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Guerra total en Medio Oriente

Luego de un atentado suicida que dejó el miércoles, el primer día del Pesaj (Pascua judía), 20 personas muertas en Netanya, el gobierno de Ariel Sharon decidió reocupar vastas áreas de Cisjordania y Gaza, declarando a Yasser Arafat "un enemigo". El líder palestino está sitiado desde hace tres días en su cuartel general en Ramalá y el Consejo de Seguridad de la ONU exigió el retiro israelí. En Israel hubo cinco atentados suicidas en cinco días. El de ayer dejó 16 muertos en Haifa.

Haaretz

¿Cuál es el final del juego de Sharon? ¿Tiene un plan que vaya más allá de sus intenciones declaradas para destrozar la infraestructura de terror palestina? ¿Espera precipitar la salida de Arafat creyendo que lo reemplazará un líder palestino más moderado? Ese fue el tipo de inclinación de la ingeniería política desplegada por Sharon cuando era ministro de Defensa, durante la guerra del Líbano, y terminó con trágicas consecuencias. ¿Por cuánto tiempo puede soportar Israel el hecho de mantener movilizados a 20 mil de sus ciudadanos? Si la campaña continúa por semanas y siguen los atentados suicidas palestinos, Sharon podría encontrarse con que el apoyo público para tan dura campaña militar se empiece a desgastar.

(Peter Hirschberg)

The Palestine Chronicle

La dinámica de este horrendo conflicto cambió en un año. La fuerza palestina creció y se evidencia en que una generación entera está lista a morir por la causa. Y otra generación está preparada para seguirla: la población menor de cinco años es el doble que la de Israel. La guerra por inmolación colectiva no puede vencerse con un ejército convencional. Cuando Benjamin Netanyahu llama a "una victoria militar completa", sólo puede estar pensando en la reocupación de toda Cisjordania y Gaza, la fracasada política que Israel abandonó hace una década. La Administración Bush tiene mucho que responder por el colapso de Medio Oriente. El 11 de septiembre no puede ser la excusa para justificar lo que no se hizo.

(James Goldsbrough)



Gulf News

Mientras los líderes árabes extendían la mano de la paz, Ariel Sharon estaba planeando una campaña militar masiva. Declarando "inviable" la ampliamente aceptada iniciativa de paz del príncipe saudita Abdulá, los israelíes adoptaron una política arrasadora, bombardeando la oficina de Yasser Arafat y otros objetivos civiles en Ramalá. El apoyo árabe es más necesario que nunca: hoy los líderes árabes del mundo discuten la forma de poner fin a la agresión israelí contra el pueblo palestino. Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea y otras organizaciones deben juntarse para parar esta tragedia. La agresión contra Arafat es muy peligrosa: él es el único capaz de lograr la paz. No puede haber solución militar para Medio Oriente.

(Editorial)

The New York Times

Los terribles hechos que golpearon a Israel en estas Pascuas generaron un sentimiento de que "algo debe hacerse". No es una sorpresa; eso significólibrar una guerra contra la Autoridad Palestina. Es fácil para muchos israelíes insistir en que el ex primer ministro Ehud Barak le ofreció "todo" a Yasser Arafat, en julio del 2000 en Camp David, y que Arafat le respondió con la Intifada. También debe recordarse que Arafat acordó con Clinton un plan de paz. En lugar de aceptar las exitosas conversaciones de enero del 2001 celebradas en Taba (Egipto), Ariel Sharon decidió, después de ser electo, terminar ese proceso de paz. La guerra israelí generará más terroristas porque la infraestructura de ese terrorismo está en los corazones de la gente.

(Yossi Beilin, ex ministro de Justicia israelí)



Washington Post

Hoy aumenta el riesgo de que Ariel Sharon destruya al único capaz de negociar la paz: Yasser Arafat. Israel se expone a una guerra imposible de ganar contra los extremistas. La administración Bush evitó criticar por meses las acciones de Sharon. El secretario de Estado, Colin Powell, dijo anteayer que "Arafat es el líder del pueblo palestino"; Sharon lo llamó "enemigo de Israel". El gobierno de Bush dijo que la prioridad es el cese del fuego; Sharon dijo que la ofensiva puede durar semanas. El gobierno de Bush quiso que Arafat suscriba el plan de paz saudita; Sharon no lo dejó ir. Si el gobierno de Bush quiere una solución para el conflicto no puede centrar su presión en Arafat, que está bajo arresto israelí. Debe decirle a Sharon que termine su ofensiva. Si Ariel Sharon destruye la Autoridad Palestina, destruye el único socio posible de Israel para negociar el fin del derramamiento de sangre.

(Editorial)



Boston Globe

Conversar mientras se mata no ha funcionado. El primer ministro Ariel Sharon, simultáneamente, se comprometió en una laxa diplomacia mientras realizaba incursiones militares. La matanza socavó la credibilidad de los esfuerzos diplomáticos. Yasser Arafat también habló de la importancia de negociar la paz mientras los suicidas palestinos atacaban objetivos israelíes civiles. Los suicidas socavaron la legitimidad de los esfuerzos de Arafat, dejándolo aislado y vulnerable. Las estrategias seguidas por ambos lados no están logrando sus objetivos. La historia nos recuerda que todas las guerras terminan. Aun la Guerra de los 100 Años terminó. La pregunta es ¿cuánta gente va a morir mientras tanto?

(Leonard J. Marcus)

The Independent

¿Por cuánto tiempo más puede simular el primer ministro Ariel Sharon que está luchando "en la guerra contra el terrorismo"? ¿Por cuánto tiempo más vamos a creer ese sinsentido? ¿Por cuánto tiempo más los norteamericanos se quedarán tan silenciosos con los hechos que se están pareciendo a los crímenes del 11 de septiembre? Terror, terror, terror. Como un signo de puntuación, esa palabra infecta cada discurso israelí, cada discurso norteamericano y cada artículo de la prensa escrita. ¿Cuándo alguien admitirá la verdad: que los israelíes y los palestinos están comprometidos en una sucia guerra colonial que dejará a ambos lados avergonzados y humillados?

(Robert Fisk)

Le Monde

Hasta ahora, las presiones y humillaciones ejercidas por los israelíes sobre el jefe de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, tenían un fin oficial: obligarlo a luchar contra los extremistas palestinos, incluso cuando es al menos paradójico el hecho de privarlo de su libertad de movimiento para que lo haga. Ahora ya no se trata de eso. El ejército israelí, solo, sin ayuda de nadie, está encargado de aquí en más de combatir a los "terroristas" dentro de territorios palestinos, autónomos u ocupados. Esta tentación de recurrir a la fuerza es extremadamente peligrosa. Sharon cree que puede elegir a sus interlocutores. Hace cuatro meses dijo que Arafat era "irrelevante". Ahora es un "enemigo". ¿Hasta dónde quiere llegar? Acaba de arrepentirse de haberse comprometido con Estados Unidos de no afectar "físicamente" al líder palestino.

(Gilles Paris)



La Jornada

Israel aplica a los palestinos una política colonialista clásica, de opresión y matanza masiva de civiles, combinada con el apartheid y con el terrorismo de Estado. Ariel Sharon (juzgado en Bruselas por las matanzas de Sabra y Chatila) no sólo lamenta no haber matado a Yasser Arafat sino que también declaró al gobierno francés: "Estamos haciendo lo que ustedes en la guerra de Argelia, sólo que nosotros nos quedaremos" en los territorios ocupados. Los gobiernos árabes son cómplices por omisión de esa política suicida y engendradora del terrorismo ciego contra blancos civiles israelíes. Lo son por su sumisión a los mandatos del gobierno de Washington, que respaldó por todos los medios el colonialismo, el apartheid y el terrorismo israelí.

(Guillermo Almeyra)