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Internacional

31 de mayo del 2002

Brilla una estrella roja sobre Bengala Occidental

Vijay Prashad
ZNet en español

Hace unos años recorrí la zona rural de Bengala Occidental para estudiar las mejoras obtenidas por el gobierno del Frente de Izquierda, resultado admirable de los experimentos de devolución del poder. Para entonces conocía de memoria los avances estadísticos: Bengala Occidental tiene el mayor índice de crecimiento agropecuario de la India, sin embargo, este desarrollo no es a costa de los salarios rurales (cuyo importante crecimiento desde los 70 aún continúa). Cerca de 2,5 millones de hogares obtuvieron sus tierras con la reforma, medio millón de hogares ganaron los derechos sobre las tierras que ocupan, y cerca de medio millón de mujeres lograron títulos de propiedad de tierras para la agricultura. El número de personas por debajo de la línea de pobreza, especialmente en las zonas rurales, descendió abruptamente (actualmente es del 26,9% contra el 56,3% en 1977) mientras que la ingesta anual de calorías aumentaba substancialmente. Con esta información ya tendríamos suficiente como para escribir la columna. No obstante, los números tienen rostros humanos, y a mí me interesaban las fuerzas sociales que se habían liberado con los experimentos Comunistas en este estado.
En el distrito de Diamond Harbor, en la región meridional de Bengala, condujimos por una ruta sin terminar y llena de baches que corría a lo largo de un canal de riego. Una de las personas que iba conmigo, un representante electo en el gobierno local o panchayat, se disculpaba por el estado de la ruta. Yo venía de los Estados Unidos, y él estaba al tanto de que allí las rutas no padecían esa falta de presupuesto. Incómodo ante sus disculpas, le pregunté por unos puentes sencillos, de metal, que a menudo cruzaban el extenso canal, cada quinientos metros aproximadamente. Me explicó que los fondos para el desarrollo generalmente se asignaban para proveer rutas y electricidad a los pueblos, cosas muy útiles de por sí, pero que no siempre eran la más alta prioridad para sus habitantes. La devolución del poder le permitió al panchayat disponer del dinero para los puentes, de manera que la gente del pueblo no tuviese que caminar largas distancias para cruzar el canal. Mientras tanto, los viajeros cosmopolitas como yo, iban a tener que soportar rutas llenas de baches.
Llegamos a la sede del distrito y nos acomodamos en las oficinas del panchayat. La autoridad del panchayat, un director de escuela local, comenzó a contarme acerca de las distintas políticas puestas en marcha por su administración: el riego, la electricidad, mejores guarderías infantiles, control sobre las tierras comunales, etc..De repente, una mujer irrumpe en la sala y le exige información acerca del pedido de crédito para mejoras del terreno. Sin disculpas, y sin la deferencia que tan a menudo caracteriza a las relaciones entre los pobres y la autoridad, le dijo que ya había esperado demasiado. Además, qué estaba haciendo, perdiendo el tiempo con gente como yo en vez de estar ayudándola a ella con el pedido del crédito. La autoridad del panchayat se disculpó con ella y conmigo, luego fue hacia un armario, sacó algunos papeles y estuvo un rato conversando con la mujer. Yo me retiré de la habitación.
Recordé estos incidentes cuando me enteré que el gobierno del Frente de Izquierda en Bengala Occidental había asegurado su sexta victoria consecutiva en las elecciones de Bengala Occidental del mes precedente. Desde 1977 el Frente de Izquierda ha dominado la arena política, un récord para cualquier partido en cualquier parte del mundo. Con 199 bancas de las 294, el nuevo Primer Ministro del Frente de Izquierda estaba alborozado, sin embargo, también fue honesto en cuanto a la capacidad de su gobierno. "Las personas de este estado nos conocen desde hace 24 años," expresó Buddhadeb Bhattacharya, "Ya saben lo que somos capaces de hacer y aquello que no hemos podido realizar." El señor Bhattarchaya, es un hombre reconocido por su honestidad y capacidad, que abandonó la política electoral hace cerca de una década para " volver a las masas," y que retornó a ella hace apenas unos años. El Frente de Izquierda reconoce estar limitado por los ardides del capital financiero y que su principal tarea es la de generar poder entre la gente. La "trampa de las finanzas mundiales" (como la analiza el economista marxista Prabhat Patnaik en el boletín desde Nueva Delhi septiembre - octubre 1999) limita el abanico de opciones posibles para el gobierno regional de Bengala, ya que la agenda de gobierno se estructura desde el gobierno central en Nueva Delhi, que actualmente dirige la derecha neoliberal hindú.
La izquierda continuará ganando en Bengala Occidental en el futuro cercano, al menos por tres motivos. Primero: ha sido el agente de la reforma agraria y de la reconstrucción total de las relaciones agrarias del estado (con 200 de las 294 bancas en la Bengala rural, no es de extrañar que la izquierda domine el estado). Segundo: aún cuando el Partido Comunista de la India (Marxista) tiene suficientes bancas como para armar un gobierno propio, respeta al Frente de Izquierda como si fuera sacrosanto. La coalición no es únicamente para ganar elecciones, sino que se sostiene conjuntamente a través de un programa de principios de acción, bien consciente de las esferas limitadas de acción que se le otorgan a los gobiernos regionales en todo el mundo. Tercero: la oposición a la izquierda está debilitada por luchas internas y por un impulso rapaz hacia la corrupción, algo desconocido en el gobierno de izquierda (durante estos 24 años el gobierno jamás fue acusado de ningún escándalo, otro récord en estos tiempos voraces).
Pasadas las elecciones, el gobierno proclamó los tres principios según los cuales iba a gobernar: disciplina, compasión y dinamismo. El Ministro de Industria, Nirupam Sen, anunció poco después, que los comunistas serían innovadores en el sector industrial. "Si queremos separarnos al menos un poco de la enfermedad contagiosa del desempleo que caracteriza al estado actual del capital corporativo en el mundo," señaló, "tendremos que dar una dura batalla. Y esto se hace aún más relevante en vista de la adopción total de los mandatos del capital monopólico mundial por el gobierno de la Alianza Democrática Nacional (ADN) de Nueva Delhi, que dirige el partido Bharatiya Janata, y, Bengala, por cierto, no queda fuera del marco, lo quiera o no, de la economía nacional." Con los sindicatos y las organizaciones de masas en estado de alerta, y con un Frente de Izquierda vigorizado, los ministros no podrán darse el lujo de rezagarse. Con buena fe, deben, una vez más, generar resultados luchando contra marea al dinamismo histórico dominado por el móvil capital financiero. Las palabras compasión y dinamismo son claves, como señaló el Primer Ministro Bhattacharya, "la burocracia no funciona como se supone bajo un gobierno del Frente de Izquierda. Por ello, mi objetivo es lograr una administración libre de corrupción, dinámica y que dé mejor repuesta a las necesidades de la gente. Durante los últimos cuatro meses, he estado haciendo especial hincapié en la necesidad de mejorar la cultura del trabajo. Trabajaremos en esa dirección, y, es en este contexto que se debe ver el slogan de una izquierda nueva y mejor." Esta es una verdadera revolución cultural y, además, compasiva.
· Título original: Red Star over West Bengal
· Autor: Vijay Prashad
· Origen: ZNet Commentaries, 28-6-2001
· Traducido por Verónica Lassa y revisado por Alfred Sola