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Latinoamérica

16 de agosto del 2002

Porque los derechos de cada uno terminan donde también terminan los derechos de los demás . . .

¿En demoqué?

La Fonda Alcohol y Humo presenta un menú especial para los compañeros de Rebelión

Hacia 1985, Uruguay instalaba un gobierno elegido a través de elecciones: el presidente pasaba a ser el abogado Julio María Sanguinetti, del partido colorado. Cinco años más tarde, cambia de presidente y, supuestamente, de partido: asumía el abogado Luis Alberto Lacalle, del partido nacional. Pasaron otros cinco años y volvió Sanguinetti. Cinco más y se instaló Jorge Batlle, abogado, del partido colorado. Es decir que van 17 años y algo más de 5 meses de retorno a la democracia. Momentito. Hay un alarmante nivel de desocupación; hay una migración masiva hacia el exterior (el cocinero de la fonda calcula unas 300.000 personas expulsadas del país en los últimos seis años, sobre un total de 3 millones y pico de habitantes); hay congelación salarial, con aumentos que rondan el ridículo y la vergüenza; hay hambre en la calle y en los hogares uruguayos (hace pocos días se publicaba la noticia de escolares que los fines de semana comían pasto, al no contar con el alimento que se les brinda en Enseñanza Primaria); hay merenderos infantiles (y no tanto) en todas las capitales departamentales y en otras ciudades también (en el departamento de Salto se habla de 40 merenderos); hay infinitas y desesperanzadoras filas de uruguayos que permanecen horas en ellas a fin de recibir un plato con comida; hay una impuesta reforma educativa en marcha que no logra abatir la repetición ni la deserción estudiantil; hay un enorme desajuste entre el aumento de los precios al consumo y el descenso de los salarios; hay casos de robos y estafas millonarios a bancos; hay agiotismo por parte de comerciantes inescrupulosos que aumentan los precios a la par del dólar, pero no los bajan cuando la divisa estadounidense lo hace; hay (desde el 20 de junio) "libre flotación del dólar"; hay "acomodos" generados por parte del director de un ente público (empresa pública le dicen ahora) por hacer "una gauchada" (sic), pero resulta que el funcionario era uno de los que estaba en la joda del contrabando; hay un director de Aduanas que asegura haber estado reunido con los jeques del contrabando, pero no los detuvo; hay escasez de productos primarios en algunos supermercados del interior del país; hay riesgo de disminución crónica de productos del agro; hay miles de productores rurales endeudados; hay ex productores a los que ya les han rematado los campos; hay gente endeudada en dólares (algunos a partir de la propaganda del hoy vicepresidente del país, Luis Hierro López, quien aseguraba en su campaña que el partido colorado no iba a devaluar) que ha visto duplicar el monto; hay certero riesgo de privatizaciones por doquier (agua, electricidad, impositiva, ferrocarriles...); hay caída libre para el sector de la construcción; hay cero rubro para inversión estatal en obras; hay cero peso para la enseñanza; hay pronósticos nada alejados de la realidad que auguran un segundo año consecutivo desastroso para el sector turismo; hay gobiernos departamentales en bancarrota declarada y con sueldos no pagos desde hace más de un año; hay gobiernos departamentales que deben fortunas al ente que suministra el alumbrado; hay fricciones con los vecinos de Argentina por los dichos del presidente uruguayo ("desde el primero al último, los argentinos son unos ladrones"), aunque luego lloriquee e intente arreglar el desastre; hay fricciones con los vecinos de Brasil porque el gobierno uruguayo quiere trabar relaciones comerciales unilaterales con los no vecinos de Estados Unidos y derrocar a un malparido MERCOSUR y sumarse a un peor ALCA... Es decir que de menú tenemos de todo, menos democracia.