VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Internacional

CPI para crímenes de guerra se hace realidad

La sede de la Corte en La Haya.

El primer tribunal internacional penal permanente, soñado durante décadas, se hizo realidad el lunes a pesar de que Estados Unidos luchó con uñas y dientes para evitar su jurisdicción sobre los crímenes más atroces de la humanidad.
Sin algarabía ni fanfarria, los primeros cuatro empleados de la Corte Penal Internacional (CPI) llegaron el lunes a la sede temporal en un complejo de oficinas situado en la afueras de la ciudad holandesa de La Haya, para manejar las quejas de genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad en todo el mundo.
Grupos de los derechos humanos han defendido la creación del tribunal como el mayor avance de la justicia internacional desde que los dirigentes nazis fueron juzgados por una corte militar internacional en Nuremberg al término de la Segunda Guerra Mundial.
Armados sólo con teléfonos y material de oficina mientras esperan la construcción de su sede permanente, los primeros empleados allanarán el camino para 18 jueces y un fiscal jefe, que llegarán a inicios del año próximo. El tribunal debe comenzar a operar efectivamente en febrero del 2003.
Se espera que tanto los jueces como el fiscal sean elegidos en enero por los países que respaldan el tribunal, que ha sido ratificado por 74 naciones. No se espera que la corte comience a investigar casos antes de fines del 2003.
"Hay cuatro personas allá para lidiar con el correo, manejar las quejas que lleguen y archivarlas bien", dijo a Reuters el portavoz de la cancillería holandesa, Joep Sweijen. "El número aumentará hasta ocho en las próximas semanas".
Nadie que sea culpable de haber violado los derechos humanos --desde un jefe de estado hasta una persona en la calle-- será inmune a la CPI.
Pero la corte, surgida de un tratado de 1998, tiene poderosos críticos como Rusia, China y Estados Unidos, que quiere conseguir inmunidad para sus tropas y funcionarios en misiones de paz en el extranjero.