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Latinoamérica

El canciller Blanco se había reunido
con su similar argentino una semana antes
Asesinatos de Michelini y Gutiérrez Ruiz se decidieron en votación en el Cosena

Testimonios de Zumarán y monseñor Parteli a la comisión investigadora del Parlamento revelaron lo aprobado dos días antes del secuestro. Bordaberry, quien niega la reunión, y el brigadier Paladini votaron en contra. Ravenna, Linares Brum, Vadora y González Ibargoyen aprobaron el crimen.

En las actas de las sesiones reservadas de la Comisión Investigadora sobre el Secuestro y Asesinato Perpetrados contra los ex Legisladores Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini, se incluye una hipótesis inédita sobre los autores intelectuales del crimen cometido el 20 de mayo de 1976.
Los testimonios del ex senador Alberto Zumarán y de monseñor Carlos Parteli dieron cuenta a los investigadores de la Cámara de Diputados de 1985, que existía un documento anónimo en el que se narraba la realización de una votación sobre el tema en el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).
El tema surgió cuando Matilde Rodríguez, viuda de Gutiérrez Ruiz, compareció ante la comisión parlamentaria y divulgó los detalles del secuestro del ex presidente de la Cámara baja. En su declaración, señaló, Zumarán le dijo que monseñor Parteli sabía de una reunión a altos niveles del gobierno.
La existencia de contactos entre los gobiernos dictatoriales de Uruguay y Argentina por la situación de los exiliados en Buenos Aires, también fue reconocida ante el Parlamento, en un testimonio del entonces embajador Gustavo Magariños, al que accedió LA REPUBLICA.
Votación de 4 a 2 en el Cosena
El 20 de mayo de 1985, el propio Zumarán declaró ante la investigadora y confirmó que en mayo de 1976 circuló una información sobre una reunión del Cosena en la que se había decidido el asesinato de los dos legisladores, informó el periodista Samuel Blixen este viernes en Brecha.
En el acta número 5 de la investigadora, a la que también pudo acceder LA REPUBLICA, Zumarán indicó que existía un documento mimeografiado y sin firma, en el que se informaba sobre "una reunión de la que habrían participado el presidente de la República, los ministros del Interior y de Defensa Nacional y los tres comandantes en jefe, más un coronel argentino", se indica.
Zumarán detalló a los diputados que el anónimo afirmaba que "en esa reunión se habría decidido la muerte de Gutiérrez Ruiz y Michelini y que habría contado con el voto contrario del entonces presidente Juan María Bordaberry y del comandante de la aviación, brigadier general (av) Dante Paladini.
El ministro del Interior, general Hugo Linares Brum, el ministro de Defensa, Walter Ravenna, el comandante del Ejército, general Julio César Vadora, y el comandante de la Armada, vicealmirante Víctor González Ibargoyen votaron a favor del crimen, en el que estaría incluido Wilson Ferreira Aldunate.
El documento, explicó entonces Zumarán, también llegó a manos de monseñor Parteli, quien fue convocado luego por la investigadora y compareció en la sesión realizada el 27 de mayo de aquel año. El arzobispo de Montevideo confirmó los dichos de Zumarán, aunque no recordó los nombres que se manejaban en la misiva.
La carta "narraba una reunión, aquí en Montevideo, donde estaban militares de alta graduación, el presidente Bordaberry y un militar argentino. Sé que se votó -eso es lo que dice este anónimo- y que el presidente Bordaberry votó en contra y otro militar también; los demás votaron a favor de darle vía libre. Entonces, esa misma noche, el militar argentino voló a Buenos Aires y procedieron...", explicó Parteli.
Magariños y el viaje de Blanco
El embajador Gustavo Magariños fue acusado en ese testimonio de Matilde Rodríguez, como el hombre que "marca" a su esposo Gutiérrez Ruiz en la calle, eventualmente, para que fuera reconocido por quienes luego lo secuestrarían.
Matilde Rodríguez recuerda que Magariños tenía su auto mal estacionado sobre la calle Corrientes, esperando al Toba, para fingir un encuentro casual en el que solamente se presentó y se "puso a su disposición". Según las actas de la comisión parlamentaria, que leyó LA REPUBLICA, Magariños afirmó a los investigadores que el encuentro con Gutiérrez Ruiz fue "casual" y que tampoco tuvo relación con Michelini, cuya condición de asilado -recordó- se había perdido cuando viajó a Estados Unidos para declarar en el Tribunal Russell contra el gobierno uruguayo.
Sin embargo, en su testimonio Magariños confirmó la existencia de una reunión entre el canciller Juan Carlos Blanco y su similar argentino, el contralmirante César Guzzeti, el 8 de mayo. La reunión, a la que también asistió el embajador De la Plaza, se realizó en una travesía marítima en un barco de paseo por El Tigre.
Magariños dijo que no participó de toda la reunión, que en "un 20 por ciento fue totalmente reservada" entre los cancilleres.
El diplomático dejó así un margen de diálogo en el que los representantes políticos de las dictaduras rioplatenses bien pudieron hablar sobre los exiliados uruguayos en Buenos Aires y la decisión que días más tarde tomarían ambos gobiernos. Lamentablemente, la investigadora sobre los asesinatos de Michelini y Gutiérrez Ruiz sufrió una filtración a la prensa de un testimonio, que provocó un escándalo político, en el preciso momento en que se proponía citar a varios militares.



Esta noche, un nuevo reclamo de verdad
Esta tarde, a las 19 horas, tendrá lugar una nueva Marcha de Silencio. Miles de uruguayos se darán cita en la Plaza que recuerda a los Desaparecidos, en la esquina de Rivera y Jackson, para caminar hacia la Plaza de Cagancha iluminados con velas o linternas bajo la consigna "Sin ocultamientos ni amenazas; verdad, memoria y nunca más".
Desde hace siete años, miles de uruguayos se reúnen para rendir homenaje a quienes aún permanecen en condición de desaparecidos, y reclamar al gobierno una solución. Es la tercera marcha que se realiza bajo la administración de Jorge Batlle, quien al inicio de su gestión instaló una Comisión para la Paz, para atender este tema.
El 20 de mayo, además, es una fecha que tiene especial significación para los familiares del senador frenteamplista Zelmar Michelini y del diputado Héctor Gutiérrez Ruiz, ex presidente de la Cámara de Representantes, asesinados en Buenos Aires en 1976 en el marco del Plan Cóndor, y cuyos crímenes nunca fueron aclarados. Precisamente, en esta jornada, se recuerda este episodio.
Hoy, a la hora 10.30, habrá un homenaje en el Cementerio Central frente a la tumba de Michelini. A la misma hora, la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos realizará una conferencia de prensa en su sede.
Los organizadores pidieron una marcha silenciosa y que únicamente flameen banderas nacionales, ya que el acto no tiene un perfil partidario. La intención a su vez es portar linternas o velas para formar "un gran río de luz" que ilumine el reclamo por conocer el destino de los desaparecidos.
Este año, los participantes de la marcha tendrán un nuevo elemento para compartir con la aparición de Simón Riquelo, el hijo de Sara Méndez y Mauricio Gatti secuestrado en Buenos Aires el 13 de julio de 1976. Ayer el diario El Observador informó que la Comisión para la Paz incluirá en su informe final sobre los desaparecidos que la denominada "Operación Zanahoria" existió. En este operativo, denunciado en reiteradas oportunidades por organizaciones de derechos humanos, los militares removieron restos de detenidos que estaban enterrados en cuarteles.
Hace cinco años, el Poder Ejecutivo ordenó archivar un expediente por este tema originado en una denuncia penal presentada por el senador Rafael Michelini, al considerar que el caso estaba comprendido en la Ley de Caducidad. *