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Latinoamérica

21 de junio del 2002

Trabajo informal crece en todo el mundo

Eduardo Tamayo
Servicio Informativo "alai-amlatina"

El trabajo informal ya no puede considerarse un asunto marginal o temporal ya que actualmente involucra a la mitad de los trabajadores de todo el mundo.
El fenómeno está creciendo rápidamente en todos los países, pero especialmente en los países en desarrollo. El trabajo informal es sinónimo de ausencia de derechos, ingresos inseguros e inexistente protección social, señala un informe de la OIT.
En América Latina, el porcentaje de empleo informal urbano creció del 50 por ciento del total del empleo urbano en 1990 a un 58 por ciento en 1997.
La mayor parte de los nuevos empleos pertenecen a la economía informal, el empleo por cuenta propia alcanza entre el 25 y el 40 por ciento del empleo total, apunta el documento "El trabajo decente y la economía informal". Que discute la 90ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo que congrega a 3000 delegados/as de gobiernos, trabajadores y empleadores.
La mayoría de personas entra en la economía informal -que se desarrolla fuera de los marcos legales y jurídicos- porque no puede encontrar empleo en el sector formal y tampoco puede permitirse el desempleo absoluto. La lista de trabajadores informales es amplia: incluye a vendedores callejeros, limpiabotas, recolectores de basura, chatarreros y traperos, a trabajadores domésticos, a trabajadores a domicilio, a trabajadores de fábricas explotadoras a "los que se hacen pasar por trabajadores asalariados" en cadenas de producción, a los trabajadores independientes de microempresas y a otros.
"Con frecuencia, los trabajadores y los empresarios del sector informal son objeto de acoso, chantaje y extorsión practicados por funcionarios corruptos y tienen que hacer frente a costos prohibitivos y a procedimientos burocráticos muy complejos para establecer y gestionar las empresas. Por otra parte, también es importante señalar que quienes se encuentran en la economía informal no pagan impuestos directos ni contribuyen a la seguridad social", dice el informe de la OIT.
Aunque en forma minoritaria, la economía informal también está presente en los países desarrollados. En los Estados Unidos, por ejemplo, las diversas formas de empleo informal son cada vez frecuentes en sectores como la electrónica y la fabricación de prendas de vestir, en los cuales los trabajadores provenientes de América Latina y Asia, especialmente mujeres, son a menudo empleados/as en condiciones de explotación.
Los emigrantes de los países del Sur que llegan a los países desarrollados, especialmente aquellos que no hablan el idioma, tienen a concentrarse en la economía informal debido a que existen pocos trabajos accesibles para ellos. "Los inmigrantes ilegales son los que tienen mayores probabilidades de acabar en las fábricas que explotan a los trabajadores de la economía informal o en los trabajos que no llamen la atención de las autoridades públicas y, por ello, son los más vulnerables a la explotación y el abuso", anota el informe.
Un dato importante que destaca la OIT es que las propias empresas transnacionales (ETN) están impulsando la economía informal, movidas por sus políticas de competencia, reducción de costos y mayores ganancias. De la producción concentrada en una sola gran fábrica, las ETN han pasado o están pasando a la descentralización de la producción bajo el concepto de la "especialización flexible", creando unidades de producción más pequeñas, algunas de las cuales no se registran o son informales. En la cadena de producción transnacional dirigida a los consumidores de los países del Norte, el productor final está ubicado en los países en vías de desarrollo y cada vez más en los países en transición (ex socialistas) en donde algunos subcontratistas recurren al trabajo informal, caracterizado por los salarios de miseria, prohibición de sindicalizarse, inestabilidad en el trabajo y malas condiciones de los locales de trabajo.
Algunas causas La expansión de la economía informal se vio favorecida, en las décadas de los 80 y 90, por las políticas de ajuste estructural y estabilización que en muchos países produjeron el crecimiento de la pobreza, el desempleo y el subempleo. La crisis financiera asiática de mitad de los noventa provocó un crecimiento acelerado de las actividades económicas marginales.

Un reciente caso de expansión del trabajo informal es Argentina.

Luego de más de una década de aplicación de las recetas del FMI, privatizaciones y rampante corrupción, la mitad de la población económicamente activa está sin empleo o tiene problemas en el trabajo. Unos 3.5 millones de argentinos/as están desocupados/as y otro tanto hace trabajos precarios o temporales que no cubren el mínimo de horas semanales indispensables para la subsistencia.
La pobreza es uno de los factores del crecimiento de la economía informal. "Es la pobreza la que fuerza a la mayoría de las personas a aceptar puestos de trabajo poco atractivos en la economía informal.
Los bajos ingresos que se obtienen de estos empleos crean un círculo vicioso de pobreza". Sin embargo, trabajo informal no siempre equivale a pobreza. Existen trabajadores informales, especialmente por cuenta propia, que ganan más que los trabajadores poco calificados del sector formal.. Pero esta es la excepción: la economía informal concentra a los trabajadores más pobres, especialmente de las zonas rurales.
Mas allá de la distinción del trabajo formal o informal, el déficit de trabajo decente caracteriza a la economía globalizada. Al comenzar el presente decenio, 160 millones no tienen empleo y un tercio de los 3000 millones de trabajadores que hay en el mundo están desempleados, subempleados o con ingresos insuficientes para mantener a sus familias.
Según el estudio de la OIT, el crecimiento de la economía informal en Los países en desarrollo está ligado a factores demográficos como el exceso de mano de obra, de ahí que sea importante tener en cuenta las Corrientes migratorias del campo a la ciudad, las migraciones transfronterizas y la creciente incursión de la mujer en las actividades económicas. "Ya sea por elección o necesidad, más y más mujeres entran en el mercado laboral, pero muy a menudo acaban en trabajos situados en lo más bajo de la economía informal, bebido a que suelen tener peor preparación en términos de educación y formación, tienen menos acceso a los recursos, aún debe hacer frente a diversas formas directas e indirectas de discriminación y soportan la carga de las responsabilidades familiares".
El crecimiento del sector de "tecnología de punta" y la consiguiente Demanda de personal altamente especializado relega a las personas no cualificadas que buscan trabajo en la economía informal. Por otro lado, los salarios del sector público en muchos países en desarrollo son insuficientes para mantener una familia, por lo que los empleados o sus cónyuges se ven obligados a buscar ocupación en la economía informal.
Por último, la vigencia de un modelo de crecimiento económico "sin empleo" ha agudizado el trabajo informal. En este contexto, se han implementado políticas que tienden a favorecer a la inversión extranjera, así como a las grandes empresas manufactureras, descuidando el sector agrícola del que dependen la mayoría de habitantes de los países del Sur.