La vieja Europa

Sergio Ferrari
Servicio Informativo "alai-amlatina"

El comercio del fútbol es una mina de oro. Pero los obreros y obreras que fabrican los productos con la marca FIFA viven en la mayoría de los casos en la miseria.
A escasas horas del silbato inicial del campeonato mundial de fútbol, organismos no gubernamentales suizos denuncian a grandes empresas internacionales y lanzan una campaña de cartas postales de protesta.
Del "Juego limpio al salario justo" (Du Fair-Play au Fair-Pay) , impulsada por la Acción de Cuaresma, la Declaración de Berna y Pan para el Prójimo, es una nueva iniciativa en el marco de la ya existente Campaña "Ropas Limpias" a favor de condiciones justas de los trabajadores textiles del Sur.
Las ONG recogerán a partir de hoy y hasta el próximo agosto miles de cartas postales y mensajes electrónicos de la población helvética para entregarlas luego a la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), explica Isabelle Chaudet, portavoz de la propuesta.
Un estudio reciente revela que las obreras chinas que fabrican pelotas de fútbol para Adidas -empresa con un contrato de licencia con la FIFA para el mundial 2002- trabajan en períodos de gran actividad entre 15 y 20 horas por día sin pausa semanal y reciben salarios muy por debajo de las normas legales. Realidad que se repite también, según la investigación, en Indonesia e India.
Tal como lo indica Chaudet las contradicciones son gigantes. Gloria Delgado que trabaja en la fábrica- maquila Chi-Fung de El Salvador, donde se confeccionan ropas de Adidas, gana como máximo 265 francos mensuales en jornadas no inferiores a 12 horas diarias y en condiciones de producción casi inhumanas.
Al mismo tiempo, Olivier Kahn, uno de los mejores porteros del mundo, con un salario mensual de base de 794 mil francos asegura ingresos de casi 10 millones de francos anuales incluyendo los contratos publicitarios. Para beneficiarse de su imagen publicitaria la misma empresa Adidas se convirtió en accionista del FC Bayern - donde juega Kahn- con una participación de 110 millones de francos.
Para la iniciativa que acaba de ser lanzada en Suiza "mientras el comercio del fútbol aporta millones a la Federación Internacional de Fútbol Asociado, las obreras que en el otro extremo de la cadena producen artículos deportivos con la marca FIFA trabajan en condiciones miserables". Esto es realmente inaceptable, enfatiza Chaudet.
"La FIFA debe comprometerse a respetar y hacer respetar las reglas de juego equitable para todas aquellas y aquellos que fabrican productos deportivos en el mundo", señala un comunicado de prensa.
Según Chaudet "la FIFA ha tenido una posición contradictoria sobre este tema". Por una parte, en sus contratos de licencia con diversas empresas -como Adidas- incorpora ciertas reglas sociales que aunque son incompletas, están sobre el papel. Por otra parte, en una respuesta que enviara a "Ropas Limpias" en febrero pasado, afirmó que no puede hacerse responsable de las condiciones de trabajo en las fábricas en cuestión.
La iniciativa "Del juego limpio al salario justo" pretende entregar personalmente a Sepp Blatter, presidente de la Federación con sede en Zúrich el conjunto de apoyos recibidos de la población suiza en una actividad pública prevista, en inicio, para agosto.
Los promotores anticiparon en exclusiva que esa cita se podría realizar en el marco de una convocatoria internacional a realizarse en Suiza con representantes internacionales de organizaciones y redes que adhieren a esta propuesta. Tal es el caso, por ejemplo de la Marcha Mundial contra el Trabajo de los Niños que impulsa también una campaña semejante.