Latinoamérica

Carlos Powell

Leonel Téller es un nicaragüense joven, oriundo de León, la docta: de su universidad han salido muchos dirigentes de la sociedad nica. Reivindica su linaje de liberal "pura sangre", como un hecho de familia, es decir, del tronco del liberalismo nacionalista del general José Santos Zelaya (Managua 1853-Nueva York 1919), el jefe de la Revolución Liberal cuyo gobierno funcionó como una perfecta bisagra entre dos siglos (1893-1909). Sus bisabuelos paternos son alemanes que llegaron al país para trabajar en los grandes proyectos consecutivos a otra revolución -la industrial. Pero su abuelo materno, Agustín Sánchez Salinas, llegó a tener rango de coronel del ejército de Sandino y fue su secretario privado. "Se unió a Sandino por ser liberal nacionalista", argumenta, " no por ser marxista". Su padre, en cambio, fue un algodonero que "nunca se metió en política", cuando el algodón enriqueció hasta la saciedad a quienes lo cultivaron. Su educación superior la hizo en Estados Unidos.
Durante la Revolución Sandinista su familia se dividió, como tantas aquí, y él saltó a la trinchera de la Resistencia Nicaragüense. Después de un largo periplo donde se cruzan actividades comerciales, diplomáticas, políticas, asesorías de alto rango, y después de haber iniciado tempranamente el combate contra la corrupción del gobierno de Arnoldo Alemán desde su curul de diputado liberal, reivindica orgullosamente su nuevo status de ciudadano. El ciudadano Téller, casi podría ser el título de una película. Y no tiene pelos en la lengua al explicar que actualmente no tiene empleo, que su mujer y su familia han financiado durante estos dos últimos años este combate encarnizado contra la corrupción, casi quijotesco.
Desde esta plataforma plebeya, que se propuso dignificar, en un vuelco inédito de su historia familiar de alta alcurnia, Téller, poniendo en no pocas ocasiones la vida de su familia y la propia en peligro, ha desarrollado desde hace dos años una intensa lucha contra la corrupción del sistema alemanista. Ha sido el artífice –con eminentes correligionarios temporales- de numerosas denuncias y acusaciones formales presentadas ante la Contraloría General del Estado, algunas de las cuales pasaron a la Procuraduría y han dado lugar a importantes juicios que, sin embargo, no lograron poner a Alemán en la cárcel. Hoy, a las puertas de lo que pareciera ser el principio del fin de dicho sistema, ofrecemos sus contundentes declaraciones. Las ofrecemos no porque emanan de un representante liberal, con quien personalmente no coincidimos en más de un punto de vista, sino por ser las de una persona que ha visto y vivido los engranajes del poder desde adentro, por su carácter testimonial-histórico y porque no ha dudado en renunciar a su cargo de embajador plenipotenciario ante la Unión Europea, para evitar caer en componendas políticas o personales.
Carlos Powell: ¿Puede enumerar los diferentes casos que usted ha sacado a la luz contra Alemán, y explicar cómo ha conseguido tanta información probatoria?
Leonel Téller: A seis meses de haber regresado a Nicaragua después de haber renunciado públicamente a mi cargo de Embajador ante la Unión Europea, presenté en el Parlamento una solicitud de desaforación contra Alemán (julio del 2000). Aunque esta moción no haya prosperado (un solo diputado tuvo el valor de firmarla), significó que mucha gente me empezó a buscar para darme, de manera anónima, documentación sobre casos de corrupción institucional. Desde el año 2000 hasta hoy, qué no he visto. Pero esto también me trajo dificultades a nivel familiar. Si mi esposa, María del Pilar Ríos, que es nicaragüense, no hubiera tenido la determinación de hacer "yunta" conmigo, no sé dónde estuviéramos. Hay muchos momentos en los que nos hemos sentido muy solos. Hoy está de moda enfrentar a Alemán. Nosotros sabemos que hemos arriesgado incluso nuestras vidas. El año pasado tuvimos hasta doce escoltas. A María del Pilar la agredieron...Pero hay gente de alto rango que le ha hecho ver a esta gente de Alemán que no les conviene tratar de eliminar físicamente a los adversarios políticos...
CP: Volvamos a los casos...
LT: Cuando me empieza a llegar toda esta información, pasan siete meses. Mi actividad de abierta oposición me creó una vida difícil en el Parlamento. Hasta me negaban la palabra. Entonces, tomé la decisión de darle forma jurídica a toda la documentación que había acumulado y llevar estos casos a la Contraloría del Estado. Yo no soy abogado, pero recibí el inestimable auxilio de don García Quintero, un gran jurista. Fíjese que de esta fecha datan documentos sobre el sonado caso de Geninsa, que se ventila hoy, y que nos fueron suministrados por los propios empleados de esa empresa. Estaban asqueados por los actos de corrupción de los que eran testigos. Alemán empezó a insultarme públicamente, llamándome "alacrán punzoñoso que pica y se esconde", "onanista perpetuo".
CP: La confrontación estaba empezando a trasladarse al ámbito público...
LT: Sí, entonces yo consideré necesario legitimar nuestras acusaciones con miles de firmas de la ciudadanía. Presentamos cargos por enriquecimiento ilícito de la familia Alemán, hicimos un extenso inventario de bienes mal-habidos en sus propiedades, como el caso de la hacienda "La Chinampa", donde inmediatamente después de la entrada de recursos de urgencia para los daños provocados por el huracán Mitch, se hicieron inversiones por el orden de los 3 millones de dólares, mientras la gente se estaba muriendo de hambre y estaba sin techo. Esto incluye la construcción de una casa-hacienda de 300 mil dólares. Tengo copia de toda esta documentación, con lujo de detalles. De esta misma manera documentamos las irregularidades en seis o siete otras fincas de Alemán y las presentamos a la Contraloría. Hicimos notar que según la declaración pública de bienes que Alemán había presentado para asumir la presidencia, de ninguna manera le permitía hacer semejantes inversiones. Insistimos en que aunque no existiera en el código penal de Nicaragua la figura del "enriquecimiento ilícito", había otras figuras que perfectamente permitían que la Contraloría evaluara la documentación y permitiera que la Procuraduría tomara manos en el asunto. Desde junio de 2001 esta documentación estuvo en manos de la Contraloría. Otro caso grande que abrimos fueron las irregularidades en el Instituto de Desarrollo Rural (que hoy se conoce como "el caso de las vaquillas", todavía en proceso, NDP). Esta vez también fui amenazado de muerte por uno de los principales acusados.
CP: ¿Otro caso grande?
LT: Las irregularidades en ENITEL. No lo de la venta, que salió ahora, sino una serie de delitos de malversación de caudales públicos, cuando era 100% estatal.
CP: ¿Alguna otra acción?
LT: El 27 de junio del 2001 presentamos ante la Contraloría General de la República los folios con 60 mil 600 firmas de ciudadanos y sus números de cédula, solicitando la investigación de Alemán, sus parientes comprendidos hasta cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, prestanombres, testaferros y todas las personas nacionales o extranjeras que hubieran cometido actos delictivos vinculados con el enriquecimiento sospechoso y acelerado de Alemán. Ahora le acaban de llevar 90 firmas de notables y otra solicitud ciudadana de desaforación con 6 mil firmas, que acaba de ser entregada al presidente Bolaños. Excelente. Pero ¿por qué los miles de firmas que nosotros presentamos de los ciudadanos comunes no tuvieron tanto eco como estas 90 de los notables? Nuestra solicitud, (de la que tengo copia) fue sencillamente engavetada y seguramente ya se la comieron los ratones en las bodegas de la Asamblea Nacional. En estos días voy a convocar una conferencia de prensa y volver a hacer público este documento.
CP: Me imagino la respuesta, pero tengo que hacer la pregunta: ¿Por qué no prosperó ese trámite?
LT: En la Contraloría está el señor Argüello Poessy, que como todos saben, responde ciegamente a los intereses de Alemán. Esa es toda la explicación. Por este motivo, nosotros volvimos a presentarnos el 29 de enero pasado ante el sub-Procurador de la Justicia don Francisco Fiallos, pero como ciudadanos.
"No tenemos que tenerle miedo a estos aprendices de dictadorzuelo, como Alemán."
CP: Parece que usted ahora está levantando el estandarte de la lucha ciudadana...
LT: Tenemos que demostrarle a la gente de este país, como dice el lema de la Naciones Unidas, que el que no ejerce sus derechos, los pierde. Los ciudadanos, después de regímenes de derecha y de izquierda, se han vuelvo muy temerosos y apáticos. Yo me dije que no podía irme a mi casa tranquilo sabiendo que había un saqueo del país. No tenemos que tenerle miedo a estos aspirantes a dictadorzuelo, como Alemán.
CP: A la juez Gertrudis Arias le cortaron las alas, al fiscal del pueblo Alberto Novoa también. ¿Qué lo protege a usted? ¿Hasta dónde cree que va a llegar?
LT: Yo voy a llegar hasta el final, y Alemán va a caer preso, junto con muchos otros corruptos, se lo garantizo. Gertrudis Arias es un ejemplo histórico para este país y para la mujer nicaragüense. Novoa también lo es para el país y para los hombres de Nicaragua. Ambos desde sus cargos, como funcionarios públicos, como lo fui yo también en un momento, actuaron ejemplarmente. Si estuviéramos en un verdadero Estado de derecho, su acción no hubiera sido tan extraordinaria, ésa es la paradoja que pone al sistema judicial en alerta.
CP: Pero usted es menos vulnerable que ellos, no son de su misma clase social.
LT: No creo que sea eso. Es verdad que no me pueden correr de alguna institución en este momento porque no tengo un cargo, pero socialmente me han cerrado puertas, he perdido muchos amigos. De cualquier clase que uno sea, siempre se arriesga en una cosa así.
CP: Pasemos a la coyuntura política del momento. Dentro de la bicefalia del PLC, ¿dónde se sitúa usted como liberal? LT: En ninguno de los dos bandos; sin embargo, simpatizo con el ala progresista de José Rizo Castellón por ser un liberal progresista, con visión de estadista y honesto. Voy a trabajar del lado del liberalismo que quiere dignificarse.
"La ciudadanía tiene que encontrar nuevas formas de manifestarse."
CP: Usted es un empedernido luchador solitario, casi quijotesco. ¿Qué opinión le merecen las diferentes presiones que ejerce la ciudadanía desde otros ángulos?
LT: Creo que todo esto es correcto. Hay momentos en los que hay que sacar todos los fierros. Apoyé moralmente a Pastora en sus marchas, pero le aclaré que mi lucha era institucional y se me hacía imposible estar en dos frentes. Todo esto es muy positivo porque en este país que tiene una historia de tiros, la ciudadanía tiene que encontrar nuevas maneras de manifestarse. Después de tantos fracasos históricos, al pueblo le cuesta mucho implicarse políticamente. Además es un pueblo muy empobrecido, si tiene que luchar día a día por su subsistencia, ¿cómo se le puede exigir que ande participando en marchas? La gente a duras penas tiene para pagar el bus aquí. Las inmensas mayorías se levantan por la mañana con cien mil problemas que resolver, y el primero de ellos, comer.
CP: Se supone que el CONPES (Consejo Nacional de Planificación Económica y Social) es la representación civil dentro del espectro político. Se han quejado hace unos días de que Bolaños no los escucha. No son simples ciudadanos, son representantes de diferentes sectores. ¿Es otra puerta ciudadana cerrada?
LT: En el CONPES hay un espectro muy variado de más de cien personas, de orígenes y posiciones ideológicas muy diferentes. Entonces, ¿Cómo pueden ponerse de acuerdo frente a una negociación con el FMI? Finalmente, resulta un foro de discusión. Pero el CONPES no es una iniciativa ciudadana, su creación es un mandato constitucional. Es verdad que Bolaños se comprometió en la Nueva Era a escuchar sus recomendaciones, pero la verdad final es que no tiene la obligación de hacerlo.
CP: Ante tantos caminos que se cierran, si no se escucha al CONPES, si los diputados no representan verdaderamente al pueblo, si hay apatía entre la gente, si no se puede desaforar a los políticos delincuentes, ¿estamos ante un callejón sin salida? LT: Las cosas están cambiando. Pronto se va a desatar el nudo de la corrupción y a Bolaños todavía le quedan cuatro años de gobierno. Hay que tener paciencia. No heredó un país fácil. La clase política, particularmente el FSLN, tiene que asumir su costo en todo esto porque negociaron el pacto con Alemán. Pero ahora Alemán va a ser formalmente acusado por la Procuraduría. Sólo faltan unas horas. Incluso tiene cargos por lavado de dinero.
CP: El diputado sandinista Bayardo Arce también...
LT: Esas pruebas las tendrá Estados Unidos, yo no tengo más información que la que se conoció por los medios. Si nosotros no hemos podido atacar la corrupción de los años 80 es porque tuvimos que salir del país al exilio. Ahora estamos aquí y podemos reunir las pruebas. Sobre Alemán las tenemos. Las tiene también Bolaños, y tiene mucho más que yo, por el acceso privilegiado a cierta información. Aún así, lo que yo sé ya es suficiente. He encontrado evidencia de este lavado en cuentas en Panamá, en El Caribe y en Europa.
CP: ¿Una cifra global aproximada?
LT: Sumando todo aquello de lo que se tiene evidencia, llegamos sin problemas a los 700 millones de dólares entre bancos quebrados y malversación de los caudales públicos (Nicaragua exporta anualmente 500 millones de dólares, NDP).
CP: ¿Puede haber más?
LT: Absolutamente. Eso es sólo lo que está documentado. La cifra podría llegar a mil millones de dólares fácilmente.
"Estamos a punto de ganar esta guerra."
CP: Con todo esto, ¿A Alemán no le va a quedar chica la cárcel de Nicaragua?
LT: Sí, la cárcel de Nicaragua es pequeña para él.
CP: ¿Por qué motivo se quedaría Alemán tranquilamente esperando que lo lleven a juicio, si gente con mucho menos poder que él, son hoy prófugos de la justicia?
LT: Está acorralado, no le queda otra opción que quedarse. ¿Dónde va a ir?
CP: Y si es por fuerza que se tiene que quedar, ¿Cree que se va a quedar sentado y cruzado de brazos, o que va a dar la batalla?
LT: Dará seguramente sus últimas batallas, pero ya estamos empezando a ganar la guerra.
CP: ¿Se está refiriendo a batallas políticas o podría esto pasar a otros planos, por ejemplo, a enfrentamientos sociales?
LT: No creo. Pienso que esto se va a jugar en el Parlamento: si sumamos los 38 votos del FSLN, 5 de la bancada Azul y Blanco, más el de Jaime Morales Carazo, más el del PC, más el del diputado Eduardo Gómez que se acaba de pasar a Azul y Blanco, tenemos 46: sólo falta un voto para que se pueda desaforar a Alemán.
CP: ¿Cómo van a conseguir ese voto? LT: Cuando Enrique Bolaños dé a conocer el miércoles todas las pruebas que tienen contra Alemán, vamos a tener votos de sobra.
CP: ¿Se va a desmoronar el arnoldismo?
LT: Eso está a la vuelta de la esquina.
CP: ¿Cómo ve el espectro político posterior al derrumbe del arnoldismo?
LT: Ya la suerte está echada. Hay un nuevo CEN del PLC bolañista que espera sus credenciales oficiales por parte del Consejo Supremo Electoral. Ellos van a tener la responsabilidad de reagrupar a toda la familia liberal.
CP: Entonces, el país volverá a la actual polarización que usted execró anteriormente, el FSLN y el PLC dominando el paisaje electoral.
LT: Eso ya no sería culpa de los liberales. Lo que digo es que los liberales tienen que unirse para ir así a las elecciones municipales y presidenciales del 2006.
CP: Con tanta sangre que ha corrido en estos últimos seis meses, ¿los arnoldistas se van a plegar a ese nuevo PLC bolañista?
LT: El alemanismo en realidad es una cúpula que tiene engañada a una buena parte de los militantes. El desengaño se avecina, está a las puertas.
CP: Pero después del derrumbe del arnoldismo y la recomposición liberal, todavía faltaría modificar las estructuras del Estado que actualmente están controladas por el arnoldismo, como el Consejo Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia, la Contraloría, etc...
LT: Esta es la oportunidad histórica del FSLN de romper el nudo del pacto y recomponerse política y moralmente ante su militancia.
Managua, 3 de agosto de 2002
*Carlos Powell, periodista, powama@ibw.com.ni