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Latinoamérica

Puerto Rico, esa a la herida que prosigue la lucha

Por ONELIA CHAVECO

La Habana, 22 febrero (AIN).- De que Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas no deja de ser una frase hermosamente poética pero cada vez más es una verdad comprobada por esa unidad in crecendo y la necesidad de defender ese flanco herido que es el pueblo borinqueño.
Destacadas personalidades del arte puertorriqueño y cubano coincidieron en la mesa redonda de hoy en que la cultura de ese pueblo ha sido sostén y guía para enfrentar la pretendida colonización norteamericana del idioma, los símbolos patrios, la identidad nacional y la propia tierra del hermano país.
En especial la música autóctona ha protagonizado una viril batalla para no sucumbir ante la avalancha de los ritmos norteamericanos, y también ha estado en la primera línea de combate contra los propios marines yanquis en la pequeña isla de Vieques, con exponentes principales como Danny Rivera y Daniel Santos.
También la plástica en la caribeña nación, que se ha convertido en trinchera desde una celda para decir qué mueve a la gente y por qué hacen desobediencia civil ante la presencia militar de Estados Unidos.
El panel dejó claro que la instalación de ese armamento y las prácticas militares norteamericanas dejan desastrosos dividendos para los viequenses por la carga contaminante, la ausencia de desarrollo, la falta de educación y medicina, en una isla donde no existe una sala de parto y los niños que nacen allí es por accidente.
Ello motiva al éxodo de los jóvenes profesionales, a que las edificaciones estén limitadas a menos de tres pisos y que el crecimiento poblacional sea mínimo por las pocas esperanzas de mejoramiento.
Los panelistas reiteraron la importancia de ese hilo que unifica al pueblo sobre la base cultural, lo que propicia las patrióticas jornadas de solidaridad con los cinco héroes cubanos prisioneros del Imperio, el homenaje a José Martí, y el accionar de las brigadas de solidaridad con Cuba.
En la mesa se hizo referencia a dos títulos como Enamorados de la Paz un diario de Danny Rivera, y Crónica de la desobediencia, de Ernesto Peña, ambos libros nacidos en la prisión y que reflejan el amor de ese pueblo por su verdadera independencia.
Cien años dentro de los apetitos yanquis y haber permanecido incólume a la invasión es muestra que de verdad el Puerto sigue siendo Rico en sus valores patrios y en su revolucionaria identidad