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Internacional

3 de septiembre del 2002

Sacco y Vanzetti: 75 años de su asesinato


Tierra y libertad
Este 23 de agosto se cumplieron 75 años de los asesinatos de Sacco y Vanzetti por el Estado yanki. Reiterando su memoria imperecedera para l@s anarquistas de todo el mundo, aquí va una selección de textos tomados de las últimas cartas que escribieron a familiares, amig@s y compañer@s, tan conmovedoras y actuales como siempre porque ...¡los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos!



El afecto y el heroísmo de nuestros compañeros de todo el mundo, la implacabilidad del enemigo, han hecho que en lugar de haber sido condenados y muertos en el término de pocos meses, como habría ocurrido si nos hubieseis abandonado a nosotros mismos, hemos sido torturados siete años, tres meses y cinco días, antes de ser quemados vivos.
Sin embargo, estoy contento de que haya durado tanto, pues, si no otra cosa, será una lección para la reacción americana como para quitarle por un tiempo las ganas de desahogar su bestial sadismo sobre otras víctimas eventuales que acecha vorazmente.
Como anarquista me consuela el saber que si la burguesía me hubiese dejado vivir todos mis días no habría podido hacer por la gran revuelta lo que hice involuntariamente a través de mi martirio.
...Nos odian a nosotros y a los nuestros; son amigos de nuestros mortales enemigos... Todo el poder de la reacción está contra nosotros.
Sí esta es la última, recibid el extremo adiós.
¡Mantened en alto nuestra bandera! ¡Animo compañeros!
Bartolomeo Vanzetti.


Muero como he vivido, luchando por la libertad y por la justicia. ¡Oh, si pudiera comunicar a todos que no tengo nada que ver con ese horrendo crimen...
Mi corazón está lleno, rebosante de amor por los míos. ¿Como despedirme de vosotros? ¡Oh, mis queridos amigos, mis bravos defensores, a todos vosotros el afecto de mi pobre corazón, a todos vosotros mi gratitud de soldado caído por la causa de la libertad!
...Continuad la soberbia lucha, que yo también en lo poco que pude, he gastado mis energías por la libertad y por la independencia humana.
...¿Que culpa tengo si he amado demasiado la libertad? ¿Por qué he sido privado de todas las cosas que hacen deliciosa la vida? Ningún reflejo de la propia naturaleza, del cielo azul y de los espléndidos crepúsculos en las tétricas prisiones construídas por los hombres para los hombres. Pero yo no he llevado mi cruz en vano. No he sufrido inútilmente. Mi sacrificio valdrá a la humanidad a fin de que los hermanos no continúen matándose; para que los niños no continúen siendo explotados en las fábricas y privados de aire y luz.
No está lejos el día en que habrá pan para todas las bocas, techo para todas las cabezas, felicidad para todos los corazones.
Tal triunfo será mío y vuestro, compañeros y amigos.
Bartolomeo Vanzetti.



¡No hay justicia para los pobres en América!
...¡Oh, compañeros míos, continuad vuestra gran batalla! ¡Luchad por la gran causa de la libertad y de la justicia para todos! ¡Este horror debe terminar! Mi muerte ayudará a la gran causa de la humanidad. Muero como mueren todos los anarquistas -altivamente, protestando hasta lo último contra la injusticia.
...Por eso muero y estoy orgulloso de ello! No palidezco ni me avergüenzo de nada; mi espíritu es todavía fuerte. Voy a la muerte con una canción en los labios y una esperanza en mi corazón, que no será destruída...
Nícola Sacco



Queridos amigos y compañeros del Comité de Defensa.
Mañana, inmediatamente después de la media noche, deberemos morir en la silla eléctrica.
No tenemos ya ninguna esperanza.
...Hemos decidido, por eso, escribir esta carta para expresar nuestro reconocimiento y admiración por todo lo que habéis hecho en favor de nuestra defensa en estos siete años, cuatro meses y once días de lucha.
El hecho de que hayamos perdido y que debamos partir, no disminuye para nada nuestra actitud y nuestra apreciación de vuestra conmovedora solidaridad hacia nosotros y nuestras familias.
Amigos y compañeros: ahora que la tragedia de este proceso toca a su fin, unamos nuestros corazones, nuestros errores, nuestras derrotas, nuestra pasión, para las batallas futuras, para la emancipación final. Unamos nuestros corazones en esta hora, la mas negra de nuestra tragedia. Armaos de valor, saludad a los amigos y a los compañeros de todo el mundo. Os abrazamos a todos y os damos el último adiós, con el alma desgarrada, pero llena de amor.
Ahora y siempre un viva a todos nosotros, un viva a la libertad.
Vuestros en la vida y en la muerte
Nícola Sacco - Bartolomeo Vanzetti