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Medio Oriente

19 de noviembre del 2002

Ayuda de EE.UU a Israel – Alimentando al cuco

Paul de Rooij
Counterpunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Desde el 11 de septiembre los estadounidenses se consideran objetivos de terroristas provenientes sobre todo el Oriente Próximo. Tal vez les sorprenda si llegan a saber que son sus propias acciones las que en gran parte causan sus problemas y el resentimiento en su contra en esa zona. En particular, pensamos que la masiva ayuda y las entregas de armamentos a Israel portan una gran responsabilidad por los problemas actuales entre israelíes y palestinos. Las repercusiones de este conflicto reverberan en toda la región, afectando los derechos de la gente en la zona, pero sobre todo, perjudicando también los intereses a largo plazo de EE.UU.
Los estadounidenses tienden por naturaleza a examinar cuidadosamente los gastos de su gobierno para reducir excesos donde pueden encontrarlos –en la seguridad social, la asistencia social, la atención sanitaria, la educación, todo salvo cuando se trata de Israel. Un ejercicio importante para todo estadounidense sería examinar los inmensos pagos hechos a Israel, que puede revelar hechos escandalosos y conducirlos a controlar más de cerca lo que se está haciendo en su nombre. Damos a continuación un cuadro rápido de los flujos de ayuda de EE.UU. a Israel.
Hay obsequios económicos y militares abiertos y evidentes, y la lista que incluimos indica las cifras oficiales. Los economistas dicen que, cuando hay inflación, un dólar de ayer vale más que un dólar de hoy, y que hay que hacer un ajuste para obtener cifras comparables que tengan sentido con el pasar del tiempo. Es muy útil expresar los envíos de ayuda en dólares constantes de 2001, de manera que las cifras tengan significado para nosotros en la actualidad. Inexplicablemente, esa transformación simple y normal nunca se hace cuando se trata de entregas de ayuda a Israel –una omisión que subestima los flujos de ayuda. Ahora bien, al ajustar los datos y al expresarlos en dólares constantes de 2001, se muestra que los flujos visibles de ayuda a Israel fueron de 35.700 millones de dólares en la década pasada, y de 143.000 millones de dólares desde 1967 [note 1] –la fecha en que se inició realmente la ayuda de EE.UU. a Israel. Esto último representa un contraste marcado con los 83.000 millones de dólares sin ajuste de la ayuda de EE.UU. desde 1967, que citan en general.
Ayuda de EE.UU. a Israel: 1992 a 2001 - expresada en miles de millones de dólares constantes de 2001

Año

Militar

Económico

Total

Ajuste

Total US$

1992

1,80

1,30

3,10

1,26

3,91

1993

1,80

1,30

3,10

1,23

3,80

1994

1,80

1,30

3,10

1,20

3,70

1995

1,80

1,30

3,10

1,16

3,61

1996

1,80

1,35

3,15

1,13

3,55

1997

1,80

1,33

3,13

1,10

3,46

1998

1,80

1,28

3,08

1,09

3,35

1999

1,86

1,15

3,01

1,06

3,20

2000

3,12

1,01

4,13

1,03

4,25

2001

1,98

0,90

2,88

1,00

2,88

TOTAL



31,78


35,70

El ajuste por inflación ha sido derivado del índice de CPI-U
Col (5) 3D (Col(3) * Ajuste por inflación
Ahora bien, hay que poner esto en la perspectiva correcta. Tomemos la población judía de Israel (5,24 millones), los beneficiarios fundamentales de la ayuda, y obtenemos 540 dólares de beneficio per cápita sólo en 2001 –¡cuatro veces más que la tan pregonada reducción de impuestos de 2001 para los estadounidenses! [Nota 3] Bueno, si las trabajadoras familias estadounidenses llegan a descubrir este hecho, ¿qué pensarán? Nota: El flujo calculable de ayuda a Israel constituye cerca de un 40% del presupuesto de ayuda al exterior de EE.UU. (depende de cómo se calculen los préstamos).
Hasta ahora sólo nos hemos ocupado de montos de ayuda que son visibles para todos los estadounidenses –la agencia de control del gobierno, la GAO, no tendrá problemas para llegar a estas cifras. Pero además, hay que contabilizar ahora la prolongada lista de subsidios ocultos.
El mayor subsidio extraoficial adicional existe en la forma de préstamos de EE.UU. a Israel que son perdonados posteriormente por una ley del Congreso. Es decir, cada año los congresistas compiten en un afán por congraciarse para mostrar que son "amigos de Israel," y esto implica a menudo el perdón de préstamos. Es difícil determinar las sumas de las que se trata, pero esta práctica explica por qué a Israel le encanta obtener préstamos –en todo caso estos serán perdonados cuando llegue el momento. Como señaló Stephen Zunes, " todos los préstamos pretéritos de EE.UU. a Israel han terminado por ser perdonados por el Congreso, lo que sin duda ha contribuido a la tan pregonada aseveración de Israel de que jamás ha dejado de pagar un préstamo del gobierno de EE.UU." [nota 2]
Hace unos pocos años, los israelíes bombardearon Líbano con cazas F16 hechos en EE.UU. Lo que es notable al respecto es que las bombas utilizadas fueron "prestadas por EE.UU." Es extraño que se le preste a alguien una bomba. Existen implicaciones profundamente preocupantes en que una tercera parte lance una bomba de propiedad estadounidense sobre gente libanesa, pero dejemos ese tema. La explicación de este extraordinario sistema es que el presupuesto del Pentágono está siendo utilizado para subvencionar a Israel. Así, el Pentágono obtiene las bombas, y luego las envía como préstamo a Israel. Esto equivale a un evidente subsidio adicional, especialmente si jamás vuelven ver esas bombas. La dimensión de este solapado subsidio no puede ser calculada. También hay preguntas sobre los armamentos "pre-posicionados" para el uso por los militares de EE.UU., los israelíes pueden utilizarlos en todo momento.
El presupuesto del Pentágono incluye a menudo programas desarrollados por contratistas de defensa israelíes. Una vez más, se trata de un subsidio directo a la industria israelí. Aunque uno se puede preguntar si el Pentágono obtiene algún beneficio de esto, una duda aún más pertinente es si la tecnología de defensa de EE.UU. no es puesta en peligro por esta práctica.
En realidad, Israel recibe todos los artefactos militares más recientes. Generalmente estas armas no tienen precio, y es difícil determinar cuánto se gastó en las transferencias militares. Al gobierno de EE.UU. le es fácil manipular estas cifras para "facturar de menos" por las transferencias militares a Israel –de nuevo, ocultando el auténtico costo al contribuyente de EE.UU. Ciertamente, los israelíes no aceptarán el asiento de inodoro de 10.000 dólares, pero tal vez lo acepten por 50 centavos.
Egipto, el segundo de los beneficiarios de la ayuda externa de EE.UU., recibe el desembolso sobre una base trimestral, y cientos de burócratas estadounidenses controlan el uso de los fondos. Al contrario, el desembolso de la ayuda a Israel se hace en un solo pago una vez por año, y los fondos desaparecen en el fondo común sin que haya ni un solo auditor estadounidense a la vista. El costo adicional para los contribuyentes estadounidenses de este desembolso anual asciende a 250 millones de dólares por año.
De vez en cuando, un presidente de EE.UU. declara que la ayuda a Israel será condicionada a que no sea gastada en los Territorios Ocupados. Sin embargo, una vez que la ayuda ha sido entregada a Israel, no hay absolutamente ningún control. Los israelíes siempre pueden pretender falsamente que los fondos para los asentamientos provienen de otras fuentes –siempre toman por sentada la credulidad de EE.UU.
Los países de África del Norte solicitaron en una ocasión técnicos de USAID para varios proyectos. Algunas veces el técnico que aparece para el proyecto es un contratista israelí, o se pide al receptor de la ayuda que tome contacto directamente con la compañía israelí. Es una práctica extraña, y no se utiliza a nacionales de otros países de la misma manera. Una vez más, se trata de un subsidio indirecto a Israel, utilizando el presupuesto de ayuda al extranjero.
Israel ha recibido en varias ocasiones "garantías de préstamos de EE.UU." para inmensos préstamos que Israel ha colocado en diversos mercados. Si Israel no deja de pagar esos préstamos, el costo para el contribuyente será cero. Sin embargo, la práctica contable normal es considerar la posibilidad del no pago, y por lo tanto, se calcula un costo en relación con esas garantías de préstamos. En el caso de Israel, no se realiza esa práctica usual.
Las implicaciones de las garantías de préstamos son también enormes. A principios de los años 90, Israel recibió garantías de préstamos por 10.000 millones de dólares, y actualmente está haciendo presión para obtener otro lote de préstamos por 10.000 millones garantizados por el contribuyente de EE.UU. Si en el futuro EE.UU. decide ponerse más firme y tal vez reducir su ayuda económica a Israel, entonces Israel podría no pagar sus préstamos –es una probabilidad. EE.UU. se quedaría con pagos masivos para cubrir sus garantías de préstamos. Las garantías de préstamos también atan aún más la política de EE.UU. a los caprichos israelíes, y por ello deberían ser rechazadas.
Por las mismas razones por las que no hay que fiarse de las garantías de préstamos, hay que recelar de las inmensas colocaciones de "bonos de Israel" en los mercados de EE.UU. A menudo esos bonos penetran los fondos de pensión de estadounidenses comunes, y por lo tanto el futuro de la política de Israel y de EE.UU. afecta el bienestar de los estadounidenses normales. Los estadounidenses comunes deberían preocuparse de examinar la política relacionada con la inclusión de esos bonos en los fondos de pensión.
A menudo se oye que Irving Moskowitz, el magnate de las "salas de bingo", transfiere fondos de sus operaciones en California para pagar por el desarrollo de asentamientos ilegales. Al hacerlo, obtiene varios beneficios fiscales de EE.UU. porque los fondos van supuestamente a proyectos humanitarios. ¿Por qué se permite que esos fondos desaparezcan en Israel sin pagar los impuestos existentes en EE.UU.? Mientras el gobierno de EE.UU. toma medidas drásticas contra numerosas organizaciones humanitarias que operan en la región, parecería que los proyectos en los territorios ilegalmente ocupados también deberían ser prohibidos. Una vez más, no es posible verificar la dimensión de este abuso.
Jordania recientemente obtuvo un acuerdo comercial preferencial con EE.UU. Sin embargo, el acuerdo es a menudo condicionado por la producción conjunta con compañías israelíes. Quiere decir que se realice un montaje de bajo valor agregado en Jordania, y que las compañías israelíes cosechen la mayor parte de los beneficios. En ningún otro sitio se han aplicado esas condiciones a la ayuda o a los acuerdos comerciales de EE.UU. Le cuesta aún más a EE.UU. porque productos baratos ingresan a EE.UU. con aranceles más bajos. Aunque se supone que este acuerdo beneficie a Jordania, también beneficia a Israel. Y el costo en resentimiento jordano es ignorado por completo.
En diversas ocasiones, se ha retrasado el desembolso de fondos a Israel. En cuanto esto sucede, los israelíes claman para que se les paguen los intereses por los días durante los cuales los fondos no estuvieron en su posesión, una situación absurda. Supongamos que usted le prometa a alguien que le va a hacer un regalo en una fecha determinada, y usted se demora, ¿le pagaría intereses por la donación?
Los cucos encantan con su canto en los bosques y usan los nidos construidos por otros pájaros [Carriceros, Acentor Común, Bisbitas, y otros] para depositar sus huevos. El pichón del cuco es unas tres veces más grande que muchos de los otros, y a menudo los expulsa del nido o los mata de hambre. La madre de los otros polluelos se extenúa tratando de cumplir con las necesidades alimenticias del cuco en su nido –un parásito al que no reconoce como extraño en su medio, aunque sea más grande que la madre de los otros polluelos. El parásito logra el control no sólo del nido, sino también de la madre que trata desesperadamente de alimentarlo.
Israel es el cuco de EE.UU. La masiva ayuda fluye en cantidades cada vez más grandes al cuco, y los aspectos negativos del asunto son evidentes para todos. Cada vez se hace más peligroso para los estadounidenses ir al Oriente Próximo, la hostilidad en su contra se debe sobre todo a las acciones de Israel en el área. Pocos residentes en la región olvidan que la bomba que les fue lanzada fue hecha en EE.UU. (tal vez incluso de propiedad de EE.UU.), arrojada desde un F16 hecho en EE.UU., piloteado por un piloto israelí, y que todo fue posibilitado por fondos de EE.UU. Todos sabemos que parte de la hostilidad del Oriente Próximo ha golpeado el suelo de EE.UU. El porqué los estadounidenses deben someterse a los caprichos y a las exigencias del cuco sigue siendo uno de los misterios más grandes de la actualidad. Todas las justificaciones proferidas para el flujo de la ayuda suenan cada vez más falsas, y provocan preguntas importantes sobre la razón por la cual continúa tan dañina relación.
Sólo cuando los estadounidenses comiencen a sumar las dádivas y a ajustarlas a la inflación comenzarán, tal vez, a comprender que su relación con Israel es realmente dañina. Los estadounidenses también podrían comenzar a calcular el resentimiento y el odio que Israel ha provocado en su contra. Un simple paso para cambiar la situación es determinar quién manda, quién controla en realidad el presupuesto de EE.UU. y su política extranjera. La naturaleza de la democracia en EE.UU. –y en otras partes—depende del tema. La paz en la región, y por desgracia, la paz en el resto del mundo, también dependen de él.
17 de noviembre de 2001
Paul de Rooij es un economista que vive en Londres. Su correo es:
proox@hotmail.com
Todos los puntos mencionados pueden encontrarse [en inglés] en: Washington Report on Middle East Affairs. Resumen: www.wrmea.com/html/ us_aid_to_israel.htm
Nota 1: Hay varios aspectos que surgen al calcular cifras semejantes, y por razones válidas, varios pueden ser justificados. El más importante será como contabilizar los préstamos –considerando que la mayor parte son perdonados posteriormente, sería válido equipararlos con transferencias. Una medida más exacta sería obtener cifras de préstamos que en realidad deben ser pagados –cifras que no tenemos. Sin embargo, los montos citados como ayuda a Israel no incluyen los préstamos. El monto presentado en el presente artículo de 1967 en adelante equipara los préstamos como ayuda económica –asumiendo que la mayor parte de esos préstamos no será jamás pagada. Nota: No se ha hecho ajuste alguno por los intereses debidos por los préstamos.
Nota 2: www.wrmea.com/html/ us_aid_to_israel.htm
Nota 3: La reducción de impuestos para 2001 en EE.UU. fue de aproximadamente 500 dólares por familia, como promedio. Suponiendo que haya un promedio de cuatro personas por familia, las donaciones oficiales a Israel de 2001 fueron de aproximadamente cuatro veces esta suma ¡y sucede todos los años!