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Venezuela: El Golpe

Las enseñanzas del fallido golpe en Venezuela

LA REPUBLICA brindó una cobertura de primera mano de los sucesos de Venezuela, que contrarrestó la campaña insidiosa del monopolio televisivo venezolano, instigador del golpe, y de cadenas como la CNN que no sabían cómo acomodar el cuerpo y sólo atinaban a poner en pantalla a Carlos Andrés Pérez, a Condoleezza Rice y Ari Fleischer, a Irene Sáez (cara bonita y votos escasos) y a integrantes de la mafia de Miami, otra patrocinadora golpista y financiadora de la corrupta cúpula sindical, que se quedaron (ambas) con un palmo de narices. Hoy vamos a subrayar algunos aspectos y agregar otros que explican la génesis del golpe, abortado por decisión del pueblo.
La participación decisiva del pueblo
El primero es sin duda la decisiva participación popular, la movilización sin tregua de la gente que bajó de los cerros caraqueños y en cada estado salió en masa a las calles, rodeó los destacamentos militares y le quitó el oxígeno a los golpistas. Particularmente revelador es lo acontecido en Fuerte Tiuna, principal fortaleza del país, donde los miles de manifestantes avanzaron hasta cercar literalmente la guarnición militar. Chávez fue trasladado por los motineros a cinco lugares de reclusión, alguno de los cuales carecía incluso de teléfono, y en todos se vio rodeado por contingentes populares, que defendieron su vida y reclamaron su regreso a Miraflores. Entre ellos también lo protegieron los soldados, a menudo desafiando a sus mandos e incluso mezclándose con la multitud y confraternizando con ella. Mientras este formidable movimiento de masas en defensa de la democracia y la legalidad se extendía por todo el país, las cadenas de TV privada lo ignoraban por completo y trasmitían telenovelas.
En ese cuadro se inserta la conducta de las fuerzas armadas. Varios mandos superiores (ya veremos de dónde salen) orquestaron el golpe y algunos lo pregonaron abiertamente en los días previos con gran bombo de las cadenas de TV y de los medios norteamericanos, que los pintaban como héroes de la democracia. La enorme mayoría de la oficialidad superior hizo honor a su juramento constitucional, puso en vereda a los golpistas y al payaso triste de Carmona, contribuyendo decididamente a restaurar la legalidad. En el mismo sentido actuaron los soldados. Algunas de las anécdotas narradas por Chávez en su primera alocución desde Miraflores (que los canales privados no trasmitieron) quedan para la historia, como la del soldado Rodríguez que hizo guardar en el pote de basura (tal la expresión utilizada) la nota de puño y letra de Chávez desmintiendo su renuncia, y se las ingenió para que se difundiera en el país y en el mundo. Lo cual demuestra que no existe una zanja infranqueable entre los uniformados y la ciudadanía, sino que muchos militares se mantienen fieles a su origen en el seno del pueblo, defienden la democracia y se niegan a servir los intereses oligárquicos.
Los golpistas salieron de la Escuela de las Américas
Los dos generales que pusieron la cara en nombre de los golpistas, Efraín Vásquez, jefe del Ejército, y Ramírez Poveda, comandante de la Armada, se formaron en la escuela de dictadores latinoamericanos que lleva el nombre de Escuela de las Américas, instalada en las bases yankis del Canal de Panamá y (después que volaron de allí por los tratados Torrijos-Carter) en Fort Benning, Georgia. Ahora cambió su nombre (se llama Instituto para la Cooperación en Seguridad del Hemisferio Occidental), pero no sus mañas. En esta última cursó Efraín Vásquez entre enero y diciembre de 1988 y se graduó de "oficial de comando y Estado Mayor", mientras que Ramírez Poveda recibió instrucción en 1972 en las bases de Panamá. Ambos fueron compañeros de los dictadores argentinos Galtieri y Viola (y del carapintada Alí Seineldín), del boliviano Hugo Banzer, del uruguayo Gregorio Alvarez, del guatemalteco Efraín Ríos Montt, del creador de los Escuadrones de la Muerte salvadoreños Roberto D'Aubuisson, especialistas todos en la doctrina de la seguridad nacional y en técnicas de tortura, ejecuciones, coerciones ilegales y desapariciones.
El monopolio de TV, instigador del golpe
El golpe fue instigado por el monopolio de la TV privada, que llevó la desinformación y la mentira a extremos inauditos. En una mesa redonda en el canal oficial el sábado por la noche (que conocimos por los buenos oficios de una emisora argentina) se explicó técnicamente cómo dichos canales sacaron del aire la imagen de Chávez llamando a la calma, reemplazándola por desaforadas incitaciones al golpe.
Esta gente, violadora de toda norma ética y puntual de la campaña desestabilizadora de la SIP, llegó al extremo de difundir reiteradamente una presunta carta de renuncia firmada por Chávez, que nunca existió, y que luego fue reproducida, corregida y aumentada, por los canales norteamericanos.
Chávez en la mira del documento de Santa Fe
Ya se ha señalado (véase mi nota del domingo) las razones de la inquina de Bush contra Chávez, por su papel en la OPEP y sus vínculos con Cuba (de paso, le vende el 2% de su producción de 2,43 millones de barriles diarios), con Irak y con Libia. Junto a la mafia de Miami, el New York Times y el Washington Post se apresuraron a cantar victoria, y la correduría Merrill Lynch instó a sus clientes a "lucrar con la transición". Pero el asunto viene de mucho más lejos.
El documento de Santa Fe IV titulado Latinoamérica Hoy y que guía desde fines de 2000 la estrategia de dominio mundial de Bush así como Santa Fe I lo hizo desde 1980 con Reagan, coloca a Chávez en su mira. Le reprocha que "resolvió tomar el poder por medios electorales", que es amigo de Fidel Castro, que "ha asumido un papel prominente en la OPEP" y que --ni más ni menos-- "aspira a formar la Gran Colombia (Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) probablemente como república socialista" (sic). Todo ello bajo la inspiración de Simón Bolívar.
Sin duda el ideario del Libertador inspiró esta página memorable escrita por los venezolanos. Como cantó Neruda, Bolívar "despierta cuando despierta el pueblo". *