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La vieja Europa

16 de septiembre del 2002

Iniciativa "Reencuentro Comunista"

Juanjo Llorente AREABS@mail.ono.es
Rebelion

La situación política actual en España viene marcada por importantes conflictos y desafíos para la izquierda. Al punto de inflexión abierto por la Huelga General del 20 J se suma un amplio abanico de movilizaciones sectoriales o puntuales, en torno a la degradación y las privatizaciones de servicios públicos (educación, sanidad, función pública, transportes e infraestructuras vitales...), a la desregulación del mercado de trabajo y de las relaciones laborales (paro, precarización, siniestralidad, salario mínimo, próximas reforma de la negociación colectiva y ley de huelga), y a la liquidación de derechos sociales y ciudadanos (políticas de inmigración contra libre circulación de personas, reforma de la seguridad social, deterioro de las prestaciones...). Estas políticas antisociales, además, vienen acompañadas también de una ofensiva frontal contra los derechos y libertades de los trabajadores y de los pueblos. Sólo así pueden interpretarse las medidas orquestadas en materia de inmigración y extranjería, o las recientes disposiciones sobre libertad de asociación y expresión públicas, como la reforma de la legislación antiterrorista o la ley de partidos, y la más reciente suspensión de Batasuna en el marco de su ilegalización, lo que más allá del problema nacionalista en el País Vasco supone una seria amenaza contra toda fuerza política o social que se atreva a cuestionar el orden y régimen establecidos.
Se trata de una involución política de gran calado que muestra que se está cerrando el ciclo político iniciado hace 25 años por la transición democrática. Confrontada a una coyuntura económica inestable por las contradicciones internas del sistema capitalista actual, la burguesía española y el capital trasnacional, para preservar sus tasas de beneficio y acumulación, no dudan en liquidar las conquistas políticas y sociales conseguidas por los trabajadores y los pueblos de España durante la transición democrática. Y no se puede imputar este propósito liquidador a un solo dirigente o partido político. Son la monarquía y los sucesivos gobiernos parlamentarios de distinto signo quienes, en nombre del proyecto de construcción europea de las multinacionales, han venido impulsando y auspiciando estas políticas. No por casualidad, desde las reformas laborales de la etapa González hasta las últimas reformas legislativas del actual gobierno de la derecha han sido denunciadas por inconstitucionalidad. Aznar y el PP en esta legislatura, verdadera punta de lanza del imperialismo yanqui en la UE, son los más recientes ejecutores de un proyecto político y económico neoliberal compartido en su esencia (directa o indirectamente) por los principales partidos del arco parlamentario, bajo el paraguas de una monarquía falazmente constitucional, puesto que nunca legitimaron las urnas.
Se trata de una situación ni siquiera tenida en cuenta en sus reales dimensiones por IU y por el PCE. Muy al contrario, mientras IU -sus federaciones- se aprestan a conjugar sopas de siglas para la supervivencia institucional dentro del actual régimen como único horizonte, el PCE en su Congreso de febrero de este año sigue moderando su discurso estratégico (por una Unión Europea más social) y aumentando el distanciamiento de los referentes marxistas de lucha de clases y de revolución socialista, a la par que se enzarza en la búsqueda de un "nuevo sujeto político del cambio".
Sin embargo, el alejamiento del marxismo y la perdida del referente de la clase obrera por los comunistas convierte toda táctica de agrupamiento antimonopolista y antiimperialista de fuerzas en una suerte de reformismo abocado al fracaso. Es la misma deriva que también plantea por ejemplo Bertinotti, de Rifondazione Comunista, y el movimiento antiglobalización en general. Hace escasos días, preguntado sobre el camino a seguir ante la crisis de la izquierda institucional, Bertinotti, que se sigue considerando comunista, responde (El Mundo 30/8/02): "hay que hacer un mapa con todas las fuerzas alternativas... a la izquierda de la socialdemocracia europea. Deben organizarse de una forma unitaria alrededor de la relación con el movimiento antiglobalización". Como si éste fuera un proyecto realmente alternativo al capitalismo capaz de librarnos de los causantes de la explotación de la humanidad y de la destrucción del planeta.
Pero a pesar de la interesada exclusión de todos los análisis y discursos políticos en boga, la realidad de la lucha de clases continua imponiéndose, en la misma medida en que también crecen las resistencias de los trabajadores y de los pueblos frente a la barbarie imperialista. Unas resistencias y movilizaciones que, como también se ha visto, coinciden con las horas más bajas de IU y el PCE.
Ante esta situación, muchos comunistas (organizados o no) sentimos un desaliento y frustración crecientes, e imposibles de colmar mediante las socorridas dinámicas de corrientes o grupos de presión internos, abocados en definitiva a la lucha por mayores cuotas de reconocimiento y representación en la propia organización partidaria, pero igualmente alejados del trabajo político en la sociedad. La prioridad ahora, lo que reclaman las importantes movilizaciones desarrolladas a lo largo de nuestra geografía es la construcción de referentes políticos y sociales en los que los trabajadores y trabajadoras puedan reconocerse y fortalecerse como clase; y para retomar las asignaturas pendientes de la "ruptura democrática" preconizada para España desde hace 3 décadas (República federal, políticas redistributivas, sector público fuerte, libertades y derechos para todos...).
Conscientes de que esta aspiración forma parte de un debate en curso sobre las tareas del movimiento revolucionario en el Estado Español, en Europa y el mundo del siglo XXI, y considerando que la actual crisis de la izquierda institucionalista y la degradación de los principales partidos comunistas tiene por contrapartida la liberación de la lucha por el socialismo de anteriores lastres, creemos abierto el camino para el reencuentro de muchas personas y organizaciones -especialmente en el ámbito juvenil y sindical- que no han caído presa del escepticismo o la claudicación, y que buscan un cauce revolucionario e internacionalista de lucha por el socialismo como única alternativa a la mundialización capitalista.
Reencuentro comunista", iniciativa que acabamos de crear unas cuantas personas de IU y el PCE e independientes, se propone dar respuesta en la medida de sus posibilidades a esta necesidad sentida por muchos y muchas camaradas de agruparse, respetando los ámbitos territorial y organizativo de pertenencia de cada cual, para debatir y aplicar una política marxista coherente y revolucionaria.
Reencuentro comunista" pronto dispondrá de una sección fija dentro del periódico quincenal "Información Obrera" (http://www.informacionobrera.org), y de un cauce de relación y comunicación política basado en internet (web y lista de correo "Reencuentro comunista").