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Internacional

19 de marzo del 2002

Barcelona demostró el crecimiento en Europa del movimiento mundial en favor de un mundo más justo, más equitativo y solidario

SERPAL

Los gobernantes europeos no podrán decir ya que la protesta contra sus políticas excluyentes es cosa de "minorías radicales" o "terroristas". La presencia de más de 300.000 ciudadanos en las calles de Barcelona, demostró la ineficacia de la propaganda oficial con la que se intentó desalentar la participación. El gobierno y la mayoría de los medios de comunicación, pronosticaron violencia imprevisible e insinuaron acciones etarras. Desplegaron miles de policías, tanquetas, furgones... y los elementos de tierra fueron reforzados con cazas F-18 y C- 101, una corbeta y dos patrulleras. Se anunció que se habían preparado hospitales de emergencia para ser montados en los lugares donde se libraran eventuales "batallas" para recoger los heridos o las víctimas de las previsibles refriegas. La OTAN anunció que un avión de "alerta temprana" AWACS volaría sobre Barcelona como prevención con sus radares capaces de cubrir más de 300 mil kms. cuadrados. El costoso despliegue incluyó la instalación de misiles antiaéreos en el aeropuerto de Barcelona. Y el Ministro de Defensa Federico Trillo, calificó el dispositivo militar como "normal para una cumbre a la que asisten 15 jefes de Estado y de Gobierno". El publicitado despliegue y los anuncios catastrofistas parecen haber apuntado más a desalentar la participación ciudadana que a prevenir atentados.
Pero la operación sicológica no dió resultado. Por el contrario, los barceloneses vivieron con desagrado los cierres de carreteras, cortes de calles, desvíos y el enorme despliegue policial. Asistieron numerosos a las diversas actividades de los foros, conferencias y talleres alternativos a la Cumbre. Y el sábado, ganaron las calles masivamente. Con aire festivo, música, cánticos, y miles de carteles con las más diversas leyendas, convirtieron su marcha en la más importante demostración contra las políticas injustas y excluyentes de sus gobernantes.
Las expresiones y los carteles coincidían en que "otra Europa y otro mundo es posible". Rechazaban la militarización, la guerra, el belicismo del gobierno Bush. Demandaban justicia, trabajo y políticas sociales. Otros denunciaban la intervención militar norteamericana en Colombia. La solidaridad con el pueblo palestino estuvo en muchas pancartas y cantos. Por igual, la condena a las acciones criminales del ejército de Sharon. También el apoyo a los movimientos sociales y campesinos de América Latina, a las asambleas ciudadanas argentinas, contra el bloqueo al pueblo cubano, contra la impunidad de los dictadores latinoamericanos como Pinochet...
En la calle Génova de la capital catalana, cientos de personas rindieron homenaje con flores, leyendas y velas encendidas a Carlo Giuliani. Recordaron así al manifestante asesinado por los carabinieri italianos durante las manifestaciones de protesta contra la cumbre del G-8 en Génova.
En el puesto fronterizo de La Jonquera (Girona) los controles policiales franco-españoles retuvieron a decenas de autobuses en el que viajaban manifestantes que provenían de otras ciudades europeas. Tras exhaustivos registros que incluyeron identificación y en algunos casos la incautación de algunas pertenencias como carretes fotográficos, les permitieron continuar escalonadamente. La mayoría de ellos no llegó a tiempo para participar en la demostración. Decenas de personas fueron rechazadas en la frontera por estar supuestamente "fichadas" de haber participado en otras marchas europeas.
Las previsiones periodísticas y de los propios organizadores, estimaban que participarían unos 50 a 80 mil manifestantes. Fueron más de 300.000. Cuando la cabecera llegaba al final del recorrido tras dos kilómetros de marcha, miles de personas no habían conseguido iniciar sus primeros pasos, tal era la densidad de personas que colmaba las calles barcelonesas.
Los únicos incidentes se produjeron cuando ya se había dispuesto la desconcentración, tres horas después de iniciarse la marcha. Varias decenas de personas, lanzaron piedras y cócteles molotov contra la policía y las sedes de algunas entidades bancarias.
En total, entre los detenidos durante los actos del viernes y los apresados en los sucesos del sábado, hay casi un centenar de personas que pasarían a disposición judicial. Según portavoces de los grupos organizadores, la mayoría de los detenidos no habían participado en ningún acto de violencia.
Contra los pronósticos agoreros del gobierno español y de muchos medios de comunicación, la marcha encabezada por una gigantesca pancarta con la leyenda: "Contra la Europa del Capital y la Guerra - Otro Mundo es Posible" desarrolló pacíficamente su recorrido. Y además, ha sido la más multitudinaria de las realizadas desde Seattle. Signos de que el movimiento crece, madura, se expande.
Pero también es oportuno recordar la advertencia que hacía Carlos Taibo desde una columna periodística con respecto al "desembarco estelar de la socialdemocracia en las redes de la resistencia global". "No vaya a ocurrir -decía- que los movimientos se apresten a seguir un camino parecido al de aquella, e, integrados, acaben por proporcionar un plus de legitimidad y una imagen llevadera a la única globalización que conocemos: la que propugna un paraíso fiscal de escala planetaria y conserva en estado de indigencia a tres mil millones de personas."
La mayor concentración europea contra el "orden" que pretenden imponer Aznar, Blair, Berlusconi y los demás gobernantes del continente, terminó con la lectura de "La voz y la palabra", un poema de José Agustín Goytisolo.
Un poema que en sus versos dice:
"Tienes tu parte en la felicidad
aún en medio de un mundo en bancarrota;
te enfureces y te afliges y apartas el diario,
más con esto no alivias el total desamparo
de millones de seres a los que se ha vedado
el derecho a existir. (...)
Tú tomaste partido por la vida
que se les niega a los desheredados.
comprendo que te hiera este dolor
pero no llores: canta.
Tu mejor testimonio es una voz al aire
y no el gran ruido que no permite hablar
y que al final impide pensar también
en lo que está ocurriendo.
Hasta la más sencilla canción enamorada
se ha vuelto rebeldía que el más cuitado entiende
y puede hacerla suya tal si fuera un tesoro
de emoción y de esperanza
que puede repetirse como un himno
y que salta los muros de las cárceles
que está en la selva y entre los cascotes
de un pueblo bombardeado.
La voz y la palabra
pueden con el gran ruido que quiere anonadarte."