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Latinoamérica

8 de marzo del 2002

Colombia y Cuba en la mira de Bush

Gustavo Espinoza M.
El Siglo
Luego de las declaraciones de Ricardo Vega Llona, el denominado "Zar Antidrogas" de la politica peruana y consejero privilegiado del presidente Toledo, quedó más claro el objetivo de la proxima visita que hará a Lima el Presidente de los Estados Unidos el 23 de marzo.
Bajo el pretexto de tratar con el gobierno peruano el tema de la esperada Ley de Preferencias Arancelarias Andinas -la ATPA-, que Washington usa como camuflage, el mandatario yanqui busca dos objetivos precisos: Colombia y Cuba.
Con relacion a Colombia la administracin norteamericana, que saboteó al máximo las tratativas de paz en la region iniciadas por el gobierno de Pastrana y las FARC; busca hoy aplicar un plan definido que asegure la presencia de bases militares en la orilla del Putumayo, bajo el pretexto de luchar contra el narcotrafico. Para ese efecto debe contar necesariamente con la aceptación -aparentemente ya concedida- del gobierno peruano que de ese modo se convertiría en cómplica de un peligroso operativo de guerra contra los pueblos de America Latina.
Una base militar norteamericana en la region no se crea ciertamente con fines de beneficencia. Sus soldados no seran tampoco alfabetizadores, ni medicos especialistas en enfermedades tropicales. Ningún afán de filantropía mueve a Washington en la coyuntura. Lo que busca el verdadero Eje del Mal que existe hoy en el mundo -y que integran George W. Bush, Donald Rumbself y Condolezza Rice- es una base de agresion militar que usaran alternativamente contra Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil y Peru, en procura de preservar los intereses sacrosantos del capital financiero.
El otro objetivo de la visita imperial, es Cuba. La Casa Blanca se empeña en doblegar a los gobiernos de America Latina -y en la mira está el Perú- para obligarlos a votar una condena a Cuba en el seno de La Comision de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que se reunirá en abril proximo en Ginebra.
Como se sabe, el gobierno USA se valió antes del país Checo, al que usó como Mascarón de Proa para introducir el tema de los derechos humanos en Cuba y afectar a ese pais. Ahora pretende, en sus propias palabras, "latinoamericanizar" el problema. Y por eso negocia bajo el chantaje con los gobiernos más precarios y corruptos de la region, obligándolos a votar contra Cuba en la coyuntura. Muy claramente lo puso en evidencia hace muy poco el canciller argentino Carlos Rouckaf, quien fue a Washington a negociar su voto a cambio de dinero.
George W. Bush busca obsesivamente que sean paises de America Latina los que presenten la mocion contra Cuba en el foro internacional de Suiza. La firma del Perú al pie del documento sería un trofeo que podría llenarlo de júbilo. Pero si no lo alcanzara, por lo menos un compromiso del presidente Toledo asegurando el voto del Perú en favor del proyecto, podría dejarlo satisfecho.. Es a eso, a lo menos que aspira Washington en la circunstancia.
El Presidente Bush ofrece el oro y el moro por ese voto. Y si no lograra comprar la complicidad de las autoridades peruanas mediante el halago o la prebenda; recurrirá incluso a la amenaza, al chantaje y a la agresion. Es bueno que el pais, y la región, estén advertidos tanto de estas siniestras intenciones, como también de los procedimientos de los que se valdrá la Casa Blanca para imponer su voluntad a cualquier precio.
El Perú, por su propia dignidad y por su historia, no puede ceder a la presion imperialista. No puede aceptar convertirse en una base militar de agresión contra un pueblo hermano - Colombia-; ni puede tampoco prestarse a una maniobra tan sucia como la que se urde contra Cuba. El Presidente Toledo, por lo demás, no debe denigrar la tradicion solidaria y fraternal de nuestro pueblo sirviendo de instrumento a tan abyecto contubernio.
Colombia debe resolver sus problemas en paz y de manera autonoma, sin ingerencia imperialista. Y Cuba tiene derecho a salir adelante enarbolando la bandera de la justicia y la dignidad continental.
Aunque Alejandro Toledo haya estudiado en los Estados Unidos, debe recordar que no es un yanqui, sino un mandatario latinoamericano que tiene historia y honrosas tradiciones que defender.