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Venezuela: El Golpe

28 de mayo del 2002

Oposición incrédula

Mercedes Chacín
Rebelión
Resulta conmovedor que la oposición esté interesada en buscar la salida institucional del Presidente Chávez. Conmueve una vez que su primer intento fue sacarlo acabando con la democracia. Se les nota una gran disposición a rectificar y a evitar que en Venezuela se produzca una salida violenta. El problema es que la salida que prefieren es sin Chávez. Recientemente el periodista opositor Nelson Bocaranda Sardi advirtió que la propuesta de convocar a unas elecciones era una "trampa del Presidente. Porque żY si gana?". Se preguntaba el fablistán con estupor. Evitar a toda costa comicios con posibilidad de reelección, es la consigna.
El problema de la oposición es que no cree, NO CREE, que Chávez tiene el apoyo popular que pregona. Se creen sus propias mentiras y nada más ven multitudes en las marchas opositoras. No creen que el pueblo haya salido a exigir la vuelta del Presidente. No creen que Chávez sea realmente el interlocutor de la mayoría de los venezolanos. De tanto repetir una mentira hasta ellos creen que a Chávez sólo lo siguen hordas, borrachos, malandros. El lumpen pues.
Las mentiras que ellos fabrican y que luego son transmitidas por los medios de comunicación se las creen, a sabiendas de sus intenciones manipuladoras y tergiversadoras. Creen que si Chávez cae no va a pasar nada. Cree que no hay peligro de guerra civil porque Chávez no tiene apoyo.
Creen que la mayoría del país adversa a Chávez. Creen que las encuestas no le favorecen.
En cambio del lado oficial hay intentos por transmitir el peligro que corremos, porque están concientes de que estamos terriblemente divididos. Por eso los alertas. Ya lo ha dicho Chávez y con más vehemencia José Vicente Rangel, durante su interpelación en el Congreso.
Quienes hemos sostenido que la salida de este atolladero es el diálogo, estamos persuadidos de que si no hay plena conciencia de que la salida debe ser concertada entre ambos sectores, vamos directo a una confrontación abierta, de consecuencias impredecibles. Es hora de dejar de lado el sectarismo y las ansias poder para evitar un baño de sangre. Esa debe ser la consigna común. żO será que si creen pero no les importa?