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Internacional

Nacionalistas vascos condenan los intentos por proscribir Batasuna

Armando G. Tejeda/La Jornada

La huelga de hambre que mantienen desde hace 21 días 11 jóvenes vinculados a la organización juvenil Segi -recientemente declarada ilegal por el juez Baltasar Garzón- recibió el apoyo de otros sectores de la izquierda nacionalista, que congregó a miles de personas en varias concentraciones de protesta.

Madrid, 24 de febrero. El líder de la coalición Batasuna, Arnaldo Otegi, aseveró hoy que el reciente acuerdo entre el gobernante Partido Popular y el opositor Partido Socialista Obrero Español, orientado a buscar la proscripción de la organización arbetzale, responde a que el "Estado sabe que tiene perdida la batalla de la libre determinación" de Euskadi.
Varios sectores del nacionalismo vasco condenaron los recientes esfuerzos para aislar a la organización arbetzale. Al acuerdo pactado el miércoles pasado entre el conservador Partido Popular y los socialistas se sumó el encuentro encabezado el viernes pasado por el gobierno vasco, del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, con todas las formaciones politícas vascas, excepto Batasuna, y en el que se acordó no firmar alianzas de gobierno ni de oposición con la coalición hasta que no haga de la condena a la violencia de ETA una práctica común.
Joseba Azkarraga, consejero vasco de Justicia, sostuvo que la eventual ilegalización de Batasuna ?que representa a unos 200 mil electores, 10 por ciento del electorado vasco? "pondría en juego derechos fundamentales".
Para el coordinador del movimiento pacifista Elkarri, Jonan Fernández, principal impulsor de una Conferencia de Paz que inició en octubre, la proscripción de Batasuna "sería una fatalidad y un error, pues una realidad política, consolidada y clara, como es la izquierda abertzale, debe tener expresión electoral, nos guste o no. Desde el punto de vista de los principios y de la democracia es grave y desde el punto de vista de la utilidad, es un error".

Proceso abierto con la reforma franquista

El líder y vocero de Batasuna, Arnaldo Otegi, dijo al diario vasco Gara que "la decisión está tomada. Eso es algo a lo que nos tenemos que enfrentar. Es una situación de absoluta gravedad, pero también de confianza por las capacidades de la izquierda abertzale para amoldarse a cualquier situación. ¿Por qué en estos momentos? Porque el Estado sabe que tiene perdida la batalla de la libre determinación, y busca parar el motor de un proceso que al final arranque esa libre determinación.
"Es el final de un proceso abierto con la reforma franquista. Entonces se dejó fuera de la legalidad la capacidad de decidir del pueblo vasco, y hoy se intenta hacer lo mismo con quienes reclamamos que la decisión y la palabra estén en Euskal Herria", expuso.
El líder abertzale sostuvo que "la clandestinizacion" de los militantes y simpatizantes de Batasuna "es un objetivo del Estado, quieren que nos echemos al monte y que abandonemos los espacios institucionales, sociales, culturales, educativos que hemos conseguido en tantos años, pero no lo pueden conseguir.
"No pueden porque el proyecto de la izquierda abertzale está asentado en realidades concretas: el movimiento sindical, el de la mujer, el de los jóvenes. Pensar que es posible desterrar un proyecto así es hacer la guerra contra molinos de viento. Otra cosa es que quieran debilitar las formas externas, se pueden borrar unas siglas pero no un proyecto politíco."
Otegi además afirmó que si bien no van a dar "por hecha la ilegalización", sí la combatirán, "y vamos a plantear con claridad cuáles son los límites de este marco. No es ya sólo que desvertebre el país y niegue su capacidad de decisión, sino que atenta incluso contra el derecho de organización. La única salida real, posible frente a ello, es la construcción de un proceso que garantice un nuevo marco de garantía de todos los derechos".
El vocero de Batasuna hizo una analogía con lo que se vive en la actualidad y lo que pasó hace 25 años, en plena transición española: "Hoy el PNV (Partido Nacionalista Vasco) y EA (Eusko Alkartasuna) están un poco más allá de lo que estaban en 1977, pero están otra vez buscando el pacto con el Estado español. Nosotros no queremos un pacto ni autonómico ni neoautonómico. Queremos un pacto por la libertad, la democracia, la autodeterminación y la paz. Por eso, el Estado busca recuperar al PNV como un interlocutor que no reivindique ni la nación vasca ni su capacidad de decisión, y para eso necesita desactivar a Batasuna, como en 1977".

Continúa la huelga de hambre

En tanto, la huelga de hambre que mantienen desde hace 21 días 11 jóvenes vinculados a la organización juvenil Segi -recientemente declarada ilegal por el juez Baltasar Garzón- recibió el apoyo de otros sectores de la izquierda nacionalista, que congregó a miles de personas en varias concentraciones de protesta.
Asimismo, se anunció que en San Sebastián, en Bayona y en Bilbao se sumarían al ayuno miembros sindicales y de organizaciones sociales.
A todo esto, tres de los seis detenidos el pasado miércoles, acusados de formar un comando "legal" de ETA (no fichado por la policía), fueron puestos en libertad. Se trata de Miren Couso, Iratxe Sanz y Eneka Royo, que denunciaron maltratos por parte de la Guardia Civil.