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Latinoamérica

9 de diciembre de 2002

Los Mapuche Cibernéticos

Fernando Camacho Padilla
Rebelión

Todos conocemos la dura realidad que vive actualmente el Pueblo Mapuche. Al igual que muchas otras etnias de América Latina, los mapuche están sufriendo un sistemático abuso de sus derechos más básicos debido, principalmente, a los intereses de grandes empresas energéticas y forestales. Lamentablemente, el gobierno de Chile apoya estos intereses justificándolos por la necesidad de nuevas instalaciones de energía para abastecer a las empresas y mantener así el ?milagroso? crecimiento económico.

Sin embargo, debemos considerar por qué conocemos tanto de la lucha de un pueblo y tan poco de otros. Los mapuche son escuchados a nivel mundial y, gracias a ello, apoyados por un fuerte sector internacional. Desde luego que no se debe a la información que transmiten los medios de comunicación, ya que si se hace, no se posicionan ni siquiera de manera neutral. En los inicios del siglo XXI podemos apreciar como algunos colectivos indígenas empiezan a hacer uso de las nuevas tecnologías y muy especialmente de Internet para divulgar a escala global la situación que están padeciendo en sus territorios.

El primer gran ejemplo y mejor conocido a nivel internacional, es el caso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ? EZLN -. El sub-comandante Marcos ha tenido claro desde el principio la estrategia que tenía que llevar para penetrar en la conciencia de la opinión pública. Hasta el momento parece que está teniendo, sino grandes resultados, un mayoritario apoyo mundial. El Pueblo Mapuche sigue el mismo modelo aunque con características bastante diferentes por diversas razones.

La dura represión que sufrieron los mapuches durante la dictadura militar y el cambio económico hacia el modelo Neoliberal impuesto por los Chicago Boys, les llevó a emigrar a otros países o las grandes ciudades de Santiago o Concepción en búsqueda de refugio y de empleo. En su nuevo hábitat, los mapuche accedieron a los medios de comunicación e incluso a formar parte de algunas universidades. El silencio predominante en el Arauco durante la dictadura fue desapareciendo para dar paso a las nuevas voces que llegaban desde lugares tan remotos como Suecia, Holanda, Francia, Inglaterra o incluso España. Todas ellas denunciaban la violación de los derechos que estaban ocurriendo a sus compañeros mapuches en el Arauco.

Con la aparición de Internet en la década de los 90, las denuncias se multiplicaron. Había que contrastar con los medios de comunicación hegemónicos en Chile, aliados de los grandes conglomerados empresariales y, del mismo modo, facilitar a cualquier persona que deseara mayor información acceder a la páginas web creadas por las diferentes organizaciones mapuche. Con ello se crean redes mapuche a nivel mundial, con foros permanentes donde participan especialistas de muy diferentes disciplinas, como: sociólogos, antropólogos, geógrafos, historiadores y etnólogos principalmente, junto con líderes mapuche en una lucha común.

El manejo que los mapuche hacen de Internet es asombroso. No son pocas las direcciones que podemos visitar y encontrar gran cantidad de artículos que abordan el tema mapuche. Y lo más importante de este fenómeno, el ver a los propios mapuche hablando por ellos mismos, reivindicando lo que es suyo y proponiendo políticas alternativas de desarrollo de acorde con el medio ambiente y sus tierras tan necesarias para la región. Curiosamente, este resurgimiento de la cultura mapuche a través de Internet ha causado la voz de alarma en el propio Senado de Chile. Este nuevo peligro para la República tan amenazante para los propios senadores, hace que recurran a denominarlos como un pueblo subversivo, considerados ni más ni menos como terroristas. Y digo yo: si te quitan tu propia casa, las tierras donde han vivido y están enterrados tus antepasados, si matan a tus compañeros o familiares, - como ocurre en estos momentos -, no es terror, que no vengan a acusar de terroristas a una etnia que únicamente se manifiesta para que se les vean reconocidos lo que es suyo y dejen de una vez por todas de abusar y engañar a su pueblo.

Esperemos que el apoyo internacional ayude a los Mapuche en ver reconocidos sus derechos ancestrales como Pueblo y dueños exclusivos de sus tierras. Mientras que el propio gobierno de la República de Chile no tome conciencia de la importancia vital de sus etnias y sus propios recursos naturales, y siga reprimiendo y abusando de su pueblo, en beneficio de unas pocas empresas, el progreso que quieran imponer seguirá siendo penoso