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Internacional

11 de abril del 2002

José Luis Sampedro publica 'El mercado y la globalización'

Ensayo contra la globalización

José Luis Sampedro.
Efe - Elmundolibro

José Luis Sampedro desarma esa imagen de que los movimientos antiglobalización están compuestos por jóvenes ilusos y con más ganas de bronca que argumentos. A sus 85 años, este escritor y economista se ha apostado a su lado porque cree que la globalización económica es "la misma explotación de siempre".
Para explicar las razones de este movimiento y por qué, en opinión de este ilustre progresista, el mundo está agrandando las diferencias entre pobres y ricos bajo la bandera de la liberalización financiera, el autor de novelas como 'La sonrisa etrusca' ha escrito un libro: 'El mercado y la globalización'.
Con ilustraciones del dibujante argentino Santiago Sequeiros, este libro de tono divulgativo, editado por Destino, es una de las maneras con las que Sampedro quiere luchar contra "una de las cosas más graves que están pasando en el mundo, que es la contaminación mental". "Los globalizadores dicen que la globalización es la única manera para resolver las diferencias entre pobres y ricos, pero ellos están en el poder desde hace muchos años y la diferencia entre pobres y ricos cada vez es mayor", aseguraba hoy en la presentación de su libro.

Luchando "tranquilo"

Para empezar, este catedrático de Estructura Económica apunta que el fenómeno no es nuevo porque existe desde imperios tan lejanos como el Romano: "es una situación clásica, permanente, pero con nuevas tecnologías, es como si Torquemada dijera: vamos a hacer una Inquisición nueva, en vez de la hoguera vamos a utilizar la silla eléctrica".
Miembro de la Real Academia de la Lengua, Sampedro dice que sigue luchando "tranquilo" porque hay "otro mundo seguro" y porque "la única ley suprema de la Historia es el cambio". Y explica que lo primero que habría que hacer para alcanzarlo es "conseguir un lenguaje veraz, no mentir con el lenguaje cotidiano". Pone como ejemplo que una de las claves de la globalización económica es la liberalización de los sistemas financieros: "¿qué es liberalizar? quitar normas, y quitar normas siempre pone al débil a merced del más fuerte".

"Supermetamogollónhiperglobalizadores"

Con "hábiles propagandas se ha impuesto la idea de la liberalización. Los gobiernos de los países más importantes han ido suprimiendo los controles de los sistemas financieros, así que el poder político ha cedido su poder al económico". Frente a aquella frase de un gobernante norteamericano que llegó a afirmar que "lo que es bueno para la General Motors es bueno para la sociedad", Sampedro insiste que los antiglobalizadores "queremos que se restablezcan las normas" y que las decisiones sean de los políticos, "que ya es conformarse bastante" pero por lo menos son votados.
Sampedro dice que "a los que somos enemigos de la situación actual nos llaman antiglobalizadores, pero en realidad somos "supermetamogollónhiperglobalizadores", porque lo que propugnan es que ese fenómeno consista en que de verdad "se mundialice la gerencia de los recursos mundiales" para lograr un reparto más equitativo y justo.
Su propuesta implica que las nuevas tecnologías, esas que forman la novedad de la actual situación, pasen por la globalización también "de la Justicia, la Sanidad, para que en Africa no muera la gente de Sida como se está muriendo, o la Educación".

Por una ONU eficaz

"Si en estos momentos hubiera un Tribunal Penal Internacional, una ONU eficaz, no estaría pasando lo que está pasando en Oriente Próximo", afirma para apuntar que los israelitas "fueron víctimas y ahora son verdugos, en el fondo tiene razón Saramago". "El mercado es indispensable, lo rechazable es mercantilizar la sociedad, porque en la vida hay valores más altos", apunta el autor de "La sonrisa etrusca".
Dice que del comunismo sería todavía aprovechable "lo que el comunismo quería hacer y no pudo, por lo que fuera, que es el hombre nuevo". "Es una manera más práctica de decir eso de amar al prójimo como a ti mismo". Tras la caída de este sistema, el escritor cree que los ciudadanos deberían participar más para no convertirse en "borregos". Es más, asegura que los movimientos sociales, como los antiglobalizadores, "son la izquierda ahora, porque las izquierdas de hoy que hablan políticamente correcto y pactan con la derecha, ya no son izquierdas".