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Venezuela: El Golpe

25 de abril del 2002

Postales sobre Venezuela

Alicia Castro y Eric Calcagno

El Espejo de Argentina y el Mundo

1. Imágenes
Yodos tenemos en la memoria una diversa cantidad de imágenes. Manifestaciones, disparos, heridos y muertos, adustos gestos de jura sobre fondo de uniformes de fajina, declaraciones que borran textos constitucionales, cierran cámaras legislativas, intervienen estamentos judiciales. Prolijos pronunciamientos que reciben con indisimulado agrado un golpe que no quiere decir su nombre por los propios medios que controla. Arrestos, represión. Demasiada algarabía, y demasiado silencio enfrente. Luego, otras manifestaciones, otras declaraciones, otros pronunciamientos, otros gestos y otras juras, hasta el restablecimiento de Constitución, Parlamento, Justicia. Gobierno.
2. Preguntas
En las tierras del trópico parece que todo crece, madura y se pudre con asombrosa velocidad. En apenas dos días.
¿Qué significado tiene el primer golpe del Consenso de Monterrey?
¿Cómo continúa el proyecto de transformación social venezolano?
¿Qué quedará del fárrago de noticias y comentarios que apresurados comunicadores lanzaron a la palestra en la cúspide del breve carmonato?
Apenas tres preguntas. Acaso por una vez, esta sea la ocasión de construir las respuestas desde la política, la sociedad y la economía.
3. La economía del golpe de Estado
Hay que observar que el programa económico del golpe no pareció admitir improvisaciones, ni quiso dilaciones. El petróleo venezolano como garantía de legitimidad aceptada desde los centros de poder, para retomar las ideas privatizadoras que repsolicen fuentes de riqueza y aseguren la reproducción de las relaciones económicas. Servidumbre de la banca central, para asegurar su independencia hacia cualquier forma de control político democrática, como baluarte y reaseguro del establishment local financiero. Destrucción de la ley de tierras, en esencia modernizadora y productivista, de la ley de costas, de la ley de educación, del proyecto político llamado Revolución bolivariana.
4. Lógicas imperiales
Escarmentar a los rebeldes. Un solo imperio, una sola ley, un solo mercado: "Era como la última palabra del Destino, que oprimía a los pueblos con el peso de una sentencia inevitable, no dejándoles más que la elección entre la ruina, después de una resistencia sin esperanza, o la muerte como último fin de la desesperación que se resigna" . ALCA. Entonces, si Venezuela caía, también caía la reorganización de la OPEP, la bisagra entre la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur, la perspectiva de ese mismo Mercosur como algo más que una Unión Aduanera Imperfecta: un proyecto sudamericano con ventana a los Andes, al Caribe. La posibilidad de Petroamérica como empresa pública supranacional, que señale el camino a otros emprendimientos que sean más, mucho más, que la suma de los países comprometidos, la generación de Soberanía en la energía, en los transportes, en las manufacturas.
5. De la democracia en los opinistas
¿Quién nos quitará la visión derrotista y satisfecha de las proclamas televisivas permanentes, aquí, de quienes dijeron que Carmona y compañía era el resultado normal de la rebelión, de la alternativa del rechazo al pensamiento único dividido en partidos otrora mayoritarios, las declaraciones de aquellos que confundieron cinismo con lucidez? Pero parece que no hubo retractaciones. Vidas paralelas: viejas figuras de la vieja política venezolana asomaron rápido en puestos clave (a algunos sólo les faltó decir aquello de la inteligencia y del prontuario). En respuesta, repetidas letanías de repetidos opinistas profesionales nos mostraron la necesidad de "madurez", de "confianza", mientras los amigos de Caracas no contestaban el teléfono, hablaban de la "caza de brujas" que empezaba o cambiaban de tema.
6. Hasta el Fondo
Entonces así es el nuevo modelo de golpe, con bastante de conocido pero con algo de innovador: Marcha y contra-marcha, manipulación mediática, disturbios, intervención militar preparada, complacencia internacional. Hasta el Fondo no dudó en apoyar un régimen que cerro Congreso, clausuró Justicia, borró Constitución... ¿inseguridad jurídica? Entonces cuidado con los grupos dominantes: allí hubo empresarios rentistas, medios masivos y privados, escritos y audiovisuales, viejos partidos, sectores religiosos, cúpulas sindicales, tecnócratas desplazados, financistas propios y ajenos en espera de buenos negocios "en la transición", complicidades en el Estado. Aquí tenemos empresas privatizadas, AFJP, bancos privados nacionales y extranjeros, tenedores de deuda locales, exportadores de renta natural, apoyados por el andamiaje endeble pero pertinaz de muchos medios. También tenemos seudoempresarios con vocación política, que esperan un país atendido por sus propietarios.
7. Anochecer de un día agitado
Maracay y decenas de guarniciones levantadas por el regreso al orden constitucional. La bajada de los cerros. Entre tanta desesperanza, en pleno duelo, el teléfono que suena y la voz amiga dice: "me llamaron desde Miraflores". Entonces, ¿no siempre es "arar en el mar"? Luego, las boinas rojas agitadas desde las garitas entre vivas y aplausos. Caras largas en la televisión privada. Noticias de ayer que parecían de otro siglo. ¿Es así la victoria?
(*) Alicia Castro es Diputada Nacional del Frente para el Cambio. Eric Calcagno es periodista,