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Venezuela: El Golpe

23 de mayo de 2002


Lecciones de Venezuela (1a. Parte):


Los 4 objetivos del golpe contra Chávez
Diego Delgado Jara*
ALTERCOM

T
odos los hechos políticos y económicos apuntan a objetivos predeterminados, y son esos objetivos e intereses los que alinean a los distintos protagonistas sociales en uno u otro sentido. Analicemos pues, de entrada, los 4 más notorios objetivos (simultáneos en importancia) de este golpe de Estado, fallido tanto por la tenaz resistencia popular, ocultada por la conducta inmoral de muchos medios de engaño colectivo, como por la decidida presencia de militares patriotas, dignos herederos de las mejores causas independentistas encabezadas por el Padre de las Naciones y Libertador de los Pueblos de América, Simón Bolívar:

1. Despojar del poder político y recursos naturales al pueblo

El objetivo más visible de los golpistas al servicio del Departamento de Estado, el Pentágono, la Central de Inteligencia Americana, CIA, en definitiva el gobierno fascista de los EE. UU., era quitarle el poder al coronel Hugo Chávez Frías, pues de este modo le despojaban del mismo a las fuerzas populares y nacionalistas que a él lo eligieron y a quienes él representa. Los dominadores del mundo y las transnacionales saben a la perfección que el que tiene el poder en una nación es quien dispone del control de sus recursos naturales de ese país; por ello buscan títeres sumisos, criados civiles o militares, que les hagan sus mandados y les faciliten sus reservas. El gobierno de EE. UU. sabe muy bien que el que tiene el poder lo tiene todo; y el que no lo dispone está incapacitado para decidir o actuar a todo nivel. Por eso se aterroriza cuando un pueblo accede al poder.

El Departamento de Estado apuntaba, en su calidad de representante del régimen de EE. UU. y sus transnacionales, así como coordinador de las fuerzas coaligadas en este golpe de Estado, a tener expedito el camino, con el manejo de regímenes lacayos, para llevarse el mayor bocado posible de las más grandes reservas petroleras del hemisferio occidental. Venezuela es el cuarto exportador anual de petróleo en el mundo, y ha venido colocando 2´450.000 barriles diarios de crudo en el mercado internacional. No puede pasarse por alto, además, que las reservas petroleras y energéticas en países tan poderosos como Brasil o Argentina ya fueron privatizadas, merced a gobiernos entreguistas y traidores a sus naciones; en Venezuela un vigoroso adalid en contra de las privatizaciones del sector energético, y de los recursos naturales en general, ha sido precisamente el coronel Hugo Chávez Frías.

No olvidemos tampoco que mientras en 1972 mandaban en el mercado mundial las grandes empresas transnacionales como la Exxon (Standard Oil de Nueva Jersey) que controlaba el 10,8%, la BP Amoco el 10,1%, la Shell el 9,1%, la Texaco el 8,2%, la Chevron el 7,0%, la Gulf el 7,0% y la Mobil el 5,0%; en el año 2000 los cinco primeros puestos de explotación y comercialización, a consecuencia de las políticas autónomas de la OPEP y de las nacionalizaciones de estos recursos, tenían empresas estatales, pues los países productores en vez de regalar sus beneficios decidieron capitalizar esas colosales ganancias. Así la Aramco (Arabia Saudita) controla el 11,7% del mercado mundial, NIOC (Irán) el 5,0%, PEMEX (México) el 4,6%, PDVSA (Venezuela) el 3,9%, INOC (Iraq) el 3,4%, Exxon Mobil el 3,4%, Shell el 3,0%. (Vistazo nro. 832, abril 18 del 2002, pág. 9). ¡Resultando obvio el interés y desesperación del régimen de Bush por controlar en forma directa los gobiernos de estos países, pues de ese modo manejaría la orientación y administración de estas empresas estatales así como el flujo de sus recursos!

Es evidente, además, en forma adicional, que los EE. UU. ha mantenido durante más de 40 años un brutal e inhumano cerco económico sobre la hermana República de Cuba, situación que la ha reforzado a toda costa; incluso determinados préstamos a Rusia, facilitados por organismos de crédito internacional bajo su control, ha pretendido condicionarlos al perverso desabastecimiento de crudo a la isla caribeña. En la actualidad, no es ningún secreto que ese elemento imprescindible para cualquier país lo facilitaba Venezuela, en el gobierno de Hugo Chávez, circunstancia que condujo a exclamar a los golpistas fallidos, en su primer instante de euforia incontrolable ante la falsa noticia de la renuncia "ya presentada" por el coronel Chávez Frías, que no darían una sola gota de petróleo a la Patria de José Martí.

2. Neutralizar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo

El gobierno norteamericano anda furioso hace tiempo porque desde que los bolivarianos accedieron al poder, el motor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, es Venezuela y más específicamente Hugo Chávez, quien en forma personal ha visitado a todos los países miembros y a sus dignatarios (incluyendo a Saddam Hussein en Irak, Moammad Jatami en Irán y a Muammar Al Gaddafi en Libia) y ha coordinado con firmeza impecable la regulación del mercado internacional para subir los precios del crudo al triple, situación que favorece en importante grado a los productores de hidrocarburos, Ecuador incluído, y hace egresar muchos dólares adicionales a los más grandes consumidores, con EE. UU. a la cabeza.

Por la decisiva coordinación de Chávez, como elemento dinamizador de la OPEP, el petróleo subió, a nivel mundial, entre 1999 al 2002, al triple de su valor, aunque para ello varios países tuvieron que reducir su cuota de extracción diaria, en forma planificada, como lo hizo la propia Venezuela. ¡Es verdad que extrae menos barriles pero al triple de su valor unitario! ¡Sacar menos petróleo resulta positivo, además, en el sentido que duran las reservas más tiempo! Por ello aparece develadora la aspiración de los golpistas cuando el director ejecutivo de Petróleos de Venezuela, PDVSA, Edgar Paredes, exclamaba "Siempre hemos sido los tontos útiles de la OPEP", anunciando que en forma inmediata sacarían más crudo, de modo tal que bajen los precios en el mercado internacional. ¡Allí se ve quien se desenvuelve como tonto útil, pero de los intereses norteamericanos! La revista Newsweek admite que sólo la noticia de la "caída" de Chávez "hizo que los precios bajaran 1,52 dólares, a 23,43 dólares el barril en la bolsa mercantil de Nueva York". (Edición en español, del 24 de abril del 2002, pág. 14).

Es evidente, además, que la consumación o precipitación del golpe no estuvo desconectado de la decisión de algunos países árabes que en solidaridad con Palestina, cuyos jóvenes están siendo asesinados ante el silencio cómplice y vergozoso de gran parte del mundo "occidental y cristiano", resolvieron suspender las alzas planificadas de exportaciones, dándose incluso el caso de Irak, donde Saddam Hussein decidió pocos días antes no exportar un sólo barril en un mes, decisión que elevó el precio de los hidrocarburos en el mercado internacional en forma inmediata!

Los principales objetivos del golpismo pronorteamericano fueron por lo tanto apoderarse del poder político de Venezuela, y, de este modo, apropiarse e imponer sus propios afanes sobre sus reservas petroleras, por un lado, y, por otro, destruir la política energética de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, dinamizada en forma sustancial desde la llegada de Hugo Chávez Frías al poder. Pero de manera simultánea y no menos crucial para sus intereses, y de la oligarquía de ese país, fueron los otros fines que los destallamos a continuación.

3. Involucrar a Venezuela en la guerra de Colombia

Apuntaban con ansiedad irreprimible los círculos político-militares que anhelan controlar el mundo desde EE. UU. a utilizar a Venezuela, con un régimen entreguista, para complementar o cerrar el círculo de acero del "Plan Colombia", procurando derrotar a las fuerzas insurgentes de esta nación con el apoyo de los ejércitos de todos los países vecinos. Buscaban reunir todos los alfiles posibles para saquear a favor de las multinacionales, sin réplica alguna, de carambola, también los no menos inconmensurables recursos naturales de Colombia. En este sentido, Venezuela es la última barrera del cerco que requerían levantar en la pretensión de "rodear" a los insurgentes colombianos, a quienes no ha podido vencer la oligarquía de su país, a pesar de todo el apoyo militar de los EE. UU., en más de medio siglo de lucha y después que 14 gobiernos los han declarado "la guerra a muerte". Por ello buscaban también, para este efecto, la colaboración de un régimen títere en Venezuela, para sumarse a las posiciones ya asumidas por los gobiernos entreguistas y lacayos de Ecuador y Perú, que ya disponen de varias decenas de miles de soldados en la frontera Sur de Colombia.

No olvidemos que Venezuela, en la presidencia de Hugo Chávez, ha proclamado el derecho inalienable de cada pueblo a su plena y absoluta autodeterminación, y que en esta línea de principios y de respeto al Derecho Internacional ha sido muy firme; incluso se ha opuesto a que sobrevuelen naves norteamericanas de guerra sobre su espacio aéreo soberano, en conducta muy distinta a la de los gobiernos agachados y sirvientes del Ecuador, donde incluso le entregaron, violando cuando menos diez normas constitucionales, la importantísima Base Aérea de Manta, y donde en forma inconcebible "A las naves que estén exclusivamente al servicio no comercial de los Estados Unidos, y que éstos posean u operen, se les otorgará en las Bases Navales Ecuatorianas el mismo trato que a las naves de la Armada Nacional del Escuador", según lo determina el art. XVI del inconstitucional "Convenio entre el Gobierno de la República del Ecuador y el Gobierno de los Estados Unidos de América, concerniente al acceso y uso de los Estados Unidos de América, de las instalaciones en la Base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta." (El texto íntegro de este Convenio está publicado en el Registro Oficial nro. 340, del jueves 16 de diciembre de 1999.).

Con el gobierno del coronel Hugo Chávez Frías en el poder no habría ninguna posibilidad de involucramiento en una guerra ajena para Venezuela y sus fuerzas armadas, a no ser que este país fuese atacado desde fuera, posibilidad poco viable; en cambio que con un monigote de la oligarquía venezolana en el poder, y al servicio incondicional de los EE. UU., sus fuerzas armadas serían empujadas a involucrarse en el criminal y fratricida Plan Colombia, donde se pretende controlar los recursos naturales de este riquísimo país, según el proyecto norteamericano, mediante la inconcebible y mortal utilización de otros latinoamericanos; esto es de quienes se dejan. (¡Unos latinoamericanos matando a otros latinoamericanos para que los gringos no dejen de apoderarse de los inmensos recursos naturales propiedad común de quienes están enzarzados en una lucha fratricida entre pueblos hermanos!).

Es más que evidente que a mediano plazo, de haber triunfado el golpe de Estado en Venezuela, habrían involucrado a los oficiales y tropas de sus fuerzas armadas en el conflicto interno de Colombia, como lo tienen previsto hacer con las de Ecuador y Perú, a quienes pretenden usar sobre todo en la "limpieza" de los Departamentos del Caquetá y Putumayo, vecinos de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, para que la compañía norteamericana Occidental Petroleum Company (OPC) saque el petróleo del mar común de hidrocarburos que subyace y se extiende bajo las provincias ecuatorianas de Napo, Orellana y Sucumbíos, así como de los departamentos aludidos de Colombia! Al principio se habla de la operación "Yunque y Martillo", en el sentido que desde el Norte se atacaría, como martillo< a las fuerzas insurgentes -para que éstas vayan hacia el Sur-, donde el papel de yunque o "contención" lo harían las fuerzas armadas del Ecuador en la frontera colombo-ecuatoriana.

Debemos no olvidar, además, que en el caso ecuatoriano, en el citado Convenio entre los gobiernos de EE. UU. y el Ecuador, en su art. XIX, el Gobierno de este país renuncia a reclamar todo "daño, pérdida o destrucción de bienes gubernamentales a consecuencia de actividades relacionadas con este Acuerdo, o por concepto de lesiones o muertes" del personal ecuatoriano "en el desempeño de sus obligaciones." ¡Norma escandalosa, inmoral e incalificable con precisión! Recordemos además que para subir las tropas de Ecuador y Perú hasta la frontera colombiana, en forma previa, le obligaron al Gobierno del Ecuador, por parte de los EE. UU., con la entusiasta complicidad de Mahauad, Moeller y otros mequetrefes de la oligarquía ecuatoriana vendepatria, que en el Acuerdo Mahauad Fujimori, del 28 de octubre de 1998, no sólo se ratifique el reconocimiento del Protocolo de Río de Janeiro del 29 de enero de 1942, donde ya perdimos 180.000 Kms.2, sino se le entregue en forma adicional a la oligarquía del Perú como "prenda de paz" todo el valle del Cenepa, una de las zonas auríferas más ricas del planeta, con una área total de 14.300 kms.2, esto es una superficie más grande que los 12.915 kms.2 que tiene Pichincha, la provincia más extensa de toda la sierra ecuatoriana, o los dos tercios del Guayas, o de las Repúblicas de Israel o El Salvador! Esta dimensión del área perdida se obtiene en base a los datos y mapas del Ecuador, aprobados por la cancillería y el Instituto Geográfico Militar, donde las cifras oficiales daban 270.670 kms.2 hasta antes del Acuerdo Mahauad-Fujimori, y luego del mismo se establecen en 256.370 kms.2. Por eso hemos sostenido que el Plan Colombia empezó con el inaudito cercenamiento adicional de la República del Ecuador para "amigarse" con la oligarquía del Perú y complacer como mascota sumisa el proyecto norteamericano!

El Plan Colombia, además, refresquemos la memoria, es el preludio del asalto y control a la Amazonía, la mayor reserva de agua dulce que fluye y oxígeno limpio y renovado del planeta, así como el más colosal muestrario de flora y fauna del orbe. Tomemos en cuenta que este plan se diseñó a mediados de la década del 80, por parte del gobierno norteamericano, y se llama FINRAF (Farmer International Reserve of Amazon Forest), y donde en forma textual se lee: "Su fundación (del FINRAF) se debió al hecho de que la Amazonía está ubicada en Sudamérica, en una de las regiones más pobres del planeta y formada por países crueles, autoritarios e irresponsables. Esta área era una parte de 8 distintos y extraños países, que en la mayoría de los casos, son reinos de la violencia, comercio de drogas, analfabetismo y de pueblos primitivos y sin inteligencia."(Sic). Incluso en mapas escolares y de importantes universidades de los EE. UU. ya se presenta a toda la Amazonía como parque mundial bajo la tutela de la ONU! No debemos pasar por alto que en abril de 1990 el comandante de la Escuela Superior de Guerra del Brasil, el general Oswaldo Muñíz Oliva, advertía de la necesidad de que las FF. AA. de Brasil se preparasen para un estado de guerra inexorable "en defensa de la Amazonía y en contra de los intentos de las superpotencias de limitar la soberanía de Brasil sobre la región". No al acaso existe un importante acercamiento entre las fuerzas armadas de Brasil y Venezuela con la finalidad de resistir el embate que se presagia a mediano plazo. Varios estudiosos advierten ya que si Ecuador no se plega a la política de resistencia latinoamericana de este entente político-militar, para intentar sobrevivir como Estado independiente, acabaría absorbido a mediano plazo como abierta colonia de los EE. UU.

4. Devolver la dirección del Estado a la oligarquía

La oligarquía venezolana también sabe del mismo modo, por su experiencia de siglos y generaciones, que el que tiene el poder lo tiene todo, empezando por la capacidad de decidir a quien cobra o no impuestos, a quien se persigue o brinda impunidad, y en qué se gasta el dinero fiscal. Según el escritor Uslar Pietri en las varias décadas del período petrolero la casta dominante de este país ha usufructuado 260 mil millones de dólares, monto que significa 20 (veinte) veces los 13.000 millones de dólares que EE. UU. prestó a Europa, luego de la Segunda Guerra Mundial, para su reconstrucción!

Esa oligarquía teme ser desplazada del poder no sólo en forma temporal sino definitiva si acaso se profundiza el proceso de cambio en este país. Nunca antes todos los partidos tradicionales han sido excluidos del usufructo político y económico incontrolado, y ahora andan alejados de su costumbre lacayuna de hacerle los mandados a su amo instalado en Washington. El coronel Chávez ha enfurecido además a esa oligarquía apátrida -como todas las oligarquías, roscas, trincas o argollas que nos desgobiernan-, porque suspendió de un tajo las privatizaciones y muchas de las demás imposiciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, donde participaba dicha casta antinacional del saqueo a su propio país.

El coronel bolivariano se ha negado y se ha resistido en forma rotunda a esquilmar a su Patria para abonar las imposiciones de la deuda externa determinadas en condiciones draconianas por los acreedores internacionales. La suspensión de pagos reduce el valor de los papeles de la deuda -perjudicando a sus tenedores-; papeles que en buena parte ha sido recomprada por la propia oligarquía, situación que también los mortifica en grado sumo.

Pero eso tampoco es todo; ha emprendido en una reforma agraria que impide que alguien posea en los hechos áreas ilimitadas de tierra, y se ha opuesto en forma radical al cobro de la educación y la salud para que el dinero que antes iba a estos menesteres ahora vaya al pago de la deuda externa! ¡El odio de la oligarquía y del gobierno más poderoso del mundo, el nuevo César de la nueva Roma instalado con fraude electoral en Washington, representante de las multinacionales y otros tiburones de aguas profundas, los mayores depredadores del mundo, no es al acaso ni se ha presentado en forma gratuita! ¡Su papel de patrocinador del golpe, acobardado ante la derrota, lo dice todo! ¡Las revelaciones de Newsweek (El Comercio, martes 16 de abril del 2002, pág. A8), y del New York Times (El Comercio, miércoles 17 de abril del 2002, pág. A8), no pueden ser más contundentes y evidencian a George W. Bush como el más grande hipócrita y fariseo de los tiempos modernos!

Recordemos que en Venezuela las leyes que regulan la tenencia de la tierra, el control de los bancos, y ratifican la posesión nacional de los hidrocarburos y minas, entre otras más, que sumaban en total 49 cuerpos legales, se expidieron el 14 de noviembre del 2001, en tanto la primera huelga patronal secundada por viejos dirigentes sindicales transadores se lleva a efecto en menos de 30 días, el 10 de diciembre del mismo año.

Respecto a la trascendencia que tiene para el Departamento de Estado, el Pentágono y la CIA (en definitiva para el gobierno de EE. UU.) Venezuela, debe anotarse que toda la coordinación con los golpistas estuvo a cargo del teniente coronel del ejército norteamericano James Rodgers, quien "permaneció con ellos hasta la caída de los sediciosos el 13 de abril" (El Comercio, de Quito, domingo 21 de abril del 2002, pág. A8). Por su parte el primer pronunciamiento a favor del golpe lo dió el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien manifestó que su gobierno "estaba complacido de que Chávez ya no estuviera en el poder" (El Universo, de Guayaquil, sábado 20 de abril del 2002, pág. 14A.). Ese mismo mensaje se lo repitió en Venezuela cuando "Charles Shapiro, embajador de los EE. UU. en Caracas, calificó como extraordinario el jueves 11 de abril." (El Universo, sábado 13 de abril del 2002, pág. 2A.).

Calzando en esta misma dirección, pero desde la óptica del Plan Colombia, el presidente de este país, Andrés Pastrana, egresado de la escuela de "gobernabilidad", nido de víboras o madriguera de serpientes de Harward -al igual que Jamil Mahauad, Alejandro Toledo, Salinas de Gortari o Domingo Cavallo, entre otros elementos venenosos-, manifestaba al conocer la "caída" de Hugo Chávez Frías: "Le damos a Pedro Carmona Estanga todo el apoyo y la solidaridad expresa del pueblo colombiano en este proceso de transición. Además le ofrecemos nuestra ayuda para el restablecimiento del orden democrático." (El Comercio, domingo 14 de abril del 2002, pág. A10.). Debe recordarse que Carmona ha sido, desde 1988, presidente de la Cámara de Comercio e Integración Venezolana Colombiana, Cavecol.

Y como si ello no fuese suficiente, el Fondo Monetario Internacional fué el primer organismo en ofrecer dinero para el régimen espúreo y dictatorial, cuando, según publica el cable internacional (El Universo, sábado 13 de abril del 2002, pág. 2A): "El Fondo Monetario Internacional (FMI) se convirtió ayer en la primera institución financiera en no solo reconocer al nuevo régimen de Venezuela sino también en ofrecer su colaboración. "Estamos listos para ayudar al nuevo gobierno en lo que puedan ser sus necesidades inmediatas", expresó Thomas Dawson, director de relaciones externas de la institución."

Respecto al sometimiento a la política de los EE. UU., una vez que Pedro Carmona tomó el poder, Edgar Paredes, director de comercialización, refinación y suministro de Petróleos de Venezuela PDVSA, señalaba "No hablemos de cuotas (de la OPEP), hablemos de las posibilidades que tiene Venezuela en el negocio petrolero. Si tenemos la base de recursos y la posibilidad que el mercado nos brinde, tenemos que aprovecharlas." (El Universo, sábado 13 de abril del 2002, pág. 2A.). ¡Es a esta política entreguista, inconsecuente, traidora y antinacional, que defendían ciertos "dirigentes" sindicales petroleros, bajo el argumento falaz que protegían la "meritocracia"! ¡Meritocracia a los ojos de Washington y la CIA, debe haber sido!

Hugo Chávez, empero, está en mitad de un remolino y, para no ahogarse y salir adelante, debe bracear mucho más duro que antes. Debe vigorizarse con el apoyo de un pueblo organizado y decidido a seguirlo en la medida que no se detenga ni claudique en su manifestado empeño de servir a los más pobres y desvalidos. Nada sería más grave que detenerse ante los golpistas y paralizar los cambios que con tanta angustia y necesidad requiere con toda urgencia la Patria de Bolívar y Sucre, motivos centrales que empujaron a salir a las calles a un pueblo cuyo sistema nervioso central empieza a estructurarse a través de los círculos bolivarianos. No debe olvidarse, además, que otra forma de "putch" es la eliminación física, y que los grupos reaccionarios vinculados a la CIA, son expertos en beneficiarse sobre todo de "accidentes de aviación" y atentados cometidos por un "loco solitario". Vienen a la memoria entonces, a propósito de ello, las extrañas muertes del general panameño Omar Torrijos Herrera, del presidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera, del general peruano Jorge Rubio Hoyos, y hasta del mismo Olof Palme, primer ministro de Suecia.

¿Por qué no existen golpes de Estado en los Estados Unidos? refiere una vieja pregunta, y la respuesta es sencilla: ¡Porque en EE. UU. no existe embajada americana! Pero en Caracas sigue existiendo esa legación diplomática, que ahora será mucho más cuidadosa en cometer nuevas tropelías, pues cuando menos pretenderá dejar menos rastros en sus nuevos y seguros intentos de nuevas desestabilizaciones. Si de algo debe estar seguro Hugo Chávez es que intentarán hacer lo imposible por derrocarlo, y que ello sólo podría facilitarse si el pueblo llanero es defraudado en sus irrenunciables anhelos históricos. Ceder ante el embate de los golpistas sería el más terrible de los errores, porque ello entrañaría caer del poder en medio de la más grande horfandad y la más grave de las frustraciones populares. Y, del mismo modo, profundizar el cambio con el apoyo de una colectividad organizada lo enraizaría no sólo en sus funciones, sino en la historia de su Patria y de América Latina.

Respecto al criterio y lenguaje engañoso de concertar y abrazarse con todos -incluyendo a los que están con el puñal homicida en la mano-, como lo están "aconsejando" a Chávez, eso no es más que una hábil red para amarrarlo e inmovilizarlo. Nadie puede servir a dos señores, a los opresores y a los oprimidos, a los verdugos y a sus víctimas, a la oligarquía depredadora y al pueblo escarnecido. Cierto que el mismo Cristo decía que debe mostrarse la otra mejilla, pero cuando te golpean en la naríz o en el alma no tienes otra para enseñar; y siguiendo su mismo ejemplo debería tomar el látigo de la justicia social y expulsar a los mercaderes desalmados que han profanado al templo vivo del Espíritu Santo, que éso es cada ser humano según la doctrina católica, confesión religiosa que profesa el presidente constitucional de Venezuela!


*Diego Delgado, ecuatoriano, doctor en jurisprudencia, profesor de la Universidad de Cuenca, ex-legislador, escritor y analista de varios medios de comunicación