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Latinoamérica

Un voto inmoral, una respuesta popular

Como un acto inmoral y una paradoja de su gobierno, consideró en un editorial el diario La República, de Uruguay, recientes declaraciones del presidente de ese país, Jorge Batlle, quien anunció que votaría en contra de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
El artículo, del periodista Juan Castillo, rememora que año tras año Washington busca y encuentra un testaferro que le haga el mandado de inventar argumentos contra el gobierno y el pueblo de Cuba.
El texto recuerda que el pasado año fue la República Checa el instrumento de la política norteamericana hacia nuestro país y que entonces Uruguay se abstuvo, lo cual posibilitó que los votos de rechazo a la condena tramada por la Casa Blanca quedarán en minoría.
El trabajo advierte sobre la propia realidad uruguaya para demostrar que "es una paradoja" que el ejecutivo de ese país "condene los derechos humanos vigentes en otro, cuando no tiene resueltos los más elementales derechos humanos de sus habitantes, y que además en este caso, es inmoral que lo haga como un condicionamiento político que ofreció al gobierno de Bush".
En tal sentido, indica que en la nación sudamericana, "para vergüenza nuestra", existen 250 000 hombres y mujeres sin trabajo (16%); la mortalidad infantil es más alta que en muchos países de América Latina, por debajo del límite de pobreza están el 50% de los niños en el interior de Uruguay y el 46% de los que habitan Montevideo.
Relata que en las calles de ese país viven cerca de 5 000 pequeños y se cuentan por decenas el número de jóvenes que andan por las avenidas limpiando parabrisas, haciendo de payasos, trapecistas, malabaristas... buscando el sustento para poder sobrevivir.
Narra cómo la prostitución en ambos sexos de niños y jóvenes aumenta todos los días; la drogadicción cobra nuevas víctimas a diario y los mercaderes de ambos flagelos se ocultan en la falta de medidas del gobierno.
"En nuestro Uruguay del 2002, todavía no se han resuelto definitivamente las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante la dictadura fascista última. Es cierto que ha habido avances, aunque muy lentos. Pero por un lado, ha sido la incansable lucha popular, la coherencia e incansable prédica de justicia la que lo logró; y por otro lado, algunos confesos y reconocidos torturadores o responsables directos de la represión, andan sueltos y provocando, sin que el gobierno o la justicia actúen".
El editorial llama al mandatario uruguayo a reconsiderar su decisión y a adoptar otra postura, de lo contrario, el pueblo uruguayo, "el verdadero soberano, demostraremos en las calles, en los muros, en las consignas y en donde podamos, nuestro rechazo a la posición del gobierno y nuestra solidaridad con el pueblo cubano".