El periodista Al Giordano, antiguo reportero político del Boston Phoenix, denunció hoy el silencio que la organización "Reporteros sin Frontera" y la Sociedad Interamericana de Prensa han mantenido ante la persecusión y las violaciones de los derechos humanos de diversos periodistas y trabajadores de los medios comunitarios y alternativos en Venezuela.
Con el título "Gallinas en París,Huevos en Caracas", el ahora director del medio alternativo NarcoNews (dedicado a cubrir la guerra de las drogas) escribe en parte: "El silencio de estas organizaciones ha dejado al periodista radial Nicolás Rivera en la prisión (de hecho, aunque nos congratulamos de que el CPJ haya aterrizado rápido sus pesquisas luego de cuatro años de negligencia y cosas peores sobre Venezuela, señalamos que el grupo con sede en Nueva York aún no se dirige a los más recientes ataques a los medios comunitarios allá, incluyendo el arresto ilegal del 28 de junio de Rivera; continuamos urgiéndoles que hagan eso y más)." Presentan testimonios gráficos al respecto:
El hombre en la foto de abajo (...) es Paul-Emile Dupret, y fue camarógrafo por un día. Es -y esto debería traer consecuencias para el grupo financiado por la Comisión Europea Reporteros Sin Fronteras- un ciudadano belga y empleado del Parlamento Europeo. (...) Tal vez, ya que la organización Reporteros Sin Fronteras se ha vuelto ciega a los ataques a periodistas comunitarios en Venezuela, no será tan ciega en el caso de los ataques al camarógrafo europeo Dupret. Repetimos que Reporteros Sin Fronteras recibe 44 por ciento de su financiamiento de la Comisión Europea, que obedece al Parlamento que emplea al señor Dupret. Pedimos a nuestros muchos lectores europeos que alerten a los miembros del Parlamento y de la Comisión sobre la directa responsabilidad - por su conocimiento y silencio cómplice acerca de los eventos sobre los que fue advertida dos días antes - de Reporteros Sin Fronteras por los ataques de julio 31 y agosto 1 y 2 contra la prensa y la libertad pública en Venezuela.
El señor Dupret recibió 41 heridas de balas de goma disparadas por las incontrolables fuerza policiales golpistas. También perdió temporalmente la visión del ojo izquierdo debido a un impacto de bala.
El silencio sobre la tortura a Nicolás Rivera y su familia, y su encarcelamiento, por parte de los Reporteros Sin Fronteras de Menard, escogió por el contrario la denuncia, en el más vago de los términos y sin citar evidencia o fuente alguna, supuestas "amenazas" contra los periodistas comerciales de parte de las masas de protestantes durante las mismas manifestaciones en la Corte Suprema de Justicia que imprimieron la violencia - una lluvia de balas de goma - que Ménard y Reporteros Sin Fronteras instigaron contra los periodistas comunitarios con su silencio.
En lugar de referirse a la violencia real, Reporteros Sin Fronteras escribió este tibio, insustancial, y sin fuentes, comunicado. Como si el intento fuera por distraer de, y no denunciar, la sistemática violencia municipal contra los periodistas, Reporteros Sin Fronteras escribió: "El 30 de julio, Ray Avilés del programa de televisión 24 Horas, emitido en la red Venevisión, fue amenazado por supuestos simpatizantes del Presidente Chávez".
¿Amenazado? ¿Como si un ciudadano le hubiera gritado? ¿Lo llamó estúpido? No es claro. Pero mientras las maleantes fuerzas de la Policía Municpal al mando del golpista alcalde de Gran Caracas Alfredo Peña dispararon unas 41 balas de goma a Dupret, por cargar una cámara de Catia TV, Reporteros Sin Froneras escogió mejor denunciar el equivalente a una travesura nocturna de adolescente contra un periodista comercial: "El mismo día, huevos y otros objetos fueron arrojados al periodista radial Yadiris Adrián".
Giordano de esta forma critica con rudeza las actitudes discriminatorias de la SIP y Reporteros sin Fronteras, las cuales parecieran beneficiar sólamente a los trabajadores de los medios comerciales.

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