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Internacional

14 de diciembre del 2002
El Caribe olvidado

Angel Guerra Cabrera
La Jornada

La cumbre celebrada en La Habana el 8 y 9 de diciembre entre jefes de Estado o gobierno de los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) y su homólogo cubano Fidel Castro, apenas recibió espacio en los grandes medios de difusión. El Caribe, que como Asia, la América Latina continental y Africa contribuyó sustancialmente a la acumulación capitalista, divisora desde entonces del mundo entre un puñado de estados desarrollados (saqueadores) y una vasta zona de subdesarrollados (saqueados) ha desaparecido casi del mapa informativo trazado bajo la globalización neoliberal. Sólo cuando es amenazado este orden expoliador - como ocurre ahora en Venezuela- un país caribeño vuelve a ser noticia, entonces mediante la distorsión inmisericorde de los hechos por los pulpos de la (des)información. En el olvidado Caribe los más olvidados por esos pulpos son los integrantes del Caricom, 14 estados, todos pequeños y en su mayoría insulares, que accedieron a la independencia al final del proceso de descolonización. Es útil para el lector recordarlos porque algunos de ellos nunca son mencionados en los despachos noticiosos: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Haití, Granada, Guyana, Jamaica, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, y Trinidad y Tobago.
Barbados, Jamaica, Guyana, y Trinidad y Tobago establecieron relaciones diplomáticas con Cuba al unísono en diciembre de 1972, hecho escogido por los estados miembros del Caricom como fundamento simbólico de esta cumbre -que se repetirá cada tres años-, porque "representó un hito histórico que alentó la reinserción de la República de Cuba en las relaciones diplomáticas del hemisferio y constituyó la afirmación de que Cuba es parte integral de la familia caribeña", afirman en la declaración dada a conocer al final de la reunión. Aquel gesto constituyó un desafío al orden hemisférico controlado por Estados Unidos usando a la Organización de Estados Americanos y sirvió de precedente para que numerosos países latinoamericanos restablecieran relaciones diplomáticas con La Habana.
Fundado en 1973, el Caricom procura la integración económica y el estrechamiento de relaciones entre los países caribeños, lo cual ha permitido desde entonces una serie de pasos importantes, que llevaron a la creación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), de la que forman parte también países como República Dominicana, México, Colombia, Cuba y Venezuela.
En el periodo revolucionario, La Habana ha dado énfasis en su política exterior a las relaciones con el Caricom, expresadas en cientos de programas de colaboración que van desde la alfabetización y la reforestación hasta la remodelación de un ingenio azucarero en Haití o del hospital de la capital granadina. También con la presencia en ellos de más de mil técnicos, principalmente médicos, y haberse graduado, o estar estudiando en Cuba en la actualidad, más de 3 mil ciudadanos de los países del Caricom. Un primer antecedente de esta corriente está en la solidaridad manifestada a la Revolución cubana por el gobierno de Cheddy Jagan, en Guyana, aun antes que ésta alcanzara la independencia, continuada años después por el primer ministro de ese país, Forbes Burham, y sus homólogos Michael Manley, de Jamaica; Errol Barrow, de Barbados, y Eric Williams, de Trinidad y Tobago, también destacado historiador. Considerados los padres fundadores de la independencia de sus naciones, ellos dieron la tónica que ha marcado la diplomacia del Caricom, orientada por la concertación a escala caribeña y un espíritu muy independiente para estos tiempos en el contexto internacional. En la cumbre de La Habana, donde se condenó el bloqueo contra su país, Fidel Castro anunció que retomará la solicitud de ingreso en el Convenio de Cotoneau por el que la Unión Europea otorga facilidades comerciales-, en atención a la reiterada solicitud del grupo APEC y del Caricom. Como resultado de la reunión, Cuba contribuirá al suministro de retrovirales a precio de costo, una escuela de enfermería y mil expertos a la lucha contra el sida en los países del Caricom, donde esta enfermedad se ha convertido casi en la primera causa de muerte. La solidaridad caribeño-latinoamericana inspiradora de la cumbre de La Habana no es nueva. Data de la época en que Petion tendió la mano a Simón Bolívar y a la independencia de América del Sur, otro hecho olvidado a conveniencia del orden dominante.
guca@laneta.apc.org