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La vieja Europa

Se vienen las deportaciones

Dentro del plan de reorganización policial, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy ha develado un proyecto de "reconducciones a la frontera" de contingentes de inmigrantes ilegales, agrupados por países. Sarkozy explicó al diario Le Figaro que su país debe corregir la estrategia en materia de inmigración, argumentando que no es normal que las solicitudes de asilo hayan disminuido en siete países europeos, mientras aumentan en Francia. El ministro afirma que el 80 por ciento de las expulsiones de clandestinos que se decretan en Francia no llegan a ejecutarse. "Hay que organizar reconducciones a la frontera agrupadas hacia los países de origen. Y, sobre todo, comprometerse a una discusión parlamentaria fuerte entre los lazos que hay entre el desarrollo, en el sentido noble del término, y los países de origen." La firmeza prometida por Sarkozy se produce en momentos en que la Unión Europea está endureciendo su política hacia los inmigrantes ilegales. No sería la primera vez que Francia aplica procedimientos de expulsiones masivas. En 1986, 101 personas procedentes de Malí fueron devueltas a su país en un avión, en un hecho que provocó protestas por parte de las asociaciones de derechos humanos, que interpretan que la Convención Europea de los Derechos Humanos prohíbe las expulsiones colectivas. Un grupo en grave riesgo de expulsión es el de las prostitutas de origen extranjero, cuyo número está en constante aumento desde hace cuatro o cinco años. En Francia se está produciendo un debate amplio para prohibir la prostitución o confinarla en lugares cerrados, al estilo de los antiguos burdeles. Una diputada parisiense, Françoise de Pannafieu, ha provocado la polémica al proponer esta última solución. De momento no está confirmado que el ministro del Interior se fije prioritariamente la expulsión de Francia de las prostitutas extranjeras.