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Venezuela: El Golpe

15 de abril del 2002

Buscará otras crisis, porque le interesa el petróleo

Washington hizo el ridículo en esta intentona, dice el escritor Luis Britto

La Jornada
"Analizando los sucesos de Venezuela podríamos decir que esto fue como Bahía de los Cochinos, en Cuba, y ahora intentarán alguna crisis de los cohetes, porque detrás de este apresuramiento de los golpistas está el petróleo. Washington hizo el ridículo con este golpe", dijo a La Jornada en entrevista telefónica el escritor venezolano Luis Britto García, autor de 46 libros y profesor de la Universidad Central de Venezuela.
Consideró que el golpe en Caracas está dentro de las acciones de la guerra de Estados Unidos en su carrera por dominar las fuentes petroleras, y que la crisis se precipitó ante la política del presidente Hugo Chávez de fuerte soberanía en la defensa de los recursos y la decidida reactivación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre otros factores, que tenían que ver con su política independiente.
Destacó también los elementos clave que posibilitaron el fracaso del golpe militar de la ultraderecha. "Ha sido increíble cómo el pueblo, con casi todos los dirigentes presos o perseguidos, sin plan alguno, sin armas, se lanzó a las calles, contando con un elemento fundamental: la resistencia del mandatario constitucional, quien no renunció aun bajo arrestos y presiones, y eso fue determinante".
Britto se refirió también a la conspiración mediática que comenzó, dijo, hace año y medio. "Por lo menos desde ese tiempo estaban ya preparando el golpe", dijo.
Otro de los disparadores de la rebelión popular ante el golpe fue el hecho de que la mayoría de la gente en Venezuela entendió que la cadena de televisión opositora mentía, ya que se vio en seguida que las primeras víctimas que caían bajo las balas eran gente de Chávez, y los golpistas argumentaban que estaban actuando ante la represión chavista. Incluso citó que en el periódico El Nacional, de oposición, se informó que los primeros muertos fueron del oficialismo.
Britto analiza que si hubieran matado a Chávez, Caracas se habría incendiado. "Hubiera sido algo como el Bogotazo" en Colombia (1948), cuando mataron al líder popular Eliécer Gaitán. El escritor destacó el papel desempeñado por el embajador estadunidense, Charles Schapiro, "actuando permanentemente junto a la oposición, alentando a los grupos, como un agente de intervención en la política venezolana. Y también las empresas agrupadas en Venezuelan American Chambers, representantes de los inversionistas".
Asimismo, mencionó la actuación de la policía metropolitana de la alcaldía mayor de Caracas, a cargo de Alfredo Peña, que llegó a ese cargo por Chávez y luego se convirtió en uno de los más furibundos opositores. "Uno de los asesores de esa policía era el agente Braton, de la policía de Nueva York, y Peña aparecía en los últimos tiempos con funcionarios de la FBI y la CIA." El embajador Schapiro llegó en febrero a Venezuela y traía un bagaje de antecedentes de conspiraciones en países centroamericanos y caribeños, especialmente en El Salvador, y formaba parte de los equipos utilizados por el Departamento de Estado para la desestabilización de los gobiernos bajo su mira.
Anteriormente estuvo también John Maisto, quien cumplió el papel de pro- cónsul en Panamá organizando la oposición de ese país, que luego acompañaría la invasión militar a ese país. Se refirió también a la increíble actuación de los medios de información en manos de los poderes económicos, "que en estas horas no pasan nada sobre Venezuela y sólo se pueden ver enlatados como si no sucediera nada en el país, ni informaron sobre los hechos nuevos y estamos ante una realidad increíble: para ellos la libertad de expresión es la libertad de mentir como lo hicieron, cortar señales, o el silencio". Estamos, dijo finalmente, ante una serie de hechos inéditos, un espejo donde todos deben mirarse.