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Internacional

LA GUERRA QUE VIENE: AUMENTA LA OPOSICION A LA GUERRA Y A LA ADMINISTRACION BUSH

Las Madres de Plaza de Mayo inspiran a pacifistas de EE.UU.

Son las mujeres de Amherst, en Massachusetts. Se oponen a que sus hijos vayan a la guerra en Irak. Todos los viernes se juntan para dar vueltas alrededor del parque central de la ciudad.

Ana Barón. CLARIN

Todos los viernes, se visten de negro y salen a la calle a manifestar en contra de la guerra contra Irak. Son apenas 50 madres de la ciudad de Amherts, cerca de Boston, en Massachusetts. Pero la determinación que tienen es muy parecida a la de las Madres de Plaza de Mayo cuando todos los jueves salían a manifestar frente a la Casa Rosada exigiendo la aparición de sus hijos.

"Yo siempre admiré a las Madres de Plaza de Mayo por el coraje y la convicción que tuvieron", dijo a Clarín, Daphne Reed, la fundadora de "Madres contra la guerra", un movimiento pacifista inspirado en el que crearon las argentinas en abril de 1977. "Cuando uno tiene una convicción hay que salir a defenderla aunque uno corra el riesgo de ser acusado de traidor o de antipatriota", agregó Reed.

"Madres contra la guerra" nació en agosto en Amherst, una ciudad típica de New England, de una larga tradición liberal e intelectual. Ocurrió cuando Daphne Reed y su familia estaban festejando el cumpleaños de una de sus hijas y de una nieta. "Habíamos terminado de comer. Estábamos en el living hablando sobre Irak, cuando de repente tomé conciencia de que mi nieto de 25 años, ex integrante de la Guardacostas, podía ser reclutado para una guerra que para mí no tiene ningún sentido", dijo Reed.

Terminada la cena, Reed prendió su computadora y le mandó e-mails a 15 amigas, todas madres con hijos o nietos en edad de ser reclutados. Les preguntó si les interesaría formar un grupo contra la guerra. La gran mayoría reaccionó positivamente. "Madres contra la guerra" comenzó a funcionar al día siguiente. Y empezaron a juntarse para dar vueltas alrededor del parque central de Amherst.

En aquel momento, el movimiento pacifista casi no existía. Tras los atentados terroristas que tuvieron lugar el 11 de setiembre la gran mayoría de los estadounidenses aceptaron la guerra antiterrorista y contra Irak de una forma muy pasiva.

Ahora, sin embargo, los grupos antiguerra se están multiplicando vertiginosamente e incluyen a los líderes de la mayor central sindical, la AFL-CIO que cuenta con 13 millones de afiliados, el Consejo Nacional de Iglesias, que representa a 36 denominaciones protestantes y ortodoxas con 50 millones de miembros y la Conferencia Nacional de Obispos Católicos que lidera a 65 millones de fieles.

De acuerdo a un artículo publicado ayer en la tapa del Washington Post, el impulso del movimiento pacifista actualmente es tal que Global Exchange, una organización de derechos humanos basada en San Francisco dedicada, entre otras cosas, a coordinar eventos para conmemorar los atentados del 11 de setiembre, decidió cambiar de objetivo. Ahora coordina a más de 70 grupos que organizan regularmente eventos contra la guerra de Irak.

Estos grupos se han desarrollado pese a que los medios de comunicación no les han prestado ninguna atención. El Washignton Post se convirtió ayer en la excepción. Pero desde que Condoleezza Rice, la Consejera de Seguridad Nacional de George Bush, le pidió a los medios que tuvieran prudencia con lo que publican y transmiten sobre la guerra antiterrorista, no sólo lo videos tapes de Osama bin Laden han dejado de salir "en vivo y en directo" sino que en todas las coberturas predomina la "cautela".

El movimiento pacifista está creciendo gracias al accionar de ciudadanos comunes que como Daphne Reed, no tienen miedo de ir contra la corriente. Reed es una veterana del movimiento contra la Guerra de Vietnam. Pero el horror de los ataques contra las Torres Gemelas le hizo no oponerse a la guerra en Afganistán. "Pero a mí nadie me ha explicado todavía qué tiene que ver Irak con el terrorismo internacional. Yo estoy totalmente en contra de desencadenar una guerra contra un país que no nos ha hecho nada", dijo.

Ex profesora de Teatro del New Hampshire College, Reed dice que los que se ponen rápidamente el uniforme y se van a la guerra no son más patriotas que los ciudadanos que se atreven a disentir. A veces, es todo lo contrario.

"Las Madres de Plaza de Mayo se atrevieron a disentir en su país en un momento que nadie se atrevía a hablar y cuando sus vidas corrían peligro. Bueno, eso se llama ser patriota", aseguró Reed.

La gran mayoría de las integrantes de su organización son madres y abuelas de unos 70 años. Entre ellas figuran mujeres que tienen experiencia en política y otras que nunca participaron en ningún tipo de actividad que no sea cuidar de sus hijos. Aileen O' Donnell, por ejemplo, es una veterana del movimiento feminista y Joanne Lind es la madre de un activista ilustre del movimiento contra la Guerra de Vietnam

Elaine Kenseth siempre estuvo en contra de la guerra. Tiene cinco hijos, entre los cuales hay uno adoptado después de que sus padres murieran en la guerra de Camboya. Elyzabeth Verril, otra de las integrantes, nunca tuvo actividad política.

Los grupos de activistas antiguerra más pequeños se mantienen conectados y sientan sus posiciones fundamentalmente vía Internet. Las organizaciones más grandes como los sindicatos o las iglesias lo hacen mediante comunicados que difunden. Todos están organizando una gran manifestación para el 10 de diciembre en Washington. Ese es el día de los derechos humanos y cuando Jimmy Carter recibirá su premio Nobel. Miles de activistas se están preparando para realizar desde manifestaciones callejeras hasta actos de desobediencia civil. Allí estarán Daphne Reed y sus "Madres contra la guerra".