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Latinoamérica

5 de octubre del 2002

De nuevo los Estados Unidos intervienen en los asuntos venezolanos

Humberto Gómez García

Nuevamente el gobierno de los Estados Unidos a través de su Embajada en Venezuela, irrespeta al Gobierno y al pueblo venezolano al emitir públicamente un comunicado donde se inmiscuye en los asuntos internos del país.
Ya se ha perdido la cuenta de las veces que las administraciones norteamericanas opinan sobre la política, la economía, los hechos sociales o de cualquier género. Rompen las reglas de la diplomacia, violan el derecho internacional de no ingerencia en los asuntos internos de otros Estados.
Pero este nuevo acto de ingerencia en términos de crítica política a los golpistas -que no cesan en sus intentos subversivos- no atenúa la participación del gobierno norteamericano en la organización, financiamiento y organización del golpe de Estado del pasado 11 de abril, como ha quedado demostrado.
En el comunicado de la Embajada norteamericana se critica -bastante tardíamente, por cierto- "que se estén intensificando los rumores, cada vez más específicos, sobre planes de recurrir a los medios violentos e inconstitucionales para resolver la crisis política actual".
¿Quiénes echan a correr los rumores y utilizan un lenguaje cada vez más abiertamente subversivo y golpista?
Obviamente que los sectores ultra derechistas, neofascistas que, con el apoyo velado de la administración Bush, del gobierno colombiano de Pastrana y del gobierno de España, se lanzaron a la aventura golpista.
¿Y por qué actúan así los ultrosos, pese a la tremenda derrota que les propinara el pueblo y el Ejército a Carmona y a los golpistas? Porque cuentan con el apoyo de unos medios masivos de (in) comunicación, que desviaron su papel de informar y orientar a la sociedad, para asumir el de organizaciones políticas opositoras y sedicentemente subversivas, irrespetuosas, violadoras permanentes de las leyes y la paz pública. Pero ¿no apoyan los gobernantes norteamericanos a los principales medios de comunicación venezolanos, incluso tienen empresas norteamericanas acciones e intereses en estaciones de TV de aquí?
Critica el comunicado que "de una manera altamente irresponsable han aparecido anuncios en la prensa y se están distribuyendo volantes que exigen a los militares que se levanten contra el gobierno constitucional y democráticamente electo de Venezuela".
¿Por qué la anterior embajadora norteamericana, y el actual, Sr. Shapiro, no hicieron la misma crítica pública las semanas precedentes al golpe del 11-A, cuando la prensa llamaba abiertamente a un golpe militar, y quizás hubiesen ayudado a evitar los terribles sucesos y las muertes que ocurrieron esos tristes días?
Es absolutamente inadmisible el lenguaje empleado por los diplomáticos norteamericanos, pues pareciera que son ellos quienes gobiernan a Venezuela y no el Presidente Chávez.
"El gobierno de los Estados Unidos tomará todas las acciones permitidas por las leyes de los EE.UU contra cualquier persona que participe en acciones ilegales y/o violentas con el propósito de derrocar o preservar el actual gobierno de Venezuela".
¿Desde cuando las leyes norteamericanas tienen vigencia en Venezuela para que la representación diplomática de ese país amenace con utilizar las acciones que sus leyes les autoricen? ¿Piensan invadir a Venezuela con los marines que tienen acantonados en varias islas del Caribe? ¿Piensan mover sus naves de guerra en nuestras aguas territoriales, como lo hicieron el 12 de abril que está comprobado que varios barcos militares norteamericanos y aviones violaron las aguas territoriales y el espacio aéreo venezolano?
Otra cosa sería que el gobierno norteamericano frenara las actividades que desde su territorio despliegan los golpistas y sus jefes: Carmona, el coronel Soto, Pérez Recao, Carlos Andrés Pérez, para sólo citar unos pocos, aliados abiertamente con los terroristas de la resaca cubana que tienen sus cubiles en Miami. Allí es donde están los conspiradores y desde medios que controlan esos sectores y en otros países de Centro América, y desde esos medios de comunicación se desarrollan campañas contra el presidente venezolano y contra el proceso de cambios. ¿Por qué el gobierno norteamericano no le aplica su ley a esos elementos subversivos que están dentro de su propio territorio?
El gobierno venezolano ha dado indiscutibles muestras de tolerancia y paciencia. Las concesiones dadas a una oposición que ve en ello muestras de debilidad, no pueden negarse. La política de diálogo ha sido un Norte que está dando sus frutos en plano político, económico y social. La economía presenta signos alentadores pese a la conspiración económica y los intentos de dar un golpe económico. Allí está la descomunal fuga de capitales, el quiebre fraudulento de empresas, el alza desmedida en el precio de los artículos de primera necesidad. ¿Allí no actúan las leyes norteamericanas, cuando miles de millones de dólares van fugados a los bancos norteamericanos y desangran a un país y a su pueblo?
En una especie de charada o lenguaje cantinflérico, donde los diplomáticos norteamericanos no están ni con lo uno ni con lo otro, sino con todo lo contrario en sus políticas ingerencistas, señalan "que el gobierno de los Estados Unidos rechaza los actos ilegales (¿qué autoridad o qué ley venezolana les da a los diplomáticos el derecho a calificar cuándo un acto echo por venezolanos es legal o ilegal?), dirigidos contra personas o propiedades, que buscan alterar el orden constitucional ya sea para derrocar el gobierno o para mantenerlo en el poder":
El hecho de que por primera vez el gobierno norteamericano admita que sus aliados de ayer, pretenden derrocar al gobierno legítimo y constitucional de Venezuela, es, ciertamente, un avance; si realmente hay un cambio en las conductas y políticas de la administración norteamericana con relación a nuestro país, ello es saludable pero no hacerlo de manera pública y menos con una alta dosis de ingerencia; para eso están las vías diplomáticas y no las declaraciones abiertamente políticas que en vez de ayudar dan la sensación de que nos están regañando o diciendo cómo nos debemos comportar. Pero, a su vez, la aparente amenaza a sus (¿ex?) aliados golpistas lleva otra amenaza aún más grave y es contra quienes apoyamos al Gobierno del Presidente Chávez y al proceso revolucionario bolivariano.
¿Qué se pretende decir con eso de no se está de acuerdo con aquellos sectores que buscan mantenerlo en el poder? Luce excesivamente ambiguo el señalamiento. ¿Quién o quienes buscan mantener a Chávez en el poder? Mejor preguntemos: ¿de qué manera se apoya al gobierno que no sea manifestando, haciendo concentraciones, apoyando sus políticas diversas o con políticas de Estado que preserven la paz pública y la continuidad de la democracia?
Nos imaginamos que la Embajada no se referirá a grupúsculos nacidos al calor de las campañas mediáticas que a juro inventan grupos paramilitares clandestinos o minúsculos grupos ultra radicales que acusan a diputados revolucionarios o hacen amenazas públicas contra los opositores y realizan propaganda de guerra, con el visto bueno de los medios de comunicación social,. es poco serio.
La contrarrevolución ha predicado, en sus estrategias para neutralizar las políticas gubernamentales de poner orden en el país, que el presidente Chávez pretende dar un auto golpe, ¿a eso se refiere el gobierno norteamericano? Es igualmente poco serio y carente de fundamento, porque el gobierno está obligado a defenderse con todos los medios constitucionales y legales a su alcance, tanto con el apoyo popular, que lo tiene a raudales, como con las medidas de seguridad que preserven el orden público, las Zonas de Seguridad, por ejemplo. Es claro que la contrarrevolución va a tratar de provocar y "tomar" por la fuerza sus "espacios perdidos", como el Aeropuerto de La Carlota o el espacio de PDVSA Chuao. Si el gobierno reprime a los provocadores con las fuerzas del orden público ¿considerará la administración norteamericana que esa es una defensa violenta del gobierno y entonces aplicará su ley? Pero está nueva andanada ingerencista norteamericana hay que unirla con la atroz e irrespetuosa propuesta de crear una Oficina de Transición para el supuesto nuevo gobierno post Chávez que pregona la contrarrevolución, infeliz propuesta esta de la mentada oficina de transición que fue rechazada unánimemente por todo el país, y fue "congelada" más no eliminada por la administración norteamericana.
El Comunicado además de su fuerte tufo ingerencista, tiene un evidente sabor a hipocresía, pues precisamente en estos momentos la administración Bush hace lo imposible para legitimar su ingerencia y agresión a Irak, en esa carrera contra reloj para desatar otro conflicto bélico y abrir las puertas a una tercera guerra mundial.
Pero ¡oh sorpresa!, voceros de la contrarrevolución venezolana cuestionaron el comunicado de la Embajada yanqui, unos lo acusan de ingerencista, otros de ser una estrategia para neutralizar a Chávez ante un posible conflicto-agresión nortearicana a Irak. ¿Tienen necesidad los Estados Unidos de "ganarse" a Chávez para que Venezuela le garantice a los Estados Unidos el petróleo, cuando eso está garantizado de antemano?
Irak es aliado de Venezuela como miembro de la OPEP. Por razones de ética y de dignidad cualquier ser humano condena la agresión injustificada de una poderosa nación como las Estados Unidos contra un pueblo y una nación más débil, pero más digna, como Irak. Ese odio viceral de los Bush contra la nación árabe, no pueden admitirlo los pueblos del mundo, por fascista, y el verdadero trasfondo de esa inminente guerra, es el petróleo. De allí que una agresión contra un país aliado, tercermundista y más débil, no puede sino encontrar el repudio y la condena unánime del pueblo de Venezuela y el Presidente Chávez, la misma posición que criticó fuertemente, meses atrás, los bombardeos a ciudades y pueblos de Afganistán y el asesinato de niños y ciudadanos indefensos.
Muy poco tiempo tiene en Venezuela el señor Shapiro para haberse ganado tantas voluntades en contra, que ya se hace acreedor al título de persona non grata.