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Latinoamérica

13 de noviembre del 2002

Varios heridos de bala y joven muerto durante enfrentamientos con la PM en el centro de Caracas

Aporrea

Los agentes de la PM que estuvieron apostados frente de la alcaldía mayor en protesta por los incumplimientos de pagos contractuales por parte de el alcalde Peña, fueron desalojados por los agentes de PoliPeña y la GN, quienes en cambote arremetieron en contra los policías en huelga y en contra de personas que en apoyo a ellos mantenían vigila desde hace varias semanas.
Aproximadamente a las 2 de la tarde los enfrentamientos se radicalizaron. Las bombas lacrimógenas se lanzaban indiscriminadamente y en cantidades de decenas (por cierto, cada una cuesta 50 mil bolívares). Rumores indican que los policías se enfrentaron entre ellos, al principio lanzándose y devolviéndose las bombas lacrimógenas. Grupos encapuchados apoyaban a los policías con piedras en mano. Pero llegó un momento en el que el bando de Peña se cansó de usar sus perdigones y sus lacrimógenas, y sacaron sus armas de fuego. Esto quedó grabado por Globovisión, cámaras que mostraron que el uso de las armas fue ilegal ya que lo hacían a escondidas.
Muchos de estos policías (los hemos escuchado hablar) utilizan sus armas de fuego de una forma precipitada porque "los perdigones no les hacen nada a esos chavistas a 20 metros de distancia, y los sucios esos no respetan las lacrimógenas".
Aparentemente muchos son cadetes nuevos, y todavía no utilizan las tácticas de sus antecesores de disparar perdigones envenenados con tuercas, metras o rolineras.
En el tiroteo varias personas resultaron heridas. Edwin Flores, bolivariano habitante del 23 de Enero que estaba entre los manifestantes, murió víctima de tres tiros, uno de ellos en la cabeza.
Entre los otros heridos habían varios de gravedad, que estaban recibiendo cirugías mayores en el hospital de Lídice.
Al final, la lluvia de bombas lacrimógenas y plomo fue lo suficientemente intensa como para forzar el desalojo de los policías huelguistas. Grupos de encapuchados continuaron luchando durante el resto de la tarde, provocando la reacción de la Guardia Nacional, que tomó el centro de la ciudad y cerró el acceso a varias calles y avenidas. Los encapuchados se replegaron hacia el sur, hacia la Plaza Caracas, mientras que en la Plaza Bolívar, en la Av. Baralt y en Puente Llaguno cientos y cientos de bolivarianos indignados se aglomeraron para manifestar pacíficamente su rechazo hacia las acciones del ASESINO DE PEÑA y su policía.
El saldo
Nuevamente, los muertos son bolivarianos. Nuevamente, los heridos son bolivarianos, junto con algunos transeuntes inocentes.
Nuevamente la Coordinadora Democrática se sale con las suyas creando un clima de CAOS Y ViOLENCIA. Nuevamente, los medios golpistas, aliandos con la Coodinadora Democrática, insultan a nuestro pueblo, tergiversan los hechos y crean un clima de temor y sosobra. Todo por cambiar la mentalidad de César Gaviria...
¿valía la pena matar a alguien sólo por tener más argumentos, malditos asesinos? Aun más increíbles son las noticias transmitidas por el canal Globovisión, señalando que los manifestantes eran "grupos de desadaptados pagados por el Gobierno y liderados por Lina Ron".
Alrededor de la 5 de la tarde, varios diputados del MVR, entre ellos Desire Santos Amaral, Darío Vivas, Cilia Flores e Iris Varela, informaron de manera extraoficial que un joven de 23 años habría fallecido presuntamente como consecuencia de la represión brutal de los efectivos de la PM.
Se ha podido observar desde tempranas horas de la tarde una cobertura de los hechos por parte de Golpevisión, caracterizada por la instigación descarada a la violencia, exigiendo tanto a los efectivos de la PM como a la Guardia Nacional actuar con mano dura (esto es, reprimir severamente) para acabar con el "desorden" propiciado por las "turbas y hordas vandálicas y anárquicas" (estos adjetivos se quedan cortos), y clamando por cárcel para los manifestantes, para que cese la "impunidad" con la que actúan.
Los militantes de Golpevisión han preferido abstenerse de solicitar semejante acción contundente contra la "sociedad civil" concentrada en Altamira, y contra aquellos que en días recientes han agredido al Presidente del TSJ, al Comandante General de la GN, al Secretario General de la OEA, al Ministro de la Defensa, y pare usted de contar, por considerar que este pedimento atentaría contra las normas y buenas costumbres propias de una "sociedad civilizada". Consideran los militantes de Golpevisión que los signos de "barbarie política" deben ser erradicados, no importa si con métodos bárbaros.
Los militantes de Golpevisión ya no son susceptibles de sentir dolor e impotencia al ver las imágenes de un funcionario de la PM (de los huelguistas) atacado una y otra vez con bombas lacrimógenas lanzadas por la GN, cuando lo que intentaba era ejercer su derecho a que el Alcalde Peña le cancele a él y a sus compañeros todas las deudas pendientes. Dicho funcionario se limitó cada vez que fue atacado, a levantar sus brazos en alto, esperar que se disipara el humo de las bombas, para volver a sentarse a las afueras de la Alcaldía Mayor. No obstante, cuando un joven simpatizante de la oposición hizo algo parecido la vez aquella en que la GN reprimió a los bolivarianos frente al TSJ (cuando estaba el señor Mehri), aquello se llamaba "desobediencia civil", al mejor estilo de Gandhi. Hay que recordar que en aquella oportunidad el joven era agredido por una señora, mientras que este señor fue agredido por efectivos de la GN.
Expulsado Alfredo Peña del hospital de Lídice por las propias víctimas; tildado de "asesino"
En la noche del día martes, el alcalde Alfredo Peña -acompañado por tres policías metropolitanos, quienes lo acompañaron en el lugar fuertemente armados- intentó visitar a las familias de los quince heridos por armas de fuego recluídos en el Hospital Jesús Yerena del Lidice por los sucesos de hoy. También estaba presente en el sitio la familia de Edwin Torres, el joven que fue asesinado por la policía de Peña.
Los familiares de estas personas no pudieron contener su dolor y su furia contra el responsable de las agresiones, por lo que, desde su llegada (para hacer el show televisivo de siempre) exigieron a fuerza de gritos, golpes y empujones su salida del recinto hospitalario. "¡Maldito asesino!", le gritaron repetidamente no sin razones.
Las diputadas Cilia Flores e Iris Varela, que estaban presentes en el lugar para conversar con los heridos, apoyaron a los manifestantes y también exigieron a Peña salir del hospital. Ellas conversaron con las víctimas, quienes en su mayoría indicaron que fueron heridas por funcionarios de la Policía Metropolitana.
Cilia Flores denunció que los agentes de la Policía Metropolitana sacaron y esgrimieron sus armas dentro del centro asistencial. Indicó que también hay heridos en el hospital Vargas y en el Hospital Clínico de Caracas, por lo que presume que en total son veinte. Propondrá mañana una interpelación contra Alfredo Peña en la Asamblea Nacional, y exigirá su enjuiciamiento enb el corto plazo. "Esto no puede quedar impune, ni pueden quedar impunes los hechos de abril".