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Venezuela: El Golpe

2 de mayo del 2002

Los comunistas venezolanos llaman a la unidad popular contra las fuerzas golpistas (manifiesto íntegro)

Partido Comunista de Venezuela

II Pleno del Comité Central
Manifiesto del Partido Comunista de Venezuela al pueblo trabajador


El pasado 13 de abril el pueblo venezolano, en combativa jornada cívico-militar, derrotó el Golpe fascista del imperialismo norteamericano y sus aliados del bloque oligárquico. Esta importante victoria del movimiento popular y la mayoría de los sectores patrióticos de la Fuerza Armada Nacional, reestableció la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, rescató la institucionalidad democrática, restituyó a Chávez en la Presidencia de la República y desenmascaró el carácter reaccionario, neoliberal y esencialmente fascista del régimen encabezado por Carmona.
Era la abierta tiranía del gran capital neoliberal, la que se intentó imponer en el país el 11 de abril. Ha sido el intento más serio de hacer realidad el plan que, desde el mismo inicio del gobierno de Chávez, empezó a fraguar la CIA y el Departamento de Estado norteamericano en alianza con fuerzas políticas reaccionarias (Primero Justicia, Proyecto Venezuela, Partido Unión, COPEI, Causa R, sectores de AD y el MAS de Puchi, cúpulas de Fedecámaras y de la ilegítima CTV), oportunistas seudo revolucionarios (Bandera Roja) y núcleos antipatrióticos de la jerarquía militar y eclesiástica.
Su esencia reaccionaria, sustentada en un engañoso discurso democrático supuestamente representativo de la "sociedad civil", quedó evidenciado en las arbitrarias y represivas medidas adoptadas por el dictador Carmona Estanga y las huestes sionistas-fascistas que le secundaban. Quedaron claros sus objetivos de hacer retroceder las conquistas populares de la revolución, liquidando la Constitución Bolivariana y derogando las leyes de la habilitante. El asesinato, allanamientos ilegales y vejatorios, el ensañamiento contra los Círculos Bolivarianos y la tortura fueron su sello distintivo. Asaltaron, destruyeron, incautaron bienes y silenciaron medios alternativos de comunicación. Con sus empresas de la información, en particular la televisión, manipularon y tergiversaron la realidad, mintiendo descaradamente. Asaltaron, con el sionista Capriles Radonsky a la cabeza, la Embajada de la hermana República de Cuba.
El sionismo internacional, la reacción anti cubana de Mas Canosa y los paramilitares colombianos, jugaron relevante papel, junto a las bandas parapoliciales de Peña, Capriles Radonsky, Leopoldo López y Enrique Mendoza, en la premeditada provocación asesina que segó la vida a decenas de compatriotas. Los francotiradores era para asesinar a Chávez o, en caso contrario, crear una situación que justificara la insubordinación de parte del generalato.
El problema del Poder
La confrontación no ha finalizado. Este es un nuevo episodio del largo combate de clase que está en desarrollo. El problema del poder no está resuelto.
La contrarrevolución se reagrupa y continúa conspirando para hacer retroceder el progreso social y democrático del país. La lucha por una soberanía verdadera y por la construcción de la patria grande latinoamericana, que se abren como surcos profundos en la conciencia de los pueblos de nuestro continente, chocan con las apetencias de dominación del imperialismo norteamericano contenidas en el Plan Colombia, la Iniciativa Regional Andina y el ALCA.
El bloque reaccionario busca transformar la derrota recibida de manos del pueblo, en fuerza de presión pública e internacional para evadir las sanciones, retomar la ofensiva, imponer una contrarreforma legislativa y acumular fuerzas para otra intentona fascista, utilizando de nuevo los instrumentos mediáticos y comprando adhesiones en la Asamblea Nacional.
Diálogo y amplitud sin impunidad
Reivindicamos el pleno respeto a las libertades democráticas, a la vigencia de los derechos humanos y al debido proceso, a la vez que exigimos firmeza en la aplicación de las sanciones legales a que se hicieron acreedores todos quienes insurgieron contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
ĄDiálogo sin impunidad! ĄCastigo ejemplar a los fascistas! ĄDefensa de la Constitución para profundizar la revolución! Estas son las exigencias del pueblo venezolano. No actuar en esta dirección es contribuir a violar la Constitución, en cuya defensa el bravo pueblo derrochó valor y regó con su sangre heroica, una vez más, la tierra venezolana.
Decimos sí a la amplitud, al diálogo y la unidad nacional para avanzar en la construcción de la patria buena, grande y soberana. Para ampliar y consolidar las conquistas democráticas del pueblo.
Un proceso bolivariano relegitimado
Reivindicamos el carácter popular de las jornadas que lograron restituir las instituciones democráticas. El pueblo de civil desbordó con valentía los mecanismos de contención represiva y mediática impuestos por la dictadura neoliberal pro imperialista. Esta jornada elevó la conciencia política de las masas, haciéndolas más exigentes frente a las direcciones políticas del proceso.
También es de destacar el relevante papel de la solidaridad internacional, tanto de América Latina, como de otros continentes, para cuyos pueblos la Revolución Bolivariana es punto de referencia en la construcción de un nuevo proyecto de sociedad.
Asimismo, el pueblo armado (FAN) ratificó su papel de garante de la Constitución y la institucionalidad democrática. Es esta inequívoca vocación constitucionalista su única garantía para evadir tendencias reaccionarias que, como producto de las contradicciones sociales, una y otra vez surgirán en esa institución. Como dignos custodios de las armas de la patria y defensores de la nación venezolana, continuemos forjando el ejército de libertadores que nos legó Bolívar, cuya esencia es incompatible con la reaccionaria "doctrina de la seguridad nacional" yanqui.
La resistencia y movilización victoriosa del pueblo civil y militar, reafirma la legitimidad del proceso de cambios progresistas y del liderazgo del presidente Chávez. Ello nos obliga a considerar crítica y autocráticamente todas nuestras actuaciones, asumiendo los correctivos a que hubiere lugar en la dirección de efectivamente consolidar y profundizar la revolución.
Algunas propuestas
No es tiempo de triunfalismos. Es la hora de la organización y la unidad popular. Las fuerzas democráticas, populares, patrióticas y revolucionarias tenemos la obligación histórica de garantizar la articulación orgánica en base a una plataforma ideopolítica, organizativa y de movilización que garantice:
1. Constituir mecanismos de coordinación en todos los niveles e instancias, con el fin de lograr la cohesión y direccionalidad unitaria de las acciones del movimiento popular y revolucionario; a la vez, que fortalecemos el papel del Comando Político de la Revolución.
2. Desplegar una ofensiva internacional dirigida a denunciar la intervención gringa en el fallido golpe militar. Declarar "persona non grata" al embajador Norteamericano en Venezuela, Charles Shapiro.
3. Defender la Constitución para profundizar la revolución democrática y popular.
4. Desarrollar una campaña contra la impunidad y por el castigo ejemplar a los fascistas.
5. Fortalecer la unidad cívico-militar patriótica y democrática.
6. Consolidar y desarrollar la organización de los Círculos Bolivarianos.
7. Presionar la Asamblea Nacional con la movilización popular, para impedir la contrarreforma legislativa de las fundamentales leyes sociales de la habilitante (Tierras y desarrollo agrario, hidrocarburos, pesca, cooperativas, decreto de tierras urbanas, etc.). La defensa de la Ley de Tierras es un punto de unidad y acción que debe potenciar el papel de la Coordinadora Agraria Nacional Ezequiel Zamora (CANEZ).
8. Que las masacres cometidas contra el movimiento popular no queden impunes.
9. Que las empresas de información comprometidas en la conspiración, sean sancionadas. Hay que presionar la aprobación de la Ley de Contenidos y el establecimiento de una red de comunicación popular y alternativa.
10. Que PDVSA se transforme en real instrumento al servicio del desarrollo soberano del país.
11. Depurar las instituciones del Estado. Castigar la corrupción de cualquier signo y época.
12. Desarrollar mecanismos reales de protagonismo, participación popular, control social y corre-sponsabilidad en la gestión de gobierno, avanzando en la construcción del poder popular y local.
La propuesta cooperativista no puede quedarse en el simple enunciado.
13. Aplicar, en conjunción con la FBT y la CUTV, una política que viabilice la reconstrucción y unidad orgánica del movimiento de los trabajadores, sustentada en el sindicalismo de clase. La Constituyente de los Trabajadores, la estabilidad laboral, la seguridad social, la salud ocupacional, la Convención Normativa Laboral por rama de actividad y la acción política directa en los centros de trabajo, son aspectos del plan que nos proponemos adelantar.
14. Activar las instituciones responsables de formular políticas, programas y planes dirigidos a la juventud venezolana, a la vez que se impulse la reorganización del movimiento juvenil y estudiantil. Asimismo, prestar más atención al importante desarrollo del movimiento bolivariano de mujeres.
II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
Caracas, abril del 2002.