitrarias de miembros del MDC y el envío en autobús de centenares de votantes a Kadoma. Aunque el candidato de la ZANU-PF fue declarado ganador de las elecciones, la Comisión de Supervisión Electoral de Zimbabue tomó nota de que antes de las votaciones se habían producido considerables casos de violencia e intimidación.
A Amnistía Internacional le preocupa también el bienestar de Fletcher Dulini-Ncube, diputado del MDC por el distrito electoral de Lobengula/Magwegwe, Bulawayo, detenido el 3 de agosto de 2002. Había sido detenido y acusado formalmente ya el 15 de noviembre de 2001 en relación con el secuestro y homicidio de Cain Nkala y Limukani Luphahla, partidarios de la ZANU-PF que aparecieron muertos los días 12 y 17 de ese mismo mes. Lo dejaron en libertad bajo fianza a finales de diciembre de 2001. Cuando lo detuvieron de nuevo el 3 de agosto de 2002, aparentemente porque habían vencido ya las condiciones de la libertad bajo fianza y tenía que dictarse de nuevo acta de acusación contra él esta semana, se hallaba recuperándose de una operación en la que le habían extirpado el ojo izquierdo y estaba a punto de volver a la clínica local donde lo atendían para continuar el tratamiento. A pesar de su delicado estado de salud, pues padece hipertensión y diabetes, estuvo bajo custodia de la policía sin recibir atención médica adecuada ni alimentos durante un día. Gracias a la presentación de una declaración de su médico certificando que su estado de salud pone en peligro su vida, la policía aceptó devolverlo al hospital, donde se encuentra ahora bajo vigilancia policial.
El 8 de agosto, el Tribunal Superior anunció su decisión de procesar a Dulini-Ncube. Poco después se presentaron en el hospital unos funcionarios de prisiones que se llevaron su ropa, dejando en su lugar un uniforme de preso y unos grillos. Según el artículo 33 de las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, el empleo de grillos en casos como este está prohibido. Amnistía Internacional considera que el trato dispensado a Dulini-Ncube es incompatible con las obligaciones contraídas por Zimbabue en virtud del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del artículo 7 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, según los cuales toda personas tiene derecho a ser considerada inocente y tratada como tal mientras no sea declarada culpable de acuerdo con la ley en el curso de un proceso judicial que reúna al menos las condiciones mínimas de justicia prescritas. Incluso si se imputan a Dulini-Ncube cargos penales, le asisten todavía todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho a ser considerado inocente por un tribunal competente y a recibir un trato humano. Amnistía Internacional cree que las acciones entabladas actualmente contra Fletcher Dulini-Ncube, incluidas su detención y la negación de atención médica, se deben únicamente a sus convicciones políticas y a su afiliación al MDC. El trato que está recibiendo confirma la represión de que está siendo objeto la oposición política y el uso indebido que está haciendo el gobierno de la neutralidad policial.
"La situación de los derechos humanos en Zimbabue sólo mejorará si la relación entre el debate político y el empleo de la violencia se rompe —ha manifestado Amnistía Internacional, añadiendo—: En vez de eliminar la oposición política, el gobierno de Zimbabue debe respetar las normas internacionales que protegen el derecho a la libertad de expresión y asociación".
"Las autoridades de Zimbabue deben garantizar que las elecciones locales de septiembre se celebran en un clima libre de hostigamiento y violencia y que la policía cumple su función con profesionalidad y neutralidad política", ha añadido la organización.