VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

PASTRANA ENTRO EN SAN VICENTE
Y LAS FARC SIGUEN ATACANDO

Adiós a la "zona desmilitarizada"

Seguro de sus pasos, el presidente colombiano Andrés Pastrana llegó a San Vicente del Caguán, ciudad que fuera el corazón de la ex zona de despeje en poder de la guerrilla, para reestablecer la presencia del Estado tras el fin de las negociaciones con las FARC y el inicio de la reconquista de la zona desmilitarizada en el sur del país. Pastrana dio un discurso en el que reiteró sus acusaciones contra las FARC y los motivos por los que decidió poner fin a tres años y medio de marchas y contramarchas del proceso.
Las FARC continuaron ayer con sus ataques a la infraestructura económica: dinamitaron un puente que comunica los departamentos de Huila y Caquetá (sur), una torre de transmisión en el Cauca (suroeste) y otra de telecomunicaciones en el Tolima (centro). Además, secuestraron al periodista Alfredo Bustillo del canal RCN y mataron a su chofer cuando iban camino a la antigua zona de distensión.
Pastrana llegó ayer a San Vicente del Caguán, capital del antiguo enclave rebelde de 42.000 kilómetros cuadrados al sur del país acompañado por su ministro de Defensa Gustavo Bell y los altos mandos militares encabezados por el general Fernando Tapias, comandante de las Fuerzas Armadas. En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, Pastrana recorrió la población donde inició en enero de 1999 los diálogos que quedaron truncos con la principal guerrilla de Colombia. De buen humor, el presidente recorrió las calles del pueblo y tras una reunión con las autoridades locales se dirigió a las 500 personas reunidas en la plaza principal, que fuera el escenario donde inició el proceso de paz.
"Hace un poco más de tres años, en esta misma plaza, tuve la oportunidad de estar aquí en San Vicente para iniciar en aquella época, en enero del ‘99, el proceso de diálogo para llegar a la negociación con las FARC", rememoró. Pastrana recordó que en esa ocasión Manuel Marulanda, alias "Tirofijo", jefe de las FARC, eligió no acudir a la reunión, y "dejó una silla vacía".
Pastrana señaló que al presente los guerrilleros "tomaron la decisión de romper la mesa de negociación y dejaron de nuevo la silla vacía y en ella no sólo al presidente, sino a todos los colombianos, pero aquí seguimos trabajando". La guerrilla continuó con su ola terrorista al secuestrar ayer al periodista de canal de televisión privado RTC Alfredo Bustillo y asesinar a su chofer, que iban rumbo al antiguo enclave desmilitarizado.
Asimismo los rebeldes atacaron la infraestructura energética, de telecomunicaciones y vial. En el departamento del Caquetá, que abarca gran parte de la antigua zona de distensión, las FARC dinamitaron un puente a escasos kilómetros de la capital Florencia, impidiendo el tránsito de esa ciudad y el Huila. Además, en el Cauca los guerrilleros dinamitaron una torre de electricidad, que también suministra energía a unos 40 municipios del departamento del Valle (suroeste).
Además, la empresa estatal de telecomunicaciones Telecom informó sobre la voladura de una torre que abastece del servicio a ocho localidades del norte del Tolima. Ya van 58 los muertos en la ofensiva guerrillera, que incluye combates contra los grupos paramilitares de ultraderecha. El gobierno rompió el miércoles las negociaciones de paz con las FARC a raíz del incremento en la violencia después de un frágil acuerdo en enero para tratar de llegar a un cese del fuego.
El disparador de la ruptura fue el secuestro del senador Jorge Eduardo Gechen. Después de una jornada de bombardeos y operaciones de desembarco de helicópteros del ejército desde el jueves, más de 300 soldados armados con fusiles y ametralladoras entraron anteayer de madrugada sin encontrar resistencia rebelde a San Vicente del Caguán, bajo la mirada de sorpresa de la gente.
Paralelamente, el ejército informó que recuperó el control de La Macarena, Uribe, Vista Hermosa y Mesetas, en el vecino departamento del Meta, los otros cuatro municipios que hacían parte del desaparecido enclave rebelde. Aunque el gobierno ya tiene presencia en las principales poblaciones, algunos analistas militares dudan que pueda recuperar completamente el control de la extensa zona selvática.